by Emisaria Amor
08 Junio 2013 09:56 AM PDT
Saludos a vuestros corazones amados, a vuestras alegres presencias.
Esta noche, la presencia del Ángel Anauel, Ángel de la percepción de la Unidad, que secunda con dignidad al Arcángel Miguel extiende su manto azul sobre la Tierra, con el fin de crear una elevación hacia la estratósfera.
Este Ángel aquí presente en este instante, circula alrededor de ustedes y el susurro de sus alas viene a hacer cosquillas ligeramente al niño.
Estarán acompañados, ya que esta noche, tomamos el Puente de Cristal.
Coloquemos en nuestros pies nuestros pequeños patucos diamantinos. Somos esperados en una gran sala donde los Aky-or se han colocado en una Cama de Cristal.
Dulcemente, cuiden bien de acordonar vuestros zapatos para no extraviarse, para no tropezar, y abandónense a todo lo que llega, todo lo que es y todo lo que será.
Retomemos dulcemente juntos la marcha de los Ángeles, la marcha de las Estrellas y avancemos en línea recta, ahí adonde somos esperados.
Miremos juntos más allá de los océanos, más allá de las montañas y atravesemos este Universo. Estamos bien guiados, ya que estamos en el brazo del abrazo, en la eternidad de la extraordinaria ordenación de vuestras presencias inmaculadas.
Abrimos un espacio delante de ustedes, abrimos un cielo estrellado, con el fin de que la Unidad pueda percibir más tiempo en su presencia de la Tierra, toda esta perfección al interior de la percepción. La mirada del Ángel es una mirada de amor, es una mirada de dulzura, de fervor, de esplendor. Es una mirada que atraviesa la eternidad, ya que es la única vibración que resulta grande, amplia delante de sí.
Avanzamos dulcemente y atravesamos las galaxias y nos encontramos sobre nuestro camino, otras Unidades que nos saludan de la mano, que nos miran pasar y que desean acurrucarnos contra su corazón. Compartimos esos instantes de felicidad, ya que sabemos que vamos alegremente y animadamente en un Universo blanco. He aquí somos acogidos. Cada uno de nosotros lleva su vestido áurico y el color es su corazón. Cada uno de vosotros en su nombre, tiene una Mesa de Cristal.
En un movimiento de levitación, dulcemente, tú te presentas. Aky-Oré es el saludo de los Aky-Or. Ellos abren para ustedes un espacio donde lentamente te has dejado recibir esta energía de amor. La iluminación perfecta de tus trece coronas de energía empieza. Una luz incandescente brilla con mil fuegos. La circulación fluida es libre. Las coronas de energía se liberan de todas las escorias, de todo el polvo que son no deseados y no perfumados a los colores de la eternidad.
Un gran trabajo ha empezado y la multitud de sus rayos vienen a adornar en una iluminación perfecta, esta esfera áurica de cristal alrededor de ti. Una corriente de electricidad de un bonito azulado viene a relumbrar la perfección de su vibración. A cada uno de ustedes está designado un Ser de pura Luz, un Médico del cielo del decimotercer Universo, un Aky-or. El pedido ha sido así hecho. Ustedes deben por más tiempo solicitarlos en vuestro cotidiano. Ellos esperan que tu corazón desee la sanación perfecta de su corazón de Luz.
Dejen operar la obra, dejen relumbrar la obra a través de vuestras coronas de energía, con el fin de que el fuego sea esta llama de amor, este abrazo en tu corazón sagrado.
La fusión áurica con la Gran Esfera de la Esfera viene a fusionar en este instante presente para que el calor de vuestras vibraciones se eleve dulcemente y se vuelva esa tasa vibratoria que no cesa de bullir para que vuestras células se vuelvan de cristal claro líquido, que se lo pueda ver en la gran transparencia de la vida de todos los días, la sabiduría y la grandiosidad de vuestra luminosidad. Cada corona de energía es así solicitada. En vuestro cotidiano, ustedes se sentirán algo enfermos, algunos malestares. La gente tiene necesidad de vuestra luminosidad. Hemos retomado así el Verbo, ya que debía ser clarificado. Ustedes son portadores de esta energía divina, son esta Luz sublime, son todo esto y todavía más que eso.
Permanezcan sobre vuestra Mesa de Cristal. Abandónense.
Los faldones de vuestro vestido blanco inmaculado, sembrado de pepitas dorado-plateado es irisado a los mil y un colores de vuestra presencia. La unificación está produciéndose, la fusión está produciéndose, la gran conexión está produciéndose y así y así, en cada corona, la energía atravesará un poco de la otra y de la otra y la percepción se iluminará. La mirada del humano cambiará y su amor será tan grande que las flores se inclinarán para saludar la divinidad en cada uno de ustedes, en cada uno de nosotros.
Dejen circular la energía en una gran fluidez, dejen el sistema linfático, ese río diamantino, purificarse, dejen las células bullir hacia la sanación de vuestras canciones. Cada paso del niño es un avance incluso si ustedes creen permanecer en el lugar. Estén bien seguros que todo alrededor de ustedes se mueve, que todo alrededor de ustedes está viviente y que todo va como se debe. Esto parece ser una ilusión, pero de esto, ustedes serán engrandecidos, ya que hoy, la presencia del Ángel en su infinita bondad, en el conocimiento de su labor, viene a colocar en ustedes la preciosidad.
Pedimos al Espíritu permanecer sobre la Mesa de Cristal y dejar las energías realizar lo que ellas tienen que realizar. El trabajo continuará cada día hasta el solsticio de verano. La paz se colocará y el niño rey al interior de tu corazón reinará con felicidad. Dejando al Espíritu sobre la Cama de Cristal, el niño retoma dulcemente la marcha nupcial, la marcha de las Estrellas, la marcha de los Ángeles. En vuestro cielo estrellado viene a colocarse la estrella del Norte, con el fin de guiarlos en vuestra gran travesía. Ustedes son secundados, son amados, son mirados y la dulzura se lee en vuestros rostros.
Los Niños, los Querubines, los Serafines, los Tronos, las Dominaciones, los Ángeles y los Arcángeles se han colocado sobre la rampa de la escalera, sobre la rampa dorada para mirarlos pasar y aplaudir a cada uno de ustedes en su gran travesía. Son acompañados con un arco iris de color, un arco iris de felicidad que viene a adornar vuestra mirada, que viene a adornar vuestro espacio, vuestra presencia. Ustedes son muy mimados niños benditos y encuentran las mil y una facetas diamantinas de vuestro Ser supremo, vuestro Sí de la Unidad.
Sientan la vibración circular, sientan la elevación de vuestras auras, la elevación de vuestra tasa vibratoria y permanezcan así cada día de vuestra vida. Comprendan bien que todo lo que se coloca y se desplaza en este Universo blanco es inmaculado. Comprendan bien que el gran manto azul de la justicia viene a colocarse más tiempo y que en cada uno de ustedes, el Verbo amar se volverá una gran potencia de elevación, ya que vuestro corazón será la vibración elegida del alma y así, la Unidad retomará su lugar.
El camino puede parecer muy largo, pero es muy corto. Es un velo, un velo a atravesar. Dejen vuestras coronas de energía activarse, purificarse, unificarse, reprogramarse, con el fin de que su Luz esté a la vista y en presencia de todos. Nosotros volvemos a colocar las energías, ya que vuestras laringes serán rápidamente solicitadas y estén muy asegurados de hablar de amor, de conjugar el Verbo amar en todas las terminaciones, de conjugar el Verbo ayudar, secundar, y así, les será dado, en una gran vibración de amor, todos esos engramas.
El holograma de tu Ser retoma su majestad y brilla más. La reprogramación está en una ordenación perfecta de la Unidad. Dulcemente ustedes se vuelven, dulcemente permanecen bien centrados en vuestro meditado. Nada debe ser brusco; todo debe estar en una gran dulzura, ya que las alas, las plumas de los Ángeles sedosos vendrán a susurrar vuestras coronas energéticas. Nada se pierde, ya que todo está en lo pleno de la vida, en la alegría de ser sí, en la alegría de estar en esta gran nave, en la alegría de estar sobre la Tierra en el lugar bien preciso donde cada uno ha elegido su vida.
Dulcemente, dejamos vuestras Conciencias retomar su Ciencia. Dulcemente, dejamos despertarse al niño aquí presente. Un rayo verde esmeralda proveniente de la sala de los Aky-or viene a colocarse en tu gran coronal de estrellas y se desliza a través de tus coronas de energía para poner en marcha más tiempo la sanación en la compasión.
Déjense invadir, déjense llenar de toda esta Luz. Sean a perfeccionar cada uno de ustedes, sobre vuestra Mesa de Cristal, el deseo de la sanación en totalidad. Agradecemos todas esas energías que nos son dadas a profusión, que nos son restablecidas en toda simplicidad al corazón de vuestro corazón en el corazón.
Perciban en vuestras Unidades la vibración. Sopesamos un pesaje de oro y de plata y lo colocamos en el balancín, en el balancín de tu corazón y miramos que la igualdad sea dada a cada uno de ustedes y deseamos que el centro sea bien dado, que el centro sea bien guardado. Cuídense bien cada día en vuestro cotidiano de volver a llevar a vuestro espíritu el pesaje de oro y de plata en el gran balancín de la vida. Un equilibrio debe ser dado, un equilibrio bien pesado, bien dispuesto a no inclinarse un poco más de un borde que del otro, sino a guardar la mitad, ya que es la vía que los llevará a la unificación.
La magia del amor está operándose, la magia del amor está abriéndose más y extendiendo su Manto Crístico sobre esta humanidad.
El rayo rubí de oro y de plata se coloca en el corazón del niño. Déjense recibir este amor del Padre y de la Madre para el niño sobre la Tierra. El rayo rubí abrirá para cada uno de ustedes pronto en su cielo, un espacio de fervor, de compasión y de amor para el amigo de al lado.
La energía de Sananda, Josua, Jesus y de Emanuel, etc…, retomará su lugar primero en el corazón de los niños. Dejen atravesar la llama sagrada, el rubí estrellado de vuestros corazones encantados. Ustedes están bien envueltos, bien protegidos, bien amados. Nosotros les dejamos recibir y colocar todos estos dones en vuestro corazón sagrado. Sean libres de aceptarlo.
Ya hemos hablado en colectividad de todas esas energías cósmicas de la Unidad. El Todo es reemplazado en el Gran Todo y el alma está así, en una caída libre de echarse a volar hacia otro destino o de quedar, con el fin de obrar más tiempo con el Verbo amar. Avancemos alegremente ese paso libre de las Estrellas.
He aquí, yo he dicho.
Sean bendecidos, ya que yo también lo soy.
Sean perfumados de la eternidad, ya que nosotros los hemos esperado y retomamos el lugar, nuestro lugar amado junto a la Fuente divina, al corazón del Gran Sol y ustedes estarán encantados de todo esto y serán sorprendidos como un recién-nacido y comprenderán que es así que deben vivir vuestra vida.
Que la gracia recaiga sobre Ustedes, que la gracia recaiga sobre Nosotros.
Nosotros los dejamos.
P.S. La transcripción de una canalización no podría reemplazar la efusión vibratoria del momento presente.
© Copyright 2013 message Émanũel-Ãchinox
Emisaria Amor | 12 junio, 2013 en 13:41
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