Mensaje de Madre María
22.11.09
Maria Cecilia Teixeira
ngari09hotmail.es
Hola mi querida hija. Sé que has pasado por una crisis, debido a la incomprensión de tus hermanos. Pero también he visto como te has hincado el pié en tu luz, y les has enseñado la gran maestra que eres. Así que vamos dejar todo eso atrás y seguir adelante, puesto que hay mucho trabajo que realizar, y muy poco tiempo para hacerlo. Mucha gente ya se ha enterado de nuestro mensaje sobre el Pacifico Sur. Eso ha sido más un aviso que no ha caído en sacos rotos. Ya hay mucha movilización en esa área y eso significa que podremos salvar muchas vidas, gracias a ese trabajo.
Os pido que empiecen a percatarse de la importancia de esa comunicación nuestra con vosotros. Muchos nos repetimos con los mensajes, pero antes pecar por el exceso que por la falta, como soléis decir. Quiero informaros también que todas las noches, estamos trabajando individualmente con cada uno de vosotros, trabajadores de la luz, para que se fortalezcan en su caminar hacia la ascensión. Si añadimos a eso las energías cada vez más potentes que entran a cada día en el planeta, obtenemos como resultado, no solo el despertar de muchos, pero también os hace más fuertes a los ya despiertos.
Tomen buen apunte de vuestros sueños. Ellos pueden revelar la misión de cada uno, durante posibles emergencias. Y si no se recuerdan de los sueños, aprendan a oír su propia voz interior, la que proviene del corazón. Ella os dirá con exactitud, como actuar para ayudar a sus hermanos, delante de una eventual situación de crisis. Y, ante todo, no temáis. Todos los trabajadores de la luz estarán protegidos y a salvo.
Vosotros sois nuestros brazos y piernas en la Tierra. Pero no solo. Son, sobretodo, nuestro corazón y es así que quiero ver a todos mis hijos, tratándose como hermanos, con amor y respecto mutuo. No más desavenencias. No más reacciones, ni palabras duras. Si todos tienen los mismos objetivos, y desean lo mismo, no hay ninguna razón para desconfianzas. Quiero ver a todos mis hijos unidos alrededor de nuestros objetivos comunes. Los tiempos ya son duros. No os hagan aún más difíciles. Yo Soy la Madre Maria y os dejo con todo mi amor.
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