Cuando la noche me abrace en el oscuro grito
de un silencio ensordecedor, estallaran mil
estrellas en una melodía que reconoceré como
propia, el sol danzara con la luna y el río de la
vía láctea me llevará en su torrente infinito a
una creación nueva para mi, imaginar que
todo eso ha sucedido, sucederá o este
sucediendo en este instante, me llena de colores
indescifrables, el olvido habrá sido la
gracia y el reconocimiento de mi verdadero
ser, será la sonrisa del amor en mi propia cara.
Sin embargo, no hay otra cosa ahora que
percibir en estas palabras esto que ya soy,
donde no estoy en un lugar y he sido todos,
donde no viajaré ni al pasado ni al futuro,
si no "ser" en un presente soberano desde este
maravilloso adormecer, que poco a poco
va despertando en mi como un amanecer de
certezas e incertidumbre pero con el indudable
brillo que el alba guarda a mis ojos cansados.
Solo este regalo a mi mismo me mantiene en
pie, porque no puedo disfrutar de tu sonrisa si
yo no río, porque no puedo consolar tus
lagrimas si yo no hubiera llorado, porque no
puedo apreciar tu amor si yo acaso no
estuviese amando. No se cuando despertaré
definitivamente, y mas adelante cuando al fin
esa percepción sea total, me reiré de este
niño hombre que en la poesía busca expresar en el
arte lo que siente, lo que esconde, lo que ha
olvidado y lo que empezado a recordar.
De: Héctor Santos Ramallo
http://escritores-canalizadores.blogspot.com
16 de octubre, 2010
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