Hector Santos Ramallo
¿Quien ha figurado tu fuerza que con rayos prestados rondas las mareas,
Seduces a los hombres y marcas los ciclos de la tierra?
¿Quien no ha permitido mis ojos en tu esquiva cara?
¿Como te llenas de luz cuando en un alunar eclipse
El sol te baña, y tú, arrogante, te pones de fuego su traje?
¿Cuando has arrojado tu sortilegio de ensueño
Luna que me miras cercana y lejos
Con una luz prestada?
¿Quien te ha puesto a rondarme
Exacta, paciente,
Embrujo pálido de una sola cara?
¿Acaso mostrarte entera no quieras
Porque temes que tu sombra, se reconozca en la mía,
Porque sabiéndote total mas que amarte te tema?
Parecieras destinada a nefastos presagios
A veces con razones a veces infundados.
Sin embargo sometes con tus misteriosas fases
Emociones que tiemblan y sacudes las almas
Aúllan los lobos y traes la muerte
Y también trabajo para las matronas
Cuando vuelcas tus fauces de esa luz prestada,
Y paren las mujeres y la vida se endulza
Cuando prestas tus brazos
Y la noche mustia se llena de música
De los niños que nacen anunciándose en llantos.
Aunque sean previstos tus pasos
Aunque tu exquisito baile este determinado
Seguirás danzando entre bosques
Donde te acunan los duendes
Y arrullas los ríos y bailas con los búhos
Y las sabias mujeres se nutren de tu abrazo.
Cuando acabes el baile, cuando ya no rondes
Cuando ya el misterio no sea eclipsado
¿Buscarás la muerte o te fundirás eterna?
¿Te disfrazarás de sol o imitarás la tierra?
¿Donde esconderás tu rostro
Aquel que encubriste llena de secretos?
¿Donde buscarán mis ojos un nuevo misterio
Si ausente algún día dejas a la noche
Sin el delicado tránsito de tu paso lento?
Te fundirás al sol, y en ese anillo de fuego
Sellarás tu nombre que será un color
Con toda la experiencia de ser
Diosa amante
Reina coronada por un rey brillante.
Mi corazón entonces lo comprenderá todo
Porque ha sido el sol y ha sido misterio
Ha sido el fuego y tu oscura cara
Reflejo distante por eso me atraes
Ya no serás misterio, serás el reflejo
Grabada como un sello serás la voz
serás el secreto de mi enaltecida alma.
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