16.03.2010
Maria Cecilia Teixeira
http://escritores-canalizadores.blogspot.com
Mientras sean probados, nos llamen y compartan conmigo y con mi amado hijo, sus penas. Seguramente les podremos aliviar la carga, arrimar el hombro y llevarlos con seguridad al otro lado del río.
Oh hija mía… Sigues siendo pionera en muchas cosas… Yo, Madre María, te bendigo por eso. Hace mucho que has empezado tu caminar por ese sendero glorioso de la Ascensión. Y ahora que estás casi alcanzando lo que tanto buscabas, te doy mi bendición y te animo a seguir adelante, mismo cuando, lo sé, ya estás tan cansada. Quiero que sepas, y eso va por todos los Trabajadores de la Luz, que esos son realmente los tiempos finales. Vosotros han heredado la Tierra, puesto que son los mansos de corazón. Pero no a ese planeta, como es hoy. Él tiene que ser limpio y purificado otra vez, antes que puedan volver a él de nuevo.
Mientras tanto, os insto a realizar un último esfuerzo, en el sentido de limpiarse y purificarse a uno mismo, antes de retomar sus vidas en la faz de la Tierra. Mis hijos amados. Sé que se avecinan tiempos difíciles y llenos de retos para muchos de ustedes. Eso no significa que os dejaremos solos, entregados a su propia suerte, no… Estaremos junto a cada uno y escribiremos juntos las últimas páginas de la vida en Gaia, tal como la conocemos. Tengan en mente que los cambios son siempre para mejor. Y que tan solo ocurre el mejor para cada uno. Tengan total confianza en lo que os digo, y ya verán que muy pronto pasaremos esa página, para ingresar en la nueva Era Dorada.
Fe y valor, hijos míos, pues ya falta muy poco. Sé que Rafael es el nuevo canalizador, encargado de transmitir nuestros mensajes. Pero eso no impide que vengamos a ti, Cecilia, cuando puedas recibirnos y hacernos un hueco en tus trabajos diarios. Esté atenta, pues eres muy importante para nosotros, por toda la gran ayuda que nos presta. Con todo mi amor de madre, os dejo por ahora. Pero quiero que mientras sean probados, nos llamen y compartan conmigo y con mi amado hijo, sus penas.. Yo Soy la Madre María.
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