Santiago – Chile, 1 de Marzo de 2010.
Mariella Norambuena C.
Directora Niños Índigo Chile
Día a día llegan muchos mails a mi bandeja de entrada, canalizaciones, pensamientos, mensajes, etc., que manifiestan y expresan lo que estamos viviendo en el aquí y ahora, respecto del cambio planetario, la ascensión, el despertar de la conciencia y todo aquello que nos pueda hacer abrir nuestros corazones y nunca me imaginé que un día sería yo quien estaría escribiendo para ustedes.
Hace 48 horas un terremoto grado 8.8 devastó dos regiones de mi país Chile, y hace 5 minutos (son las 2:54 de la madrugada) viendo las noticias en TVN Chile, escucho que el Terremoto de Chile, había modificado 8 centímetros el eje de la tierra, fue esta información la que me motivó a escribir, hoy una amiga, por Internet me preguntaba, porqué crees tú que sucedió esto?, la verdad que en ese momento a parte de todas las explicaciones científicas que los expertos pueden dar, no se me ocurrió nada más, sin embargo ahora comprendo, este gran movimiento en nuestro país, fue un medio para este gran movimiento planetario.
Sabemos que nuestro planeta está cambiando, sabemos que la frecuencia de vibración está aumentando, científicos conocidos como Gregg Braden hace muchos años que nos vienen evidenciando una gran cantidad de hechos al respecto, sabemos que nuestros niños – sobre todo los de la generación a partir del 2000 – son niños evolucionados, sabemos que los adultos tenemos que ponernos al día en esta carrera evolucionaria.
Esta experiencia de vivir en un país catalizador de energía planetaria a través de terremotos y maremotos, me lleva a pedirles a cada uno de ustedes como habitantes del mundo global y concientes hoy de que todos estamos unidos por un invisible entramado a través del cual nos afectamos unos a otros a grandes y pequeñas escalas, manifiesten su intención pura de enviar armonía, equilibrio y amor a las zonas afectadas que son mayoritariamente las Regiones del Bío Bío y del Maule.
Necesitamos prontamente elevar la frecuencia de vibración del miedo y la desolación que hoy reina en esas zonas y también enviar amor a todas las almas que en este evento abandonaron este plano.
Ya muchos de nosotros sabemos que no existe ni el tiempo ni el espacio, y podemos direccionar nuestros pensamientos y nuestra intención en la alineación de nuestra mente y nuestro corazón hacia Chile y hacia mis hermanos que hoy tanto lo necesitan, sé que cada uno de ellos sentirán toda la fuerza del amor que ustedes envíen a sus corazones y sé que esta paz y armonía en estos momentos es mucho más necesaria que toda la ayuda material que prontamente llegará gracias a la colaboración de gobiernos de mundo.
Cada día nuestro planeta es más pequeño por la cercanía que podemos tener gracias a la tecnología, sin embargo, en estas 48 horas que estuve incomunicada por falta de electricidad, comprendí que el corazón también puede ser un gran canal de comunicación de última tecnología, muchos de mis amigos y conocidos me escribian diciendo, siento en mi corazón que estas bien junto a tus niños, esperamos tus prontas noticias, y así fue, estuve todo el tiempo enviando mis mensajes con el corazón de que estabamos bien.
No debemos sentir lastima, no debemos contribuir a seguir bajando la frecuencia de vibración que hoy se siente en mi país por la desesperanza, les pido que sus pensamientos y sentimientos cuando vean las noticias, sean solo de luz y amor para cada una de aquellas personas que ven, inclusive para aquellas que están robando y saqueando en medio de tanto dolor.
Son momentos para crecer y despertar, y esta gran oportunidad está siendo tomada sobre todo por los jóvenes, la generación de los niños entre los 15 y los 20 años, quienes nunca habían vivido un terremoto en su vida, se han dado cuenta de lo importante que es saludar al vecino, saber quien vive en tu entorno, llamarse y preguntarse como está toda tu familia, mirar a alguien en la calle y ser capaz de acercarse y preguntarle como se siente, pude ver las reacciones en los amigos de mis dos hijos adolescentes de 15 y 17 años, todos ellos inmediatamente formaron una red de apoyo y comunicación, donde en minutos pudieron saber donde se encontraban cada uno de sus amigos y sobre todo aquellos que estaban de vacaciones en el sur de Chile, estas actitudes son para mi profundamente esperanzadoras en la juventud y los niños de las nuevas generaciones de nuestro planeta.
Para cada uno de mis hermanos de Chile, un gran abrazo y para cada uno de mis hermanos del Mundo, mi agradecimiento por sus mensajes de amor y de compañía.
Santiago – Chile, 1 de Marzo de 2010.
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