Amada Alexiis,
Leyendo este mensaje que me ha parecido tan acertado e importante, he hecho un pequeño resumen de los pasos a seguir, por si les sirve a los hermanos en nuestro trabajo diario para mejorar cada día más y más.
De mi Ser a tu Ser,
Rebeca/Anelle
5 PASOS PARA ESTAR EN LA GRACIA DEL MANTO AZUL DE MARIA – POR GEMA GALGANI
PRIMERA ETAPA: A partir del momento en que, por una razón o por otra, no están ya en el aquí y ahora, el Hic y Nunc (si su pensamiento se orienta hacia el pasado o hacia el futuro, incluso si se trata de cinco minutos más tarde), la Vibración les deja. Así pues, favorecer la aparición del Manto Azul de la Gracia, es centrarse en el Presente, es estar lúcido y consciente que todo lo que los aleja de su presente, los aleja de la Gracia.
SEGUNDA ETAPA: es a ustedes que corresponde decidir lo que piensan: por el ejercicio conjunto de la ATENCIÓN y de la INTENCIÓN, va a ser necesario orientar o reorientar sus pensamientos, procurando que la Luz vaya a convertirse en su única preocupación, que cualquiera que sea la actividad que pueden realizar o que llevan, o que se obligan a llevar, la Luz debe estar sobre el frente. Es decir incluso la actividad más compleja de su vida debe acompañarse del pensamiento de la Luz. Es una forma de vigilancia.
TERCERA ETAPA: se refiere a lo que se llama el mundo de las emociones. Porque en la vida, en este mundo de la dualidad, toda acción implica una reacción, y toda reacción es la consecuencia de una acción, aunque no lo ven. Eso va a requerir, allí también, una forma de toma de distancia porque, para que la Gracia se manifieste y actúe en su vida, es necesario que acepten que no son maestros de vuestra vida, sino que la vida es vuestro maestro. Entonces, en ese momento, se acercarán a la UNIDAD indispensable para el establecimiento de la Gracia.
CUARTA ETAPA: consiste en comprender que todo lo que es distracción (y entiendo por distracción todo lo que les divierte) es, en realidad, un alejamiento de la Gracia. Por supuesto, eso no quiere decir, por allí, que no es necesario ya hacer nada, ya no concederse o permitirse placer. Pero bien estar consciente del papel que desempeñan el conjunto de las distracciones (al cual se someten, al cual se adhieren) como elemento interferente con la Gracia. Una vez más, no hay que suprimir, por la voluntad, sino estar Lúcido de lo que representan estos elementos de distracción.
QUINTA ETAPA: es intentar favorecer, en ustedes, la experiencia. Ahora bien, la experiencia no puede manifestarse mientras utilicen palabras, mientras utilicen conceptos. Porque las palabras y los conceptos les remiten reorientar sistemáticamente a la experiencia del pasado, incluso la Más luminosa. Y la experiencia pasada no es el Presente. Eso requiere hacer, en ustedes, el silencio, no decidiendo callarse u oponerse a sus propios pensamientos (el que se emite y que nace independientemente de ustedes) sino, bien más, a favorecer los momentos que calificaría de contemplativos (que eso sea la llama de un fuego, que eso sea un elemento de la naturaleza). Porque la contemplación, alejándolos de las palabras, los acerca del momento Presente, del AQUÍ y AHORA, por lo tanto de la UNIDAD, y los vuelve, hasta cierto punto, propicios a la Gracia.
SEXTA ETAPA: ya no alimentar lo que pertenece a la Ilusión. Entonces, por supuesto, eso no quiere decir, por allí, que es necesario ya no alimentarse, o extraerse del mundo, sino allí también, estar cada vez más Lúcidos y conscientes del efecto de este mundo, de la Dualidad, sobre la UNIDAD. La Dualidad es lo contrario estrictamente y la antítesis de la UNIDAD y es transitoria, solamente la UNIDAD es Eterna. Entonces, cuando juegan el juego de la Dualidad (que eso esté en las relaciones con ustedes mismos, en las relaciones con los seres, en sus empleos), su conciencia, por supuesto, es limitada y, es incluso necesaria, para actuar en estos aspectos de la vida. Cualquiera que sea su actividad, más allá de la conciencia misma de vuestra tensión hacia la Luz (por la ATENCIÓN y la INTENCIÓN), vuelven a entrar en contemplación. Si cultivan un huerto, cambian su mirada: consideran las maravillas de la Creación. Si son terapeutas, consideran que no son ustedes quienes ejercen la terapia. Mientras la voluntad personal (la del ego, por lo tanto) quiera colocarse entre la Luz y ustedes (aunque la reciban), hay alejamiento de la Gracia.
Si respetan este pequeño número de etapas (y, si es posible, a medida del tiempo, de manera simultánea y más allá de sus períodos de Alineación, meditación, Radiación), van a darse cuenta que la Gracia puede manifestarse no importando que hagan.
Al respetar estos pocos elementos, muy simples, constatarán muy, muy rápidamente que se establecerán cada vez más fácil y cada vez más duraderamente en este estado de gracia. Hay, por supuesto, un período de aclimatación y este período de aclimatación es más o menos largo, según su estado previo. En algunos momentos, tendrán la impresión de ser aniquilados de sueño, cansancio, pesadez, dolores, fuego. En otros momentos, estarán en una vigilancia extrema donde la conciencia no puede encontrar ni sueño, ni descanso. Todo esto son las primicias de la instalación en la Gracia. Hasta cierto punto, al tener la clara conciencia de lo que no es la UNIDAD, se acercarán a la Gracia, se distanciarán de todo lo que es transitorio, sin rechazarlo (porque esto es importante) pero, realmente, transcendiéndolo. Se les volverá entonces fácil, y cada vez más, realizar una acción, en la Dualidad, manteniendo la Gracia. Y entonces, cualquiera que sea vuestra actividad, habrá algo que estará en ustedes, completamente independiente de la actividad dada, del humor, de los pensamientos, de las emociones. Vivirán, incluso cocinando, este Gozo Supremo del Amor. En ese momento, no habrá ya nada más que hacer: habrá, exactamente, que acoger la experiencia que se volverá permanencia y permanente.
A lo sumo crecerán en la Gracia, a lo sumo crecerán en el estado de UNIDAD. La UNIDAD no será más un concepto, incluso ni una percepción, sino un estado, más allá de la Vibración de su propia conciencia. Y este estado es Felicidad absoluta, Gozo absoluto. Por supuesto, no digo que toda su vida pasará en este Gozo porque, por supuesto, en torno a ustedes, las circunstancias de la Dualidad (que no son las suyas) pueden convertirse en elementos confrontantes y opositores. Es a ustedes, en ese momento, que corresponde no dar peso, no dar importancia, a lo que viene a tratar de que salgan de este Gozo y esta Felicidad. Recuerden también que, si eso se vuelve demasiado doloroso, según su medio ambiente de vida, planteen las cuestiones de retirarse un momento, algunos días, para estar aislados, en comunión consigo mismos, y de dejar a la Gracia instalarse de manera más intensa. Porque lo que se instala como Gracia no desaparecerá ya. Contrariamente a algunas de sus experiencias de Luz, de sus experiencias de Alineación, o incluso, de Radiación, vinculadas a los Arcángeles, que les permiten experimentar momentos de UNIDAD, momentos de Alegría, pero también, otros momentos de su vida pueden ser muy dolorosos vinculados a la dualidad (en el emocional, en sus pensamientos, en sus relaciones, en su cuerpo). La particularidad de la Gracia es que, cuando se instala en la Felicidad, ésta no les dejará más. Es a ustedes que conviene entonces ajustar las características de su vida, para darse la oportunidad de vivir eso.
Entonces ahora, para los que aún no vivieron la Gracia, no se desesperen. Pero no esperen nada, no pidan nada. Dejen las cosas hacerse. Entre menos intervengan, según las etapas que les he dado, más la Gracia tiene la oportunidad de manifestarse, de instalarse, desarrollarse. Y no son ustedes quienes dirigen, no son ustedes quienes deciden. Así pues, constatarán por si mismos (por su experiencia y su vivir), que este estado de Felicidad o Samadhi Interior, no pide nada más que estar en ustedes, para ser su Conciencia.
Pero no pidieron la Luz: pensaron en la Luz, esto no es la misma cosa.
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