de: Patricia B. Biondi
21 de noviembre, 2009
¿Qué es el Amor?
El Amor, puro amor. ¿Te sentiste enamorado alguna vez? ¿Qué se siente?
Es ahí cuando ya nada importa, solo ese alguien a quien amas. Ya no comes, ya no duermes, solo piensas, miras el teléfono y la ventana a ver si llama o viene.
¿Qué es amar? Sientes, como que ya nada comienza a tener sentido. Todo tiene que ver con todo. Relacionas todos los puntos vividos anteriormente con esta persona y los momentos del ahora. Todos coinciden en algo, en un punto y ese era que estábamos destinados al otro, desde el primer momento, de la primer mirada, de la primer palabra.
¿Qué es sentir amor? ¿Cómo sabes que estás enamorado? ¿Lo sientes?, ¿lo vives?, ¿lo hablas?
O, solo es… Nada más ni nada menos solo Ser.
En ese momento no necesitas a nadie que te diga lo hermoso que sos, lo bello de tu pelo y lo bien que te queda la ropa. Hay una luz que brilla en tus ojos, una luz muy potente que todos miran, todos ven. Y ya llega alguien que te pregunta: ¿qué te paso? Has cambiado, estás más bello, tienes algo, no sé qué, pero se te ve bien.
Es esa luz. Esa hermosa luz que hace que tus ojos brillen más fuerte. Que cambian la forma de mirar a todo. Todo tiene otro color. Estas enamorado.
¿Te acuerdas? Ya nada te molesta, ya nada importa realmente. Solo no quieres dejar de sentir ese amor nunca más. Esta allí, vino a ti; representado por una persona que te ama también. Y todo es colorido, todo es amor. Solo quieres y deseas el mejor bien para esa persona.
Recuerdo, que era muy niña cuando un día le dije a mi mama: ¿“No sentís que todo es amor”? ¿Cómo un niño puede saber esto? Siempre dije que los niños son más inteligentes que nosotros. Y está demostrado que es así. No necesitan probarse ni probar a nadie solo aman.
Recuerdo mirar una rosa, y no ver la flor; ver solo sus colores, su aroma, su forma tan definida tan hermosa, perfecta. Combinada con ese tallo y hojas de un color contrastante para que ninguna parte apague la otra. Son iguales. ¡Eso es amor! Me dije.
Era una niña sí. Pensé que estaba mal ser así, ya que no todos veían amor en una rosa. Pensé que no era normal ser así; entonces quise ser normal. Me aleje tanto que no pude entender porque la vida ya no era tan linda.
Hasta que un día recordé ese día, ese momento mágico de mi niñez, y recordé que siempre era así. ¿Qué me llevo a cambiar?
Quería ser como los demás.
¿Y qué es ser como los demás? Aceptar dije.
Aceptar que no podemos mirar más allá de nuestros ojos. No podemos ver algo que no existe en el sentido de la vista o cualquier otro sentido.
Recordé también, que sentía a los angelitos que se acostaban a mi lado a la noche, sentía como la cama se hundía de ese lado. ¿Porque olvide todo esto?
¿Está mal querer ser como los demás? Es tan difícil este mundo. Es tan difícil, que aquellos que íbamos por el camino correcto, pensamos que estaba mal.
Yo sentía que me dejarían de lado, si es que no me ponían en una institución por todo esto que sentía. Entonces deje de Ser para ser. Ser uno más del montón, uno aceptado por la sociedad y este mundo manejado por quienes les conviene nuestro des-amor, nuestra des-unión.
¿Está mal sentir tanto amor? Porque creemos que amar, está mal. Pero no amar por decir. Amar incondicionalmente, ese es el Amor Puro. Ese es el Amor Real.
Recuerdo cuando canalice a Dios Padre, que fue solo una vez. Me hizo sentir algo que nunca antes había sentido. Eso es Amor Puro, me dijo.
Amor Puro, pensé. ¿Qué hermoso, y saben que fue? Ese amor, que te sale por los ojos, te sale por las manos, te sale por el corazón. Sientes que vas a estallar de tanto amor. Ya casi ni se puede porque es tan fuerte. Y tienes ganas de reír, tienes ganas de gritar. Tienes ganas de abrazar y llorar. AMAS. Y no solo amar por amar, es algo que desgarra tu piel.
Algo que va más allá de lo que podemos entender con la mente. Ni con el sentir. Nuestra piel no puede con tanto amor, tan puro, tan hermoso.
Ese amor. ¿Está mal sentir? ¿Cuando sentimos ese amor? ¿Cuando recibimos ese amor?
Ese amor experimentamos cuando nos enamoramos de alguien. Y aun mucho más. Casi siempre el primer amor, es así. Ese amor es ingenuo, ese amor es tan puro, que a veces no vemos que el otro no nos ama tanto.
Ese amor es la luz. Ese amor es la vida. Ese amor es el camino.
¿Cuando nos damos cuenta que vivimos en la luz?. Cuando ese amor es tan fuerte que nos sale por los poros.
Les transcribo un texto de la carta 7 de Jesús publicada en la página www.caminodecristo.com :
“En todo momento, tu propósito más alto en la tierra es el de promocionar el BIEN espiritual y terrenal más alto, de toda otra entidad viva – humana o menor. No descendiendo al nivel vibratorio de aquellos que tienen necesidad, sino al apuntar muy alto y ofrecer la sabiduría que te ha traído a tu santuario – tu sancta sanctorum en la mente, emociones y condiciones de vida – si hay una disponibilidad de escucha y aceptación. De lo contrario, guardar silencio.
La pena y la compasión deben ser objetivas. La empatía te arrastrará abajo y se te enredará en las vibraciones de consciencia espirituales al nivel vibratorio humano. Esto posiblemente creará conflictos donde sinceramente habías únicamente intentado elevar y sanar. Evita esto, puesto que disminuirá tus energías y vencerá a tus propósitos espirituales.
El AMOR puro se preocupa únicamente de la elevación y del progreso espiritual, la sanación y el alcance del `Reino del Cielo`.
El AMOR Divino es un sentimiento, cálido, compasivo – cargado principalmente con el anhelo de hacer al amado capaz de:
crecer, crear, estar nutrido y a nutrir a otros, ser sanado y a sanar a otros, de ser educado y a educar a otros, estar protegidos y a proteger a otros, a satisfacer sus necesidades y que él satisfaga las necesidades de otros. Todo dentro de un sistema de ley y orden.
Este es el AMOR DIVINO/LEY en acción.”
¿No se siente bien amar? Cuando amamos, sentimos que nuestra alma salta de alegría.
Hace unos meses fui a una charla de un periodista argentino que hace charlas de espiritualidad, se llama Claudio María Domínguez.
En su plática nos decía: ¿quién ama incondicionalmente? Por las dudas nadie hemos levantado la mano. Entonces el dijo: ¿Aman a un hijo incondicionalmente? Ahí todos quisimos levantar las manos pero él se adelanto y dijo: NO hablo de dar la vida por un hijo. Eso lo haríamos todos, pero ¿los amamos incondicionalmente?
Ahí todos nos pusimos a pensar… ¿Amamos incondicionalmente? Primero: ¿nos sentimos enamorados?
El Padre dijo: “ese es el Amor puro”. Pocos nos sentimos enamorados. Estamos avasallados día a día por las cuestiones y el sistema basado de la 3ª dimensión.
Y menos amamos incondicionalmente. ¿Qué es amar incondicionalmente? Como la palabra lo dice, amar sin pedir nada a cambio.
¿Amamos así a todos?. Seguro que hoy pisamos una cucaracha, matamos un mosquito o matamos una hormiga. Sin contar las veces que matamos a alguien con nuestras palabras.
¿Amamos a todos? Nos cuesta amar. Decimos que amamos, pero no nos sentimos enamorados de aquel a quien decimos amar. Nos pasa a todos. Nos olvidamos de ese niño pequeño que tenemos dentro, que está muy lastimado por cierto.
No le dejamos Ser. Esta allí, prisionero y lastimado, por nuestras acciones, palabras y le damos la espalda. Aun así no lo escuchamos.
Y que nos dice siempre ese niño. ¡Te amo! Eso nos dice. A pesar de que no lo queremos reconocer, porque vivimos acelerados, tratando de sobrevivir en esta dimensión.
Te amo nos dice. Y nosotros nada.
El nos recuerda día a día, que debemos amarnos. Sin ese amor hacia nosotros es imposible amar a otros.
Cuantos dicen, soy espiritual, soy de la luz, pero fuman. Ese alguien no se ama. Ese alguien dice amar, pero no lo siente así. Se olvido de amarse primero a sí mismo.
Las cartas de Jesús, me trajeron el conocimiento y el despertar, han sido una guía y un diario de consulta. Allí esta toda la verdad.
Habiendo escrito y depositado aquí mi pensamiento, he llegado y así lo siento, a la conclusión.
Solo el amor nos va a salvar. Solo el amor tiene el poder de perdonarnos y perdonar, solo el amor nos traerá la puerta de entrada hacia el nuevo mundo.
Sepan, que no porque escriba, sienta aun ese amor tan puro. Cada día es un nuevo desafío que afrontar desde el amor. Pero estoy aprendiendo a escuchar a ese niñito lastimado que me recuerda. Eres Amor. Eres luz. Eres Paz.
Queridos, que toda la luz del Amor sea derramada en sus vidas, que su corazón estalle de amor.
Ámense y amen. Ese es todo el secreto.
Los amo con mi alma.
Patricia
Cristo vuelve, habla su Verdad. Cartas de Jesús: www.caminodecristo.com
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