jueves, 12 de noviembre de 2009

MENSAJE DE KUTHUMI

Lo que nos trae el 11.11.11: la mirada en nuestros adentros, que lo cambia todo.

11.11.2009
Maria Cecilia Teixeira
ngari09@hotmail.es


Hola mi querida chela. Vengo hoy a regocijarme con todos vosotros por todo lo que han hecho en el día de hoy. Sin duda, ese 11.11.11. es un día muy especial, y las fuertes energías que entran en la Tierra, seguramente os van a servir de estímulo para seguir adelante en el sendero de la ascensión. No es por casualidad que estoy tratando de hablarles, puesto que de repente, como por arte de magia, la Tierra a que estaban acostumbrados deja de existir. Cada ser encarnado actualmente en el planeta, se verá obligado a mirar dentro de si mismo, por una razón u otra. Y su visión seguramente ya no será la misma de ayer.

Todo eso puede parecer un tanto confuso, para los que no están acostumbrados a mirarse al espejo. Pero os aseguro que de ese simple gesto, nacerán cosas maravillosas… y espantosas. Si, ya lo sé: nadie suele hacerlo. Eso es algo inaudito (sin precedentes) y que muy pocas veces ha pasado a muy pocos. Pero lo que van a descubrir y podrán ver allá, en el más hondo de cada uno, es que todos vosotros no son tan solo seres físicos. Son seres espirituales, “vestidos” con trajes físicos.

Eso es decir que dejarán de creer que no valen nada. Ya no se lo creerán en la primera mentira, o media verdad, que oyen en la tele. Tampoco podrán ser manipulados por las falsedades estampadas en las portadas de los periódicos. Y se cuestionarán cuando te piden dinero para tal fondo, o para tal iglesia. Eso se llama Nueva Consciencia. Emerge de lo más profundo de cada uno. Y viene para quedarse, y ampliarse.

Eso no es de ningún modo, un montón de tonterías, como pueden pensar algunos. Es el rastro que va a dejar ese día en el alma y en el corazón de cada habitante de ese planeta. Y es también lo que quiero compartir con todos vosotros en ese 11.11.11. Gracias, Cecilia, por divulgar mi mensaje.
Yo Soy Kuthumi, chohan del Rayo del Amor y Sabiduría. Adonai.

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