De: María Cecilia Teixeira
http://escritores-canalizadores.blogspot.com
8 de abril, 2010
Mi amada amiga Alexiis.
Es lamentable para todos los que vivimos la espiritualidad a cada día, y que ya actuamos con firmeza dentro de la Nueva Energía, que aún siga existiendo hermanos dispuestos a seguir con los esquemas de la vieja energía. Me parece increíble que ellos no hayan interiorizado los conceptos y enseñanzas que tanto hemos luchado, al lado de los Maestros de Luz, para diseminar en todo el planeta. Se dicen seres espiritualizados, pero siguen utilizando las mismas armas y total ausencia de amor, ética y compasión, que caracterizan la vieja energía.
Es cierto que con la Luz, las máscaras dejan de existir, puesto que ella lo ilumina todo. Pero esas tentativas de desestabilizar a quienes, en silencio, han trabajado durante toda sus vidas para la victoria de Luz y del Amor en ese plano, no se justifican. Al parecer, los que se portan tan mal, produciendo dudas y generando divisiones, no pueden ser llamados Trabajadores de la Luz. No se merecen ese titulo. Y no debemos permitir que sigan causando revuelos y sustos, y/o infundiendo el temor en nuestros corazones.
Debemos ayudar a los demás – sobretodo lo que están empezando ahora a caminar – a discernir. Así que ¿Qué significa discernir? ¿Cómo podemos poner en práctica el discernimiento?
Es muy sencillo. Todo lo que nos cause malestar, irritación, que nos presente una visión distorsionada, o muy limitada y/o muy corta de las situaciones, no provienen de la Luz. Todo lo que demuestre ausencia de amor, falta de compasión, o de respecto para con nosotros y con los demás, tampoco puede proceder de la Luz. Cuando atacamos a los demás, juzgamos y condenamos a nuestros hermanos, estamos gastando una energía preciosa, que muy bien puede ser empleada en otras cosas, mucho más positivas.
No estamos competiendo para ver quién canaliza mejor, o es un canal verdadero. Tampoco para saber quién llegará primero en la Ascensión. Los que tenemos un Propósito Mayor, y estamos conscientes de ello, no necesitamos probar que somos los mejores, ni tampoco que nadie diga que somos los peores. Eso porque ya ni las alabanzas, ni el clamor nos alcanza. Hemos logrado llegar a una neutralidad tal, que las flechas que nos lanzan nos atraviesan sin dejar marcas. Somos seres transparentes.
Así que creo que debemos seguir nuestro camino sin sobresaltos. Amando a todo y a todos. Y manteniendo siempre una visión más elevada y la preciosa conexión con nuestros amados Maestros y Seres de Luz. Abran sus corazones a la Luz, hermanos. No estamos competiendo por nada. Nuestro único anhelo es alcanzar la Ascensión y implantar un Mundo Bien Mejor en la Tierra. Y sepan que ese mundito mejor solo puede empezar en el corazón de cada uno… para después, como un sol, inundar a nuestro amado planeta Tierra… y entonces, (¿Por qué no?) contagiar a todos los mundos. Os amo muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuucho!!!
Yo Soy Cecilia
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