jueves, 4 de marzo de 2010

MI EXTRAÑO SENDERO A DIOS - Parte 1

De Sergio Cazini

sergiocazini@gmail.com

http://escritores-canalizadores.blogspot.com

A Dios le pido que perdone mi cinismo, se que es una actitud muy adolescente de mi parte. Pero escribo desde la inquietud, con bronca e ignorancia.

Dios está en todo y en todos…

No sé, no sé cómo dar con esa esencia divina presente en cada ser.

Las leyes karmaticas han puesto a un individuo a tu lado para que te oprima, para que te sepulte… y hará lo posible para que no evoluciones; pero con mucha astucia y discernimiento uno puede, y debería advertir que esa persona querida, te quiere y te odia, te admira y te envidia, te alaba y compite.

¿Y porqué? Por que es en realidad un hermoso obstáculo; en realidad representa una excelente oportunidad de evolucionar... ¿Paradójico, no? Y uno tiene que sentirse agradecido.

El plan de Dios es perfecto.

Está todo dado para que uno crezca, evolucione y se ilumine: y esto sólo es posible lograrlo ascendiendo, escalón por escalón, obstáculo tras obstáculo, dejando la ignorancia a cada paso, ascendiendo por esa tortuosa escalera para tener una visión más amplia de esta vida a cada momento, de este caos… que nos genera tantas preguntas.

Y hay locos momentos en los que le he agradecido… o bien, me ha llamado la atención cuanta desgracia ha puesto el creador alrededor mío para que me supere, para que vea, para sentir la verdadera esencia humana… se que es divina la esencia… sólo me deje llevar… o bien, me sale del corazón “que en los hombres sólo hay codicia, competencia, envidia, posesión”. La posesión… “mi familia”, “mi marido”, “mi amigo”, “mi hijo”, “mi país”, “mi iglesia” y todas esas cosas que hacen de este mundo una cadena infinita de cadenas que te atan a algo para que no seas libre.

El salvaje camino místico me hace vomitar; me he olvidado de mis vidas anteriores naturalmente, pero me pregunto… y es obvio que sí: que yo he sido tan… tan… jodido como lo han sido conmigo. Sucede que al parecer a uno le borran el disco y viene ya con un montón de perfectos obstáculos como para que se desarrolle oportunamente, en, un escalón más de la vida espiritual.

Y la pregunta sería si uno debería ver a esas personas… como cosas, como perfectas murallas que impiden nuestro desarrollo… una especie de juego de ingenio… muy bueno, y que uno tiene que resolver, desenmascarar… y quizá después amar; ¿Pero amar desde qué lugar?

¿Uno le esta haciendo un favor al infeliz que te sepulta cuando lo manda a…? ¿Uno lo hace crecer? Digo… porque el plan es perfecto. Bueno, a veces lo he analizado y creo que sí, pero por lo general los mando a… ya saben donde; sin reparar en los favores que les pude haber hecho, básicamente me los he querido sacar de encima. Y lejos estoy de amarlos. Necesito muchísima luz para amar a gente así. Y aún no la tengo.

Extraño sendero… el parto de dirigirse a Dios, la despiadada ruta que uno debe transitar para liberarse de esa vida que se debate entre algo de placer de vez en cuando; y muchísimas más desgracias, o pasares, sin penas ni glorias; congojas al mirar las infinitas desgracias que suceden alrededor de uno, o más allá.

Paz, paz, sólo quiero paz hace mucho tiempo, y eso es algo inalcanzable en este mundo. Y dura menos que una estrella fugaz. Por eso busco a Dios.

Y los sabios, los profetas, poco han dicho sobre las complicaciones infinitas que hay para iluminarse”. Es que los tipos te hablan una vez que alcanzaron la iluminación, o cierto estado de conciencia en el que, al resto de los mortales ya los ven con muchísima más simpatía, consideración, compasión y amor.

¿Pero qué amor?

El amor de un padre al hijo sólo me cierra… o sea, están más allá. Pienso… que esa es la única forma de amar a gente tan jodida.

Y estoy lejos de eso, les quiero advertir que aún no estoy iluminado; y en este momento ni se me arrimen los… “bellos y necesarios obstáculos” que posibilitan mi futura iluminación por que los voy a mandar… lejos, muy lejos.

Hay muy pocos libros y gurús que hacen hincapié en las miserias humanas; de hecho me he contactado con algunos hombres con algo de conocimiento y los tipos están en la suya. Los tipos te dicen “hace lo que te digo y no jodas” No se enroscan con problemitas personales… te ponen la visión en algo mucho más elevado, y ese algo debería solucionarte los quilombos; “no me jodas pibe”.

Y he tratado de joderlos: los he tanteado, y sólo de uno obtuve una reacción que podría suponer un cierto orgullo, o cuestión no resuelta.

A otro gurú lo quise interesar por un asunto, y ni bola; están con su mensaje, con su verdad, con una porción de la verdad a la que se aferran, como la única.

¿Y cual es esa verdad?

Una porción, una certera porción, una innegable verdad. Pero es una porción, un fragmento, una naranja observada desde un sólo punto de vista. Y esto lo digo con un cierto resentimiento por esos místicos, que son tan auto-centrados; me quejo, no deberían ser tan unilaterales… la vida no lo es, y las personas a las que pretenden guiar tampoco lo son, no pueden aspirar a una uniformidad de dialogo basado en su dialecto y experiencia.

¿Cuál es la verdad?

Depende del camino… el tortuoso camino al Jefe, es un mix de la realidad y aquello otro que algunos llaman ilusión, espíritu, Dios, creencias… Un caos en el que uno puede y quiere creer determinadas cosas, hasta… que surge una nueva inquietud… y ¡Ohh…! como por arte de magia, surgen nuevas respuestas, otras verdades, otras preguntas.

Las soluciones materiales sólo son soluciones para alguien materialista, las espirituales para los que están en un camino espiritual, cada cosa en su sitio y para su fin. A cada pregunta su respuesta, no una respuesta a cada pregunta.

¿Todos los caminos conducen a Roma?

Sí, pero los medios no son los mismos, en el último trayecto viajar en barco sobre el cemento, sería una estupidez.

A un místico más o menos serio, hablar de duendes, elementales y demás cosas que a uno lo podrían maravillar, le importa muy poco, no le dan cabida a esas cosas. No porque no crean o no hayan visto, si no porque saben que la transformación del ser humano no depende de eso.

Y uno se entretiene con ese mundo, se interesa y maravilla con esa realidad; pero la verdad capaz de transformar la idiotez humana no esta oculta en el reino elemental. La estupidez humana es humana y no hay que pedirle la solución a los duendes.

¿Los duendes fuman hierba para vernos?

No sé… pero sigamos con el libro.

El desapego de los sabios hacia el resto de la humanidad es evidente, los tipos nos ayudan; pero amigos… pocos…

Hago un paréntesis, he leído en estos días, algo del libro de Urantia (no se cuanta luz habrá en ese libro) pero ahí se dice que el plan de Dios o esa cosa y esos seres del más allá no son perfectos… como en otros lados se dice, parece que los iluminados, o seres espiritualmente superiores… muy superiores a nosotros, también pisan el palito. Y tiene sentido, dinámica evolutiva esa línea de pensamiento, ya que de lo contrario la evolución en esos planos superiores no sería posible de no existir obstáculos, nuevos escalones.

Hago otro paréntesis, he estado pensando en no hablar de estos asuntos hasta tanto no contar con un poco más de luz… pero acá estoy, desahogando penas de un peregrino mareado, abrumado por el caminito… hacia EL JEFE.

Por este motivo se hace necesario el juicio, el discernimiento de quien lea esto ya que aún soy un Gil más.

Aclarado eso, quizá lo más importante que pueda decir en el día de hoy, prosigo.

Deja todo y sígueme… una frase cristiana, pero que seguramente tiene sus paralelismos en buena cantidad de líneas religiosas o caminos espirituales.

Así entonces, aún seguía aferrado a mi último apego terrestre, el amor, la pareja; engañado con la ilusión de un camino espiritual en conjunto con la susodicha, pero me engañe. Mi ego estaba defendiendo esa pareja a capa y espada… no quería perderla, no quería que nos separaran, y pelee como con todo lo que tenía frente a toda la negatividad social que no quería ver a un místico volado con una bella y titulada señorita.

En verdad por un lado creía en ese amor espiritualmente con horizontes, y terrenalmente caótico. Pensé que la espiritualidad podría por sobre todas las cosas… el día a día era… enfermizo, sólo teníamos esa espiritualidad, esa aspiración.

Y quizá de no tener tanto ego podría haber advertido que el camino espiritual no era sentido o vivido con la misma intensidad por los dos; mi error fue ese, no diferenciar su aspiración, romanticismo, de la realidad… que demandaba “deja todo y sígueme”

No lo dejaba yo, y no lo dejaba ella. Por mi parte quería acallar a todas la voces en nuestra contra, quería demostrarles, o refregarles en la cara a todos los que deseaban vernos separados, que seguíamos juntos. Nos unía algo superior y siempre pensé que venceríamos… hoy creo que todas las batallas en la tierra están perdidas; uno sólo gana tesoros en el más allá. Los cambios, la glorias aquí en la tierra, son minúsculas, todo es muy lento en la evolución humana. Al menos en mi condición evolutiva, en mi camino, y con esta visión del tiempo.

En cuanto a la señorita en cuestión… creo que aún no quiere “dejar todo”, su ilusión por nuestro amor, su romanticismo no le permitió ver que nuestra relación personal, terrenal, era un desastre… nos aferramos a “el amor es más fuerte”, y a la espiritualidad.

Fito Páez, metió la pata al decir eso, la gente se aferro a vínculos enfermos, y cómo Páez no aclaro qué era exactamente el amor, he sido uno más de los giles que siguen creyendo en una relación neurótica, amparada por un ideal… indefinido. Una palabra que creó mucha confusión en el hombre, amor. El amor de la madre… el amor del padre… de tu mujer, de tu hermana… de tu hombre… con el cual, juntos, se van a poder sobreponer a los 4 engaños consecutivos y premeditados que viviste. Las manipulaciones en nombre del amor son infinitas.

Lindo libro ese… del manipulador… ahí uno ve a sus seres queridos, se ve a si mismo manipulando y es claro que eso no es amor, y que la sociedad, la familia, están bastante alejadas de relaciones sanas que puedan catalogarse de amorosas; aún sin necesidad de tener que definir qué es el amor, eso se hace evidente.

En cuanto a esa tremenda pregunta… podría solucionar los problemas del mundo. Pero ¿quién quiere ver la respuesta, quién quiere desprenderse de un amor posesivo, quién quiere darle libertad al ser querido con la posibilidad de que no vuelva, o no responda a nuestras expectativas y demandas de cariño y presencia? ¿Quién esta dispuesto a dar la libertad necesaria para posibilitar un mayor juicio y discernimiento en el otro, con las cuales luego podría volverse en contra de nuestra estructura de valores… ¿quién quiere correr el riesgo? ¿Los padres…? Son los últimos en quererlo. El modelo de autoridad, de maestros, de gurús, jamás va a aceptar que la evolución pasa por reconocerse en una posible ignorancia frente a un hijo, un alumno o alguien que pueda demostrarle a su ego que está siendo superado por la evolución, que la evolución esta sucediendo frente a sus narices y ellos ahí están… rígidos, aferrados a sus dogmas y el pasado.

¿De que se trata el amor de Dios? Ahora… en el 2012, de qué se tratan las profecías que advierten de un terrible destino para miles de seres humanos… ¿será con amor que Dios los va a borrar del planeta? ¿Es importante para él un poco de sufrimiento en la carne, un poco de sufrimiento psicológico? Parecería que el espíritu, el alma, la esencia, sigue; y el dolor que sentimos o que vemos sólo es un instante para Dios, un instante que se justifica en el crecimiento de nuestro espíritu, alma, monada, o lo que sea.

Entonces el amor de Dios, desde nuestra concepción… desde mi concepción… es capaz de dar una tremenda cachetada a la personalidad del hombre, al cuerpo del hombre. Y ahora me acuerdo de un pasaje en los libros de Parravicini, en el cual un ángel, un ser superior, no recuerdo bien… lo agarra del cuello y lo pone boca abajo… al parecer Benjamín se había desviado momentáneamente del camino y le vinieron a llamar la atención… de esa forma… Algo muy distante de lo que uno idealiza, a veces, en ese concepto de Amor.

Para Dios somos una mota de polvo… lo se, nuestra personalidad es un granito de arena más en el universo. Si aspiramos a él somos playa, si no nos lleva el viento. No más que playa, un playa en un pueblo más de su universo, un día aspiraremos a ser mundo, unidad. Pero si no… nada. No somos nada.

Y esto lo digo a un día de haberle pedido al JEFE que me diera paz, en el día de ayer, y me la dio instantáneamente… fue algo increíble, el momento era un caos total. Estaba aferrándome al último deseo… el amor… terrenal, a una persona… “deja todo y sígueme”… en fin. Familia, amigos, placeres, vocación… estoy prácticamente muerto al mundo, pero ella está, nuestra relación está, y mis deseos de que no la destruyan… pero… “deja todo y sígueme”

Pelee contra todos y con ella… sí, ella no se desprende de algunas pasiones, que vendrían a ser su familia, su rol social, nuestra careta social, que aún no puede proclamar “dejamos todo y lo seguimos a él”.

Entonces las energías del entorno, que a esta altura las siento mucho, me estaban sepultando en la depresión, el ahogo, el desamparo, la soledad… un bajón… el despiadado sendero hacia Dios en definitiva.

Y estaba afuera de casa y le pedí a Dios que interceda… que “intervenga” creo que fue la palabra, y le pedí paz… a los dos segundos obtuve la paz… me pareció increíble porque fue uno de esos momentos en los que la mente está totalmente desbocada; de la nada el sentimiento estaba en mi.

Hace un rato leí uno de esos mensajes que vienen del más allá, De Micael, decía que en el 2010 los pedidos serían concedidos al instante con mucha velocidad… y dije “mira vos”… me paso eso.

Días atrás la ilusión de una pareja era aún peor y la locura en mi mente proporcional; y también le pedí Dios que haga algo… jamás me dirijo el JEFE directamente, creo que es una falta de respeto… digo… teniendo tantos santos y seres que se pueden ocupar de nosotros… para qué molestarlo? Pero la situación me desbordo ampliamente y lo hice. Al instante vi una luz mucho más veloz que un avión, era tenue, y de pronto hizo un destello grande y se fue a una velocidad muy llamativa; veo muchos aviones y eso no fue un avión de esos que veo todas las noches.

Ahora recuerdo algo que paso en un campo… y lo cuento como cuento todas estas cosas, desde mi perfecta imperfección y mortalidad, que a ellos, estoy seguro… les debe causar risa.

Estaba muy enojado en esos días, no sé por que asunto, y era un campo abierto, con el horizonte bajo, como los campos de La Pampa; no había árboles, entonces estaba tan enojado con los dioses, con Dios, los seres y todo el plan, que les dije ¡hijos de puta! O algo así…

Y apareció una luz, ya ni recuerdo como fue, lo que si recuerdo es que ellos aparecieron… como diciendo… “te escuchamos” Y en ese momento me dio risa verlos, ver esa luz que reaccionaba a mi terrenal insulto… fue muy cómico; instantáneamente me imagine que se estaban sonriendo de mi actitud, y me sentí… por un lado acompañado, y por el otro, con el problema aún presente, pero con más humor… los seres me habían guiñado un ojo… y encima yo los había insultado enfáticamente. Son unos grosos. Son absolutamente comprensivos, y tolerantes frente a nuestras miserias, vicios, y estupideces. Me consta desde mi experiencia, tengo un montón de miserias pero no me abandonan; creo que es porque siempre aspiro y trato de cambiar… casi obsesivamente.

El caos marital sigue, hoy. Es una pesadilla esto. Ya intente separarme pero el libro de los cambios no me lo recomendó… en realidad dijo: “Él no tiene derecho a entrar a la bienaventuranza, abandonando el mundo a merced de la necesidad. Antes bien su deber lo reclama y lo hará retornar una vez más al torbellino del mundo.” Dice algunas palabras más, pero básicamente entendí que debo ayudarla.

Varias veces me ha dicho lo mismo ya que nuestra relación hace tiempo que vuela muy bajo, y siempre me pregunto, y le pregunto a Dios si debo seguir con ella. Al parecer, la única conclusión posible que puedo hacer en este momento es que ella se mueve por una línea muy delgada y su personalidad no alcanza a ofuscar algunas virtudes que posee y la hacen merecedora de un mejor horizonte evolutivo.

Al poner esto, me amigo un poco con su espíritu, me tranquilizo, es por un rato, hasta que vuelva y empiece la locura. Nunca hemos sobrepasado los tres o cuatro días de armonía hogareña.

A los ojos de los demás todo parece funcionar de maravilla, pero hace tiempo desperté y me di cuenta que en nuestra pareja había buenos valores, sinceridad absoluta, ningún secreto, ningún engaño y mucho camino espiritual de ambos… sin embargo, cuando deje de lado el orgullo por todos esos logros y viví el día a día éramos tan sólo dos egos matándose… por distintos motivos.

Fue por esos días, hace ya 4 años quizá, que las verdades del Kibalion comenzaron a hacerse evidentes. “Todo es mente”… energía en la mente, pensamientos que se traducen en energía, positiva y negativa. Esa energía viaja de una mente a la otra; y de pronto advertí que no todos mis pensamientos eran míos. Que la depresión que a veces sentía no siempre tenía causas reales… mi realidad era otra… no existían motivos para sentirme así. Tampoco existieron infinidad de motivos en cada pelea y discusión que se dio en mi pareja. No había razones y complicaciones tales que pudieran originarme stress o semejantes contracturas musculares. ¿De dónde salía la tristeza que por momentos tenía? ¿De dónde el cansancio, sin no había tenido un día laborioso?

Los chinos que practican acupuntura piensan que el origen de las contracturas musculares se debe a “energías perversas”

Pero con un poco de análisis y preguntas al libro de las mutaciones, esas energías perversas comenzaron a tener nombre y apellido.

Con ese conocimiento y algunos trucos de defensa, mi vida empezó a encaminarse, y logre grandes cosas que hasta el momento habían sido sólo sueños. Logre, y logramos lo imposible, cosas que parecían estar muy lejos de nuestro alcance. Con mínimos recursos alcanzamos varias metas personales y materiales.

Me di cuenta que los pensamientos negativos que las personas nos dirigían, además de afectar nuestra mente y el cuerpo, también actuaban sobre la materia.

Un día el auto se te rompe no porque una pieza se haya gastado, sino por que te cruzaste con alguien que le molesta tu autito, y así es con todo, con cualquier objeto y cosa, con tu baño, con tu heladera, tu teléfono etc. Todo es susceptible a la energía.

Al principio mi mujer me tildo de paranoico, me decía que era un exagerado. Obviamente… era algo demasiado fuerte como para creerlo. Fue como un despertar… pero no tenía nada de maravilloso… era desagradable, y además fastidioso lidiar con las energías de un montón de gente que por un motivo u otro te desea lo peor; algunos en un aspecto, otros en otro… y la vida se hace mucho más complicada de lo que realmente debería serlo.

Mi mujer siempre se terminaba curando de espanto frente a las evidencias; y básicamente digo esto por una cantidad de evidencias abrumadoras que me llevan a afirmar estas cosas.

Ella por ahí se relaja y no recurre a los trucos necesarios, hasta que por ahí le cae la ficha… una y otra vez sobre el origen de algunos percances.

La última fue hace un par de semanas, el burro del auto fallaba y estábamos a punto de llevarlo al mecánico, ya llevaba tiempo fallando y no parecía existir alguien que tuviera que ver con esa falla. Tal vez ésta sí era una pieza gastada… Hasta que un día la vida le puso adelante a una persona, la vio en una actitud rara y aplicamos el truco para la maldita envidia… Por arte de magia el burro jamás volvió a fallar.

Situaciones como esa vimos miles. Y hoy en día creo que en la vida las cosas tienen que funcionar relativamente bien, y si no lo hacen es que alguien se esta acordando de vos…

Esto siempre y cuando uno ande en la buena senda, y las desgracias no respondan a una justificación interior nuestra, a algo que hemos generado nosotros y que tan sólo pego la vuelta “en la vida todo tiene una vuelta”

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