De: Juliet Loaiza
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30 de Enero 2010
Como es arriba es abajo, como es afuera es adentro, sí soy Rafael, me dirijo a ti a raíz del proceso de sanación interna con tu cuerpo físico; ojalá todos pudieran hacerlo, así como la Madre Tierra está realizando su proceso de limpieza y sanación, así cada uno debe también realizarlo con su vehículo, con su cuerpo físico.
Todos tienen sus sistemas neuronales y celulares listos para comenzar a recibir las indicaciones de renovación que cada uno considere debe realizar, es hora de poner en marcha dicho proceso y darle la posibilidad también a su cuerpo físico de vibrar en esferas de luz más elevadas. Es cierto, su ser interno prima sobre la materia, pero mientras estén encarnados su vehículo físico es necesario para el cumplimiento de sus labores.
Es necesario que tengan presente dicha situación y traten su vehículo con el respeto que merece, cuídenlo, aliméntenlo bien, respétenlo como el templo que representa para su alma de luz y ayúdenlo a desintoxicarse de todo aquello que no le es útil, de todo aquello que genera un peso más para su alma. Yo no necesito decirles a qué me refiero, porque cada uno tiene la posibilidad de analizar de qué manera está lastimando y contaminando su vehículo y pueda así modificar su acción.
Es hora que ayuden a su materia a vibrar con la misma sutileza que su ser interno y puedan ambos emprender un camino de retorno a su propia luz. Les repito, es más importante su interior, pero mientras estén encarnados su vehículo debe ser cuidado, ayudado y respetado. Eso es lo que quería compartir con ustedes en esta noche y aprovecho tu trabajo para decirlo, te agradezco por ello.
Me despido irradiándolos con mi rayo verde de la energía de la salud, Yo Soy Rafael”.
Juliet Loaiza
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