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Me han llamado de diferentes maneras a lo largo de la historia del mundo, hijo mío.
Me han dicho Hacedor, Creador, me han llamado Ser Supremo, de diferentes modos. Pero cuando mi Hijo caminaba por la tierra, pronunció las palabras que definen mi esencia Padre, Padre del universo, Padre de los seres Celestiales, Padre de los seres terrenales, Padre de los hombres.
Soy tres en uno, siempre he sido tres en uno, como vosotros sois tres en uno, pues os he formado con cuerpo, alma y mente, tres substancias en una sola, que debían marchar unidas siempre. Hubo un tiempo de la historia en que esas substancias se separaron, no aquí en la tierra, sino mucho antes de que el mundo sea mundo, allí cuando se libró en lo que vosotros llamáis cielo, la primera gran batalla, por ser superior, de allí ya las substancias se separaron, de allí ya al crear la obra de mis manos también sucumbieron a la división y así camináis por el mundo, divididos.
He escuchado decir a las maestros espirituales que al mundo os envío para aprender y eso no es cierto, hijo mío, os envío para recrearos, para que vosotros os recreéis nuevamente, para que podáis unir nuevamente esas substancias y que sean una sola en vosotros y he allí el camino del hombre, estáis en ese camino desde siempre, no es que un día encontráis el camino que os conduciría a Mí, sino que os distéis cuenta de qué camino debíais recorrer y la manera en que debía ser recorrido, unido a la Trinidad, al Padre uno con el Hijo y al Espíritu, eterno lazo de amor que une al Padre y al Hijo, el amor, el espíritu de amor, el mismo que habita en vosotros y que os ha hecho vivir con los pies elevados sobre la tierra.
No existen caminos malos ni caminos equivocados, puesto que en este viaje, no puedes dejar hijo mío a donde vas, pues donde Yo te envío, vas tras mis pasos, vas a recrearte nuevamente a reencontrar tu esencia, vas a ser uno nuevamente en las tres substancias. Depende de la velocidad, pero llegarás, y la velocidad está dada, no por tus pies ni el tiempo que demores en llegar a un lugar, la velocidad estará dada por la forma en la que definitivamente encontrarás tu ser interno.
¿Cuanto tiempo hace que estás aprendiendo?
¿Mucho tiempo hijo mío?
Pues debo decirte que aún no has comenzado, el aprendizaje definitivo será ahora, cuando libremente comiences a transitar los caminos que te llevan directamente a Mi morada.
No preguntes cuándo, pues no existe el cuando, solo existe el ahora, un eterno ahora. Momento en el que habrás de experimentarte a ti mismo, en el que podrás mantener sujeta tus tres partes, en un eterno vínculo de amor.
Te he hablado de los maestros, los verdaderos maestros son aquellos que transitaron por el mundo y hoy los llamáis santos, lo mismo que os dije, deberías ser vosotros santos. ¿Qué es ser santos? Simplemente seguir mis enseñanzas, las que les doy desde toda la eternidad, simplemente escuchar el mensaje de mi Voz y ponerlo en práctica, simplemente tener experiencia de Dios, esos son los maestros, aquellos que habiendo tenido experiencia de Dios, saben transmitir mi mensaje, creando nuevos maestros, aquellos que abren senderos, aquellos que abren caminos.
Aquellos que con el látigo manejan a los que puse en su camino, no son mis maestros, son maestros privados que están superiores a Mí, no me escuchan, ni siguen mis designios. No cometas tú hijo mío, ese error, ahora que deberás enseñar, ahora que sabes que eres un maestro desde hace tiempo.
Has estado en el mundo espiritual tanto tiempo y recién le estás rozando las rodillas, mira cuanto falta aún, mira qué necesario era que abrieras tus oídos a los mensajes verdaderos, aquellos que te mandan al servicio, aquellos que te llaman a la entrega, no renuncias a nada, muchos confunden renuncia con obediencia, pues nada de lo que tienes es tuyo, todo está ya por Mí, vuestro cuerpo, vuestra alma, vuestro alimento, vuestra mente, todo está dado por Mí gratuitamente, de la misma manera daréis vosotros gratuitamente, a los que encontréis, como encontraste a tu padre, de la misma manera encontrarás a muchos, para mostrarles el camino.
No te encierres en sólo mensajes, sino que abre tu corazón para que tú encuentres dentro de tí mis palabras, las que pronuncio cada día, y que sin darte cuenta hijo mío ejecutas para Mí.
Así fue, así es y así será.
Te mando dejar todo lo que te cause pesar realizar, todo lo que para ti es una pesada mochila que llevas a cuestas, debes dejar para en libertad seguir mis designios, las cargas no son materiales, las cargas la mayoría del tiempo son espirituales.
Te he concedido durante muchos años el estar conociendo el mundo espiritual, pero en ese tiempo sólo como un novio que coquetea con su novia así has estado hasta ahora. Ya es tiempo que en tí brote con fuerza el mandato de seguir los designios que desde siempre han sido para ti.
Ahora debes asimilar todo y aún más, mucho más que te será dado, no por nadie, sino por Mí, eso significa dedicar toda tu alma, toda tu mente, todo tu cuerpo a recrearte a imagen y semejanza de Dios. Lo importante hijo mío, no es cuanto tiempo lleves en esto, sino la pregunta es, ¿Estás dispuesto hacerlo ahora, como ser adulto en la fe?
¿Te sorprendes hijo mío?
Pues ya ves, tanto tiempo dirás y aún no he comenzado, pero recuerda no existe el tiempo, no existe el antes ni el después, es un continuo ahora.
Como misionero, harás nuevos misioneros, como discípulo, formarás nuevos discípulos, como maestro, formarás nuevos maestros, por todo el tiempo que te reste de vida, mi paga no es material, nunca lo fue, mi paga será mi cercanía a ti, mi paga será mi eterna compañía, mi paga no será el alimento que te llevas a la boca, eso lo doy aún a aquellos que me rechazan, ni la vestimenta que llevas colocada, ni las sandalias que calzas, mi paga hijo mío es mi eterno amor.
Has hecho bien hijo mío al haber dicho a tu familia que se desprendan de ti, deben aprender a valerse por sí mismos, debes enseñarles a ser independientes, de esa manera encontrarán el camino hacia Mí.
No eres responsable de ninguna alma humana, pues cada una de ellas son libres de elegir el camino, pues libres os he creado, no te sientas responsable de nadie, deja eso para Mí, tú simplemente enseña, enseña y no ceses de enseñar y que cada uno decida qué hacer, no obligues a nadie. Ni a mi Hijo Amado he obligado cuando fue enviado al mundo, fue porque eligió por propia voluntad sembrar el Germen del Amor, como vosotros lo sembrareis.
¿Qué piensas amado hijo que tu Amado Jesús hizo en la tierra?
Lo mismo que harás tú y tu esposa sembrar el Germen del amor, y diseminarlo por toda la tierra. Forma hombres y mujeres libres, forma servidores libres, forma discípulos libres, muéstrales el camino hacia Mí, con amor y respeto, nunca levantes el látigo ante aquél que busca mi luz, nunca levantes la espada ni eches fuera al que busca la sabiduría, solo enséñale en la mansedumbre que mi espíritu, que vive en ti puede derramar sobre toda la humanidad.
Así sea.
El momento más importante para Mí, hijo mío, será cundo tú descubras que no necesitas más maestros, que no necesitas ningún Dios, pues Yo que Soy tu Dios vivo en ti. Cuando tú descubras eso estarás listo para emprender el camino, pues un verdadero maestro, no es aquél que posee todos los conocimientos, sino aquél que es capaz de llevar a otros, a todos, al conocimiento, recuerda esto, fíjalo dentro de ti, de nada vale que conozcas mucho si no eres capaz de transmitir a otros lo que Yo Tu Padre, te transmito aquí.
El propósito y la gloria de Dios es que todos conozcan a Dios, no como inalcanzable, sino cercano e inevitable. Dios es amor y aquél que mora en el amor, mora en Dios y Dios en el.
Yo te bendigo y recuerda Soy tu Padre, llámame así, Padre.
Amén.
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