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Miércoles, 28 de julio de 2010
Sin orgullo, ni ego que defender, me presento ante ti, Padre, Creador de todo, y ante mis hermanos mayores, para que me guíen, a mí, y a mis hermanos humanos, hacia la luz, hacia el amor.
Aquí estoy esperándolos en amor…
Creador: Buenas tardes mi bella niña.
Yo: Buenas tardes Padre, hace tiempo que no hablábamos de esta manera.
Creador: Es cierto, pero hoy me ha parecido bien hacerlo, tú algunas veces no estas lo suficiente relajada para que esta conexión se pueda dar.
Yo: Un momento padre disculpa (mi niña quiere un cuento)
Creador: Ve hija.
Yo: Era mi hija, perdóname padre, es el humano que tu me has concedido el honor de cuidar hasta que sepa cuidarse sola.
Creador: Mi niña bella, es tu hija y la de tu esposo, pero también es hija mía. Y como humana, también tiene carácter, decisiones y gustos, que no tiene por que ser compartidos por ti y por tu esposo.
Yo: Si, lo se, pero a veces, estoy tan obsesionada por guiarla en la luz, que sin darme cuenta soy yo quien cae en la oscuridad y la arrastro a ella también.
Creador: Si, por eso estoy aquí hoy. Ella acaba de llegar a la tierra,… ya, ya se que esta a punto de cumplir 3 años terrestres, pero que es eso comparado con la edad de…, por ejemplo, Gaia.
Es una niña muy especial, al igual que tu, no te obsesiones con nada, ese es un síntoma de miedo, miedo a que en un futuro no este en la luz, cosa que no tiene sentido, pues si ahora es luz, ¿Por qué no puede ser luz en el futuro?
Yo: Y como hago, que hago cuando… una de las reglas de la luz, es la obediencia, y algunas veces no es nada obediente.
Creador: No te preocupes, esta investigando, esta experimentando, hace muchos eones que no tenia un cuerpo físico de tanta densidad como el que tiene ahora.
Guíala, si, pero no la fuerces, que no se sienta agobiada, ya lo aprenderá todo lo que tenga que aprender con respecto a la dualidad, pero en ella siempre reinara la Unicidad.
Yo: Gracias padre, estas palabras me tranquilizan mucho. Como puedo estar tan ciega a veces.
Creador: Es la dualidad, os atrapa, y estáis tan acostumbrados a ello que no os dais cuenta.
Yo: Gracias padre.
Creador: Mari, hay cosas que deseas saber, pero que todavía no es tiempo. Tómatelo con tranquilidad, por favor.
Yo: Así lo haré, y lo intentare hasta que así sea.
Creador: Muy bien, no te rindes fácilmente, sigue así.
Te dejo con uno de mis hijos, quiere hablarte de algo. Adelante Yeshua.
Yeshua: Buenas tardes Eliáh.
Yo: Buenas tardes querido hermano.
Yeshua: El padre desea que te hable de los Pegasos, como tú los llamas.
Yo: He tenido contacto con un hermano que ha descubierto el camino, y en su página tenia la foto de un caballo alado, y eso me ha recordado el día que viaje contigo hacia una nave, y antes de entrar en la nave, me saludaron unos caballos alados.
Yeshua: Si, lo recuerdo, pero es que tú eres uno de ellos.
Yo: Yeshua, ¿soy un caballo alado?, y ¿Por qué no tengo contacto con caballos aquí y ahora?
Yeshua: Vamos a ver, en la Tierra, en Gaia, hace tiempo que “desaparecieron” los caballos alados. Una de las pocas referencias que hay es la de una historia griega que habla de un caballo alado y Orión, el cazador que fue ascendido a las estrellas*.
Yo: Si.
Yeshua: Ese caballo era el último de ellos que no habían ascendido hacia las altas esferas, estaba esperando para cumplir con su misión.
Yo: Cuando dices que yo soy uno de ellos, ¿a que te refieres?
Yeshua: Me refiero a que perteneces a su… “comunidad”, por llamarlo de alguna manera.
Tu sabes que todos los seres conscientes con Consciencia expandida no somos físicamente iguales.
Tu perteneces a su “comunidad” (vamos a llamarlo así, para que lo entiendas), pero físicamente no eres un caballo, eres… un “cuidador”.
Yo: Creo que te estoy entendiendo, en su mundo hay diferentes conciencias con diferentes formas e interactúan como los humanos entre si. No hay diferencia.
Yeshua: Si, más o menos, el lugar donde residen es menos denso, la luz se percibe más fácilmente, y solo unos pocos conviven con ellos de manera habitual.
Yo: Pero si yo soy uno de ellos, es decir, que convivo con ellos de manera habitual, ¿Cómo es que soy comandante de una nave de la flota?
Yeshua: Es tu trabajo. Cuando no trabajas, cuando te dedicas al “reposo del guerrero” vives con ellos, en total armonía.
…
(Me froto los ojos incrédula)
…
Yo: Discúlpame, pero me resulta muy difícil creer todo esto que me dices
Yeshua: Para tu mente de 3d si es difícil, pero si miras dentro de ti.
Yo: Si, mi corazón, mi intuición me dicen que es cierto, pero…
Yeshua: Pero…
Yo: Pero, mirando con ojos de aquí, de lo que recuerdo, los soldados realizan sus misiones y luego regresan a su hogar, a su casa que puede estar en cualquier lugar del mundo, en una gran ciudad o alejados de todo, en un pequeño pueblo o en medio del campo, … ¿es eso a lo que te refieres Yeshua?
Yeshua: Si, es eso, lo que ocurre, que tú “residencia habitual” esta en otro mundo en otra dimensión.
Yo: Y en ese mundo, en esa dimensión, viven los caballos alados.
Yeshua: Eso que te ocurre a ti, también les ocurren a otras almas que hay ahora en la tierra, también tienen su “residencia habitual” en otros planetas, en otras dimensiones, aunque también los hay que pertenecen a Gaia, y que al igual que ella todavía no han ascendido a planos superiores.
Yo: Entonces ¿no son “Guerreros de la luz”, como lo soy yo?
Yeshua: Si lo son, pero no lo saben, tú si eres consciente de ello.
Yo: Entiendo.
Yeshua: ¿Quieres publicar esto?
Yo: No lo se, ¿debo?
Yeshua: Si, publícalo.
Yo: Como quieras Yeshua.
Yeshua: La parte del padre, lo dejo a tu elección, pero el resto, publícalo,
Yo: Respeto tu decisión. Gracia por tu aclaración.
Yeshua: De nada, también para mi es un placer contactar contigo de esta manera. El amor del Padre nos hace invencibles, no lo olvides.
Yo: No lo olvidare. Gracias amado hermano.
*Pegaso y Orión
Historia de Orión, El Cazador - Mitología Griega
Orión era hijo de Poseidón, dios del Mar, y de Gea (Juno para los romanos), la diosa de la Tierra. Al nacer creció tanto que llegó a convertirse en un auténtico gigante. Tan enorme era, que podía andar por el fondo de los mares profundos sin que jamás las aguas le cubrieran de hombros para arriba. Orión está representado por un guerrero alzando su arco y cubriéndose del enemigo con un vellocino. A su lado se encuentran sus perros guardianes: Canis Mayor y Canis Menor.
Orión, el gran cazador que a causa precisamente de su grandeza, se tornaría en soberbio, acarreando la ira de Gea.
Después de muchas aventuras, Orión fue a la isla de Quíos, donde al poco tiempo se enamoró de Mérope, la hija del rey Enopión. Tal era su amor hacia ella que la pidió en matrimonio. Enopión consintió en ello, pero previamente exigió al gigante que demostrara su valor llevando a cabo una difícil misión. Orión tendría que exterminar un gran número de animales dañinos que estaban causando enormes pérdidas en las cosechas de la isla. Una vez que Orión hubo exterminado todas las alimañas, el monarca se negó a cumplir con la palabra dada a Orión.
Orión intentó vengarse del Enopión, pero no pudo encontrarlo ya que éste se refugió en una cámara subterránea tan enrevesada, que era prácticamente inescrutable. Entonces, Orión montó más aún en cólera y, enfurecido, descargó su ira en todas las bestias que se atravesaban en su camino sin distinción de ferocidad o inocencia. Tal fue la matanza que Orión había causado, que su madre Gea tuviera que intervenir pidiéndole, que cesara en su absurda tarea. Orión, violento e irreflexivo, hizo caso omiso a las palabras de su madre y siguió en sus trece, a pesar de las repetidas advertencias de Gea.
Un día, cuando el soberbio Orión, se encontraba reunido con sus amigos, envaneciéndose de que ni las bestias más terribles como los tigres, las panteras, los leones o serpientes eran capaces de producirle espanto alguno, su madre Gea llegó al límite de su paciencia, la cual le mandó un escorpión muy venenoso. Orión, al verlo, no pudo contener su irónica sonrisa ante la ridiculez de aquel insignificante adversario enviado por Gea.
Orión se confió y el escorpión le picó en un talón con su potente aguijón venenoso, y tan pronto como hizo eso, Orión le aplastó con su mazo. La terrible ponzoña se extendió por toda la sangre de Orión y éste cayó al suelo medio moribundo. Cuando vio que la muerte era ya inminente, pidió auxilio e imploró venganza al todopoderoso Zeus, ya que la muerte que le acechaba era poco gloriosa para un personaje de su talante. Le pidió al dios supremo que lo colocaran en los cielos con sus dos fieles perros de caza (Canis Mayor y Canis Menor) y una liebre (Lepus), para que los hombres, cuando miraran hacia arriba en las oscuras noches estrelladas, recordaran las aventuras del gran cazador Orión. También le pidió a Zeus el dominio de las tempestades, las tormentas, el hielo y los vientos, a fin de poderse vengar así de su madre la Tierra (Gea).
Gea, en venganza por los crímenes de Orión, mandó a un escorpión para que se enfrentara con él, inyectándole su veneno y pereciendo a su vez.
Zeus fue condescendiente con Orión y atendió sus súplicas. La Tierra tembló, y desde entonces lo ha venido haciendo hasta nuestros días cada vez que ha visto aparecer a Orión sobre el firmamento, ya que éste siempre ha traído consigo el viento, el frío, las tempestades, los hielos, las nieves y las escarchas, que tan abundantes son en invierno sobre la Tierra, coincidiendo con la llegada de esta constelación.
También se encargó Zeus de situar el Escorpión (Scorpius) en el firmamento, pero tuvo cuidado de ponerlo lo más alejado posible del gigante para que nunca más volvieran a enfrentarse. Así pues, cuando Orión desaparece de la bóveda celeste es cuando hace su aparición la constelación de escorpión. Mientras que Orión aparece durante el invierno, Scorpius lo hace en el verano, perpetuando su lucha continuamente
Autor: http://peliculasylibros.nireblog.com/post/2007/08/30/orion-y-escorpion-mitologia-greco-romana
La Leyenda de Pegaso
Pegaso es un caballo alado. Su nombre proviene de la palabra griega phgh, que significaba manantial, pues se decía que había nacido en las fuentes del Océano.
Hay varias versiones de su nacimiento. Por un lado se decía que había nacido del cuello de la Gorgona, cuando Perseo la mató en el mar. En esta perspectiva, resulta que su padre es Poseidón, y Crisaor su hermano gemelo.
Otra versión sostiene que nació en la tierra, fecundado por la sangre derramada de la Gorgona, cuando Perseo la mató.
Una vez que nació, Pegaso fue al Olimpo, donde se puso a las órdenes de Zeus, al llevarle el rayo.
El papel de Pegaso más importante es en la leyenda de Belerofonte, sobre la que hay diversos argumentos. Por un lado, se decía que Pegaso había sido regalado a Belerofonte por la diosa Atenea (diosa de la sabiduría), pero según otras historias fue Poseidón el que dio el caballo a Belerofonte. También se contaba que el héroe lo había encontrado, cuando bebía en la fuente de Pirene.
Fue gracias a Pegaso que Belerofonte pudo matar a la Quimera y lograr por sí solo la victoria sobre las Amazonas.
Cuando Belerofonte muere, Pegaso volvió a la morada de los dioses. Tiempo después, se dio el concurso de canto que enfrentó a las Musas con las hijas de Píero. El Monte Helicón estaba muy complacido por la belleza de las voces, por lo que empezó a crecer amenazando con llegar al cielo.
Al ver el peligro, Poseidón le ordenó a Pegaso que fuera y golpeara a la montaña con uno de sus cascos para ordenarle que volviera a su tamaño normal, a lo que la montaña obedeció dócilmente. Pero, en el lugar donde Pegaso la había golpeado brotó la Fuente Hipocrene, o Fuente del Caballo.
Por último, Zeus lo convirtió en Constelación, para que fuera eterno. Cuando esto sucedió, un pluma de sus alas cayó cerca de Tarso, y así la ciudad adoptó su nombre
Autor: http://www.guiascostarica.com/mitos/grecia30.htm