5 Sep 2011 16:28:03 -0400
ydfarias@uc.cl
Por Beni de la Luna
Que vuestras mentes estén propicias a recibir la luz, a recibir la energía, a recibir mi bendición, mi amor. Sed cada día más humildes y que ese corazón brille con la luz infinita que yo os doy. Hijas, yo estaré siempre en vosotras protegiéndolas, pero preparaos. Ya no hay más espera, ya todo se plasmó en el cosmos, en vuestros cielos está plasmado.
Estad atentas, estad siempre con vuestro corazón limpio y puro, con vuestra mente alerta. Fijaos en las aves, en los animales e incluso en los árboles. Si aprenden a leer, si aprenden a escuchar lo que los árboles os dicen sabrán con anticipación todo lo que ha de venir.
Las necesito puras y limpias y con mucha luz para que mi energía y luz a través de vosotras esté anclada en la Tierra para vuestros hermanos que a tientas andan todavía. Yo alumbraré a través de todos mis hijos que están en la luz, llegará la luz a la Tierra y a todo lo que he creado a través de mis emisarios que están trabajando en la luz, a todos aquellos que ya en sus conciencias y corazones se les ha dicho, les ha llegado la nueva que ya tanto esperaban.
Hijos de la Tierra, sé que en la desesperación y en el conflicto de vuestras almas acudiréis a mí. Hijos, mucho dolor para vosotros porque no me escucharon, no escucharon a todos aquellos emisarios que he mandado a dirigirles la palabra; se taparon los oídos y no quisieron escuchar.
Hijos amados, siempre serán mis hijos. Si ahora no llegan a mí lo harán en otra oportunidad porque de mi han salido y deberán volver a mí. Yo soy alfa y omega, principio y fin, acudid a mi luz, acudid a mi misericordia, acudid a mi amor. Yo estoy en vuestros corazones y siempre estaré. Hijos ya nada más hay que decir, los hechos hablarán por si solos. Hasta último momento sigo esperando a mis hijos.
Hijas amadas, A Dios.
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