Bertha Martinez
22 de noviembre, 2011
Hace muy poquito tiempo que os recordé en un post, los “agujeros de gusano” y la “ola de Zuvuya” de José Argüelles, aquí en este mismo blog, desde ese instante ha estado en mi mente, he ojeado sus libros…, no dejaba de hablar de los ciclos, de hecho en la conferencia de Madrid tuve que mencionar los ciclos cósmicos como fuente de lo que está sucediendo, en fin. Muchas han sido las sincronicidades que se han sucedido, muchas…, pero ayer mismo sentía extrañeza, silencio, nerviosismo, algo está sucediendo en otros planos…, esas fueron las palabras que yo le dije a Emuel. Y de pronto la gran cerradura del tiempo se abría en mi mente, la podía ver con total claridad. Más tarde la noticia del fallecimiento de Valum Votan. Entonces el nerviosismo se volvió en claridad, en información, en serenidad, ahora ya sí, ya estaba convencida que estaba comenzando algo grande.
Estamos finalizando un ciclo cósmico y con ello estamos también despidiendo a hombres que nos han dejado su conocimiento traído de las estrellas, menciono a Zecharia Sitchin y por supuesto al reciente fallecimiento de José Argüelles, Valum Votan que significa “cerrador del gran ciclo”. Curioso ¿verdad? Este es el punto de no retorno. José Argüelles tiene ahora un cometido más importante que hacer y lo hará desde el otro plano. Cerrar el ciclo.
Es importante, es fundamental, todavía no ha terminado su labor, ahora le queda lo más importante, lo más brillante, lo más honroso. Todos sabemos que los seres de luz comprometidos seguimos nuestro trabajo, es incesante, ya sea en un plano más denso o en uno más sutil, y sigue y sigue hasta que volvamos a la fuente. Vamos y venimos, salimos de la fuente y regresamos a ella, tenemos conocimiento del plan, del holograma de sostenimiento, el reto está en una vez venimos aquí poderlo llevar a cabo.
Tras la partida de José Argüelles, la luz se pliega para ver la cerradura (la luz sólo se pliega con el amor), la puerta de entrada a la nueva experiencia consciente. Pero no será hasta el 11 del 11 de 2011 que la llave se introduzca para que el tiempo pasado, presente y futuro creen la multidimensionalidad. Los antiguos Mayas dejaron grabado en el espacio electromagnético, en la rejilla de la Tierra, la cronología del tiempo celeste y terrestre, los antiguos egipcios dejaron la conexión extraterrestre e intraterrena, la conexión con tu yo más sagrado; la alta magia, los Atlantes dejaron la tecnología, los Lemurianos dejaron la semilla de la espiritualidad de la Tierra, todas las civilizaciones portadoras de la consciencia de creación , de la semilla estelar, podrán ser vislumbradas cuando la llave sea introducida en esa cerradura, en ese pliegue de la luz. Entonces será cuando podamos ver con total claridad los paquetes de información desplegados en el ahora, el tiempo se desdobla, las realidades son multidimensionales, las hebras del ADN podrán leerse. Es la muerte del ser humano y el nacimiento de ser supra-consciente. Ser que podrá trabajar al unísono con toda la información terrestre y celeste, hay un trabajo arduo que hacer.
Han sido muchos los hombres que han ayudado a que renazca una nueva humanidad consciente, vibrando en el amor. Ellos han aportado lo que eran, lo que seguirán siendo y nosotros tenemos ahora que seguir, tomar el relevo, honrar su presencia , su vibración, su luz, somos muchos los que tenemos que hacer que la realidad se manifieste, y que el maya o ilusión pueda verse en su completo holograma, así el entendimiento podrá comprenderse desde el servicio del corazón. Mente y corazón unidos. Cielo y Tierra unidos. Podremos ver las huellas dejadas en el pasado para retornar al hogar. ¡Es fantástico! Honremos a los ancestros su trabajo está a punto de ser desvelado… Nuestro trabajo está a punto de ser desvelado, de florecer. Aquellos somos nosotros ahora.
Canalización de Luhema
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