Mensaje de Adamus Saint Germain
18.11.2009
Maria Cecilia Teixeira
Mi amado ángel. Sé que tienes tu propia vida y que no se imaginaba tan importante cuanto de hecho lo eres. Absolutamente todo lo que haces, lo haces divinamente. Cada respiración tuya, la haces a consciencia y, sobretodo, con mucho amor. No te imaginas la estatura que tienes. Es lamentable que otros, para parecer a los demás que tienen una altura mayor, intenten derrumbarte para subirse a tus espaldas y así parecer que tienen alguna estatura.
Tú, Cecilia, eres capaz de sorprenderme a cada momento. Me admiro de verte en un día como hoy, así tan tranquila, tan serena, haciéndose tan tranquilamente las uñas, como si nada… Has contestado tus e-mails como la gran Maestra que eres. Asumiste tus quehaceres diarios con total paz y armonía. Y dejaste que cada uno piense lo que quiera, diga lo que le de en la gana, y haga lo que le apetezca. Que cada uno demuestre el grado de consciencia que tiene.
Quiero felicitarte públicamente, por mantener tan elevada tus vibraciones. Por recibirme tan pronto te percataste de mi presencia. Por ser quien tú eres. Por no juzgar, ni admitir ser juzgada. Por todo el amor que demuestras hacia todos tus hermanos, sin importar a quien.
Espero que todos los que te juzgaron, criticaron y condenaron revisen sus posiciones. Que pasen a mirar dentro de si mismos. E intenten descubrir lo que efectivamente llevan dentro. Yo Soy lo que Yo Soy, Adamus Saint Germain, y he venido tan solo para reparar la gran injusticia que intentan hacer contigo, Cecilia. Sigue en Paz.
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