De: Luz Peña
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5 de febrero, 2010
Muchas veces las tan conocidas leyes del karma nos aprisionan, nos limitan hasta tal punto que se convierten en una pesada sintonía diaria; antes que nada debemos ser conscientes que tenemos karma, cuya liberación llega a través de una purificación con la llama violeta, una gran energía transmutadora que se emite hacia la Tierra en este momento de limpieza energética.
Una vez conscientes y liberados debemos elevarnos hacia el plano cósmico. Como sabemos, ya gran parte de la humanidad está pasando por este proceso de evolución, muchas veces de forma inconsciente. Otro tema que retrasa esta transformación, la limita y la bloquea es el apego a lo material que mucha gente tiene.
Estamos en la Tierra, pero unidos al plan Divino.
ELEVACIÓN ESPIRITUAL
Elévate a lo alto de una montaña, por encima de las nubes. Rodeado/a de un silencio total, percibe el cielo, inmensamente azul, y un rayo de luz blanca que te envuelve como un manto protector.
Siente el cambio de energía: es leve, pura, sutil. Una enorme sensación de paz embarga todo tu ser. Respira suavemente y permite que esta nueva energía penetre en cada partícula de tu cuerpo y te ilumine.
Ahora, en nombre de la poderosa Presencia de Dios, invoca y siente a tu alrededor a tus Maestros Cósmicos, seres llenos de luz. Te encuentras en un plano por encima de la Tierra.
Dirige la mirada hacia abajo y date cuenta de lo pequeño que resulta todo ante la grandiosidad del Universo. Siente cómo tus problemas emocionales, económicos, materiales, profesionales, conyugales, de competitividad resultan insignificantes a medida que te distancias de ellos.
Ten la valentía de romper con todos esos apegos terrestres. Piensa en lo que más te preocupe en este momento. Escribe mentalmente en una hoja de papel en blanco todas las circunstancias que te aflijan, sin involucrarte emocionalmente.
Guarda el papel dentro de un sobre, séllalo con lacre y entrégalo al Maestro Jesús, que se acerca en compañía de la Madre María y de un coro de ángeles.
Después de realizar esta entrega, confía en que a partir de ese instante la Conciencia Cósmica te proporcionará la ayuda que necesites, la cual llegará en el momento oportuno. Mira de nuevo hacia abajo y ve, ahora, todos tus problemas resueltos.
Ábrete y permanece atento/a, para darte cuenta del momento en que eso acontezca. Estos mensajes sutiles del Universo son lo que llamamos <coincidencias>.
Envía un fuerte rayo de luz dorada a tu casa, a tu trabajo, y a todas las personas con quienes te relacionas en tu vida.
Vuelve a la Tierra, totalmente en sintonía con la Dimensión Cósmica. Siéntete unido/a al Plano Divino por medio de un cordón dorado de energía. Este vínculo hace que todo lo que ha sido entregado se realice.
Desde todo mi amor y humildad en mi servicio.
Has kai ja ... LUZ Peña.
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