martes, 26 de marzo de 2013

EL CRISTO EN EL CORAZON DE CADA UNO DE NOSOTROS.

20 de Marzo del 2012.

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Traducción: Odilia Rivera

Yo los saludo, Hermanos y Hermanas de Eternidad.

Vengo a vosotros, en este día, a fin de que nadie ignore lo que se desarrolla en su Templo Interior durante este período. Más allá de los eventos históricos de este mundo, y de mi presencia sobre esta Tierra hace 2000 años, regreso, hoy, como lo había anunciado: yo y mi Padre somos Uno. Vengo a recordarles, con la Espada como con la Paz, que lo que Sois es Eternidad, que vuestra Realeza no es de este mundo. Y sobre todo, que les sea hecho a cada uno, Hermanos y Hermanas de Eternidad, según vuestra fe, según lo que creen ser, y más allá, según lo que ustedes Son.

A la hora donde el Amor se derrame sobre la Tierra, como lo ven alrededor de ustedes como en ustedes, existen ciertas zonas necesitando de ser puestas en Luz. No para cualquier combate, ya que la Espada de Verdad, soy yo quien la porta, con mis Ángeles y mis Legiones, a fin de permitirles de no ser alterados por otra cosa que la Luz. De no ser alterados porque aún prevalece, para algunos entre ustedes, a nivel de este mundo donde aún están. Están sobre este mundo, pero no Son de este mundo. Muchos de ustedes durante estos años han visto revelárseles su naturaleza, su Esencia. Y sobre todo, el Trabajo de la Luz, dado por los Ancianos, por los Arcángeles y las Estrellas, les ha permitido de vivir un cierto número de elementos, acercándolos siempre más de esta Eternidad tan deseada. Esta sed va a ser saciada en totalidad. Esta sed será saciada de manera definitiva por el interior de vuestro Ser, ya que vengo a instalar en vosotros mi Morada, instalar lo que Son de manera irremediable, y sin vuelta de hoja.

El Amor es la clave. Lo que les ha sido repetido en formas innumerables por diversas voces, en este siglo como en todos los siglos e incluso antes de mi llegada sobre esta Tierra. Muchas cosas han sido transformadas. La historia, haciendo llamado a los recuerdos, y no a la Vibración, siempre ha sido alterada por aquellos que la escribieron, o por aquellos que esperaban sacar cualquier provecho, secular y temporal. Lo que yo Soy es lo que ustedes Son, bien más allá de la forma y de la apariencia de todo cuerpo, sobre este mundo como en otras partes. Existe entre ustedes y yo una Filiación. Así, si había podido decir: “yo y mi Padre somos Uno”, si puedo hoy decirles que yo y ustedes somos Uno, es evidente que hay una confianza, que hay una transformación, y para algunos un cambio radical. Lo que viene a vosotros es la Vida, la que no concede ninguna cosa a los dominios alterados, tales como están sobre este mundo.

La Eternidad es vuestra Morada. Este cuerpo es un Templo efímero, debiendo dejar el lugar a esta Eternidad. La mejor forma no es querer mirar lo que se desarrolla en este mundo, como lo que se desarrolla en ustedes, sino más bien de aceptar vivir lo que de ahora en adelante la Luz y su Inteligencia producen en ustedes a cada minuto, a cada pregunta, a cada instante.

Lo que yo les pido es sobre todo la Plegaria del Corazón. Una Plegaria que no es una petición, una Plegaria que no está destinada a satisfacer cualquier problema, sino simplemente a hacerlos penetrar al corazón de vuestro Ser, en el corazón de vuestro Corazón, allí donde se sitúa la Eternidad, lo que ustedes Son. Cualesquiera que sean vuestras apariencias, cualesquiera que sean vuestras dosis de alegría y de sufrimientos, ellas no son nada en relación a la Alegría del que descubre nuevamente lo que siempre ha Sido.

Muchas voces les han dicho de diferentes maneras, diferentes cosas. No es tiempo hoy de leer, no es tiempo hoy de escuchar con la razón y el filtro del mental, lo que les ha sido dicho durante estos años pasados. Mas también desde 2000 años por aquellos de vuestros Hermanos y Hermanas que tuvieron, a pesar de un contexto difícil, una tal sed de Amor, una tal sed de Eternidad, que lograron a título individual, perforar las capas encerrantes y aislantes. Un nuevo mundo se perfila en vosotros, como se perfilará de manera concreta en lo que les será dado a vivir, sobre esta Tierra, pero sobre todo en vuestra Eternidad recobrada. El tiempo está al Silencio. El Tiempo está a la Plegaria del Corazón. El tiempo está, no ya simplemente a acoger, sino al Recogimiento, al hecho de tornarse hacia lo que ustedes Son: esta Esencia de Amor, que jamás se derrumbó, que jamás se ha extinguido totalmente.

No volveré sobre las circunstancias históricas de la historia de esta Tierra, ya que muchos de los elementos les han sido revelados de muchas formas. Permitiéndoles situarse, posicionarse, y eventualmente a colocarse, en lo que hace el interés de este mundo donde están, por relación a los Mundos de la Eternidad. Lo que viene y lo que se desarrolla en este mismo momento, en ustedes, lo que viene y se desarrolla en este mismo momento en el conjunto de este Sistema Solar (como sobre el Sol, como sobre los planetas y el conjunto de lo que compone lo que llaman este universo observable), es su Liberación y su Transformación. La Tierra que los acoge, ella también vivirá su expansión, su dilatación, y el regreso a su Esfera sagrada y eterna. El fin de la experiencia no es de ninguna manera el fin de la Vida. Lo que viene no es la muerte, sino la Vida, en su sentido, el más sagrado, el más exitoso, el más perfecto, y el más original.

No hay nada a hacer, solo a Ser. Y hoy la mejor forma de Ser, es recoger esta Sangre del Cielo, esta Sangre del Sol, este Fuego que viene a apaciguar lo que puede aún ser de sufrimiento en ustedes. Solo el que resiste puede aún sufrir. Solo a lo que le pongan atención puede afectarlos. No volveré sobre lo que he podido decir durante mi paso sobre esta Tierra. Lo que es importante es lo que sale de vuestra boca, y esto es lo más importante. Pero lo que sale de vuestros pensamientos y de vuestras almas también es, en estos tiempos, extremadamente importante. Esto no pide una vigilancia obsesiva, sino más bien de liberar, yo diría, las compuertas del Amor. Y esto solo puede obtenerse, únicamente por la Transparencia, por la Humildad, por el Silencio y por la Lucidez. Esta Lucidez que nada tiene que ver con vuestras opiniones y dictámenes, sobre vuestra vida o sobre la vida de alguno. Que se sitúa únicamente en el hecho de dejar pasar, en vosotros, la Vida de la Luz y del Amor, sin querer inmiscuirse en lo que sea personal, o lo que pertenezca a este mundo.

Lo que les dado a ver, y lo que les será dado a ver cada vez más evidentemente, cada vez más vigorosamente, a vuestros ojos como a vuestros sentidos, solo representa en definitiva la instalación de la Luz Blanca, la restitución a vuestra Eternidad. Cualesquiera que sean las señales, cualesquiera que sean los pensamientos, cualesquiera que sean los eventos de la parte del mundo donde estén, estén en Paz, no se inquieten. No debe existir en vosotros ningún miedo, de algo desconocido, ya que les recuerdo que lo que viene es vuestra Eternidad, y esto les es conocido por supuesto, de toda Eternidad.

Lo que hay que hacer simplemente es ser honestos consigo mismos. De encontrar el tiempo para recogerse y acoger, de encontrar el tiempo para hacer la Paz con cualquiera, y con lo que sea sobre este mundo. Hacer la Paz es un acto de Amor, el más puro, el más noble y el más desinteresado. Para esto no hay necesidad de un ritual complicado, hay solo que estar conectado, para percibir y sentir el calor, atravesando vuestro cuerpo de lado a lado, iluminándolos verdaderamente y haciendo de vuestro Corazón, un Faro sobre este mundo. Que es por supuesto, como ya lo saben, el fundamento de vuestro Ser, pero que hace también de vosotros, a la vez, las Semillas de Estrellas, los Despertadores y los Propagadores de la Luz. Esto no puede hacerse por las palabras, esto no puede hacerse por los pensamientos, esto no puede hacerse por los rituales, cualesquiera que ellos sean. Sino más bien en la capacidad de mantenerse Tranquilos, cualesquiera que sean vuestras circunstancias Interiores y exteriores, en el momento en que yo Venga.

Lo que viene es Luz, Solo la mirada de aquel que rechaza la Luz verá algo que no va en el sentido de lo efímero, que no va en el sentido de su persona o en el sentido de las convenciones, de los marcos, de las leyes, y de la moral de este mundo. Todo lo que existe en la superficie de este mundo ha sido coloreado por la noción de encerramiento. La Libertad que les fue propuesta, en primer lugar por experiencias, acogiendo la Luz de Cristo en Unidad y en Verdad. Más adelante, desarrollando en ustedes ciertas funciones. No regresaré más allí, pero muchos de entre ustedes, sobre esta Tierra, viven estos procesos, sin siquiera saber de qué se trata. Les digo simplemente que no hay que saber de qué se trata, si solo se trata simplemente y en toda humildad, del Regreso total de la Luz infinita y de la Gracia, de la Morada de Paz Suprema, de vuestra Morada de Eternidad, de vuestra Morada de Alegría, que no tiene necesidad de nada más que de ella misma. Si aceptan este principio, y si hacen la experiencia, en los días y las semanas que están delante de ustedes en este tiempo que se termina, les permitirá ser igual que yo y que mi Padre. Es decir de recobrar nuestra Filiación auténtica, en la Libertad, absoluta y total de este Tiempo que llega.

Solo lo que existe aún como historia presente en vuestro presente, de vuestro pasado, que sea el colectivo, que sea personal, que sea lo que ha sido nombrado (por el que los encerró) el Karma, solo tiene existencia por el ego. Todo esto, lo saben. Nadie puede conocerme si no renace de nuevo, y la hora está al Renacimiento. Este Renacimiento se acompaña de una desaparición de todo lo que podría mantenerlos en un marco, cualquiera que este sea: El Amor no tiene necesidad de marco, porque en cuanto el Amor entra en un marco, ya no es más Amor. En cuanto el Amor está supeditado a los aspectos sociales, a los aspectos materiales, ya no es Amor. Y lo que viene es el Amor. Que nada tiene que ver con lo que puedan pensar, proteger, imaginar, soñar o detestar.

El Amor es la Esencia misma de la Vida, es el soporte de la Vida, es nuestra naturaleza para todos. Y es ahora que el tiempo colectivo de la Tierra ha llegado a su término, a su madurez, a fin de dejar nacer la Tierra, y de dejar nacer y aparecer a vuestros ojos la Luz de la Verdad, mi Luz, que es también la vuestra. Que es la que nos es común, que nos Libera y que nos Une, en la misma Alegría, en la misma Ronda de las Dimensiones.

Recuerden que no hay esfuerzo que hacer, que no hay que querer trabajar. No hay que querer buscar lo que, a menudo, durante estos años y siglos, muchos de ustedes han buscado, para ir hacia esta sed y responder a su inextinguibilidad, a fin de ser saciados por la Eternidad. Hoy, todo esto les es ofrecido a profusión. Pero no se desvíen de la Luz, no tengan miedo, estén en Paz, estén en Alegría. Ya que el Amor y la Luz son la Paz y la Alegría que responde a toda espera. Esto lo han vivido por experiencias, para algunos cada vez más pronunciadas, cada vez más evidentes, cada vez más presentes. Para algunos de entre ustedes, esto ha sido eliminar ciertas condiciones típicas de vuestras vidas, tal como las concebían en la encarnación, o en todo caso, tal como las vivían desde algún tiempo o desde siempre.

Esto está llamado a desaparecer. No hay duelo que hacer. No hay Pasaje a efectuar. El conjunto de las Puertas han sido abiertas, el conjunto de las Estrellas están encendidas, el conjunto de los Canales se han vuelto permeables. La Onda que los recorre es la verdadera Vida. Ella a tomado posesión de vuestro ser a fin de hacerlos Libres, a fin de no estar poseídos por otra cosa que lo que Son ustedes mismos, es decir la Luz, la Verdad, la Gracia y el Amor.

Así, cualquiera que sea vuestra región, independientemente de vuestro estado, independientemente de vuestras condiciones (y lo que ellas sean, sobre el plan que sea), busquen el Reino de los Cielos. El está dentro de ustedes, esperándolos. No hay necesidad de ningún conocimiento, no hay necesidad de ninguna historia, no hay necesidad de ningún futuro. Simplemente estar Presentes, en el Aquí y el Ahora, y dejar desarrollarse vuestra propia Resurrección, así como la Resurrección de la Tierra. Todo esto, están aquí presentes sobre esta Tierra para vivirlo, para realizarlo, para dejarlo establecerse. Todo el resto solo son los elementos mínimos en relación a esta Eternidad. El velo del olvido cae, y les hace descubrir a ustedes mismos vuestra Eternidad, y es esto la única cosa que cuenta de ahora en adelante. Encuentren la Alegría, encuentren el Amor, y esto solo puede ser en el centro de vuestro Corazón, acompañado por mi Presencia, por mi Presencia y la de Miguel, por la Presencia de Metatrón y del conjunto de aquellos que los han seguido y acompañado durante este período.

Recuerden que el Amor es simple. Recuerden que la clave es la Humildad. Recuerden que la Lucidez no es la que permanentemente va a usar de su razón para determinar lo que es bueno, o menos bueno, para ustedes o para la Tierra, sino más bien de realizar este Silencio Interior. Permitiéndoles no solamente vivir la Luz, acogerla, sino también irradiarla y sobre todo, devenirla totalmente.

Todo han vivido durante estos meses y estos años, momentos de contactos con otras Realidades, cualesquiera que hayan sido las formas tomadas por ustedes. Hoy es el conjunto de la Tierra que se encuentra lista a afrontar, a confrontarse, a resistirse o a Abandonarse a la Luz de la Eternidad. La vida sobre este mundo como ustedes lo saben, es dependiente de un cierto número de circunstancias muy anteriores al humano, muy anteriores a la implantación del humano sobre esta Tierra. Y que conciernen a la Vida, tal como pueden verla en los reinos de la naturaleza, en el Sol que brilla de la misma forma para todos, sin preocuparse por a quién el envía sus rayos, y de preguntarse lo que va a devenir esta Luz, este Amor, esta Vida. Allí está la Libertad. Contrastando de manera importante, e incluso, en ciertos casos, diametralmente opuesta con lo que muchas de las enseñanzas erróneas han llamado el libre albedrío. No puede existir libre albedrío, salvo para aquel que quiere mantener la ilusión, la creencia en un karma, la creencia en una redención, cualquiera que ella sea, la creencia en un trabajo, el que sea.

Hago llamado a vuestro Corazón. Ya que este será el último Llamado, en alguna forma, antes que muchos de los eventos lleguen a ustedes, permitiéndoles a su manera, de encarar a lo que han construido, a lo que han creado. No olviden que solo hay una Creación que es Eterna: es el Amor, la Luz y la Verdad. Si están de acuerdo con ustedes mismos, en vuestra Eternidad, vuestro efímero, que eso sea el Templo de este cuerpo como el conjunto de circunstancias de vuestras vidas, todo esto se desarrollará sin ninguna dificultad. Ya que serán portados por la Alegría, no ya por experiencia, no ya simplemente durante vuestras Alineaciones, sino más bien de manera perpetua, permanente. Desde ahora, solo ustedes pueden estar lúcidos de lo que se desarrolla, y de saber dónde voltear vuestra mirada interior: hacia el Centro y nada más.

Muchos de ustedes están llamados a percibir de manera importante mi Presencia, actualmente para interactuar conmigo, con una gran facilidad, con una gran Paz, con un Amor sin igual hasta el presente. Lo que sea que les sea dado a vivir, lo que sea que les sea dado a experimentar, esto solo es un fragmento de la Verdad del Amor. Lo que viene, es el conjunto de los fragmentos que van a reconstituir en vuestro Ser Eterno el hilo de vuestra Historia. No la que ha sido alterada, deformada y desviada, de este mundo, sino la Historia de la Vida que es la Historia de vuestra Vida en la Eternidad.

Recuerden también que mi Espada, que viene a resolver, los pone en su Libertad Absoluta y total. A ustedes les corresponde ver, a ustedes les corresponde decidir. A ustedes les corresponde Vibrar o no, en vuestro porvenir y vuestro futuro, o de querer mantener lo que ha existido sobre este mundo, que eso sea las creencias, que eso sea las ilusiones, que eso sea este efímero. Recuerden que tienen miedo de la Eternidad porque no la reconocen. Y que el efímero de vuestra vida les da un marco, extremadamente limitado y restringido de lo que ustedes Son. Muchos entre ustedes and tomado el habito de lo que ha sido llamado, yo creo, una prisión. Todo lo que han vivido, todo lo que han podido leer, todo lo que vivirán aún, en los días que vienen, solo tiene un objetivo: vuestra Libertad.

Entonces, si las condiciones de vuestro efímero, o del efímero de la Tierra, llaman esto de otra manera –catástrofes, destrucciones, ilusiones, desconexiones - ¿qué haréis? ¿Qué elegiréis? ¿Elegiréis vuestro Corazón o Elegiréis la razón de este mundo? ¿Elegiréis el karma, o elegiréis la Libertad? Están encarando solo esta opción, están encarando a esta orientación. Solo vuestro Corazón sabe, vuestro mental nunca podrá hacerlo. Entonces, déjense guiar por el Corazón, no el que piensan o imaginan, sino verdaderamente por este Fuego del Corazón del cual se les ha informado desde hace muchos años. El conjunto de vuestros circuitos en ustedes como sobre la Tierra, están de ahora en adelante totalmente permeables, y listos para ser llenados por el Vaso sagrado vertiéndose del Sol, en el Amor Eterno que ustedes Son. No hay nada más a preparar. El que se alimenta del Espíritu Santo, el que se alimenta de la Humildad no tiene necesidad de nada más. Esto por supuesto, está más allá de la adhesión simple a un principio o a una fe, sino es la experiencia que les es propuesta.

Sabemos pertinentemente, y sé pertinentemente, que muchos de ustedes han vivido cambios considerables en sus mecanismos de funcionamiento, en los mecanismos incluso de su vida, desde hace meses –sobre todo desde algunos meses, pero para algunos de ustedes, desde hace algunos años. Todo esto no tiene más que un objetivo: prepararlos a nuestro Reencuentro, el Reencuentro con el Padre, el Reencuentro con el Sol, el Reencuentro con la Verdad de la Vida, la más desnuda, la más auténtica y sencilla. Entonces, sean simples, sean desnudos, sean auténticos, sean en Paz. Y todo pasará en la Alegría la más infalible que sea. Todo pasará para ustedes en una ligereza que, a veces, han conocido durante ciertas experiencias. No hay nada que temer de mi Espada de Verdad, que viene a cortar lo que es ilusorio. Y esto es lo mismo para cada uno de ustedes, cualquiera que sea vuestra ubicación, según el karma o según la Libertad, según vuestra Vibración: según la forma de ver el proceso es diferente. La forma de ver Interior les muestra el Amor trabajando, la acción de la Luz, su Inteligencia y su Verdad. El que por el contrario, que mira con su parte efímera, cualquiera que sea el nombre que le den (con su propia historia, con su ego, con sus sufrimientos y sus esperanzas) no hará más que entrar en oposición y en resistencia, porque el Amor no florece de ningún sufrimiento pasado, de ninguna esperanza, de ninguna proyección, ninguna previsión, no más.

Así pues, los acontecimientos anunciados por muchos profetas están sucediendo en este mismo momento. Para aquellos que viven la Vibración, o que se ocupan de este mundo, en lo que se desarrolla de manera objetiva (y no condicionada, pre- rumiada por otras autoridades que la vuestra), esto les permite rendir cuentas, con evidencia, de lo que está sucediendo en este mismo momento. Pero más allá de lo que sucede, insisto – y esto, lo vivirán dentro de muy pocos días – que toda violación a la Vida, a la Verdad, a la Humildad y al Amor, se traduce por una dificultad. Que todo acuerdo manifestado en la Luz, en la Paz, la Serenidad y el Silencio, solo amplifica mi Revelación en vosotros.

Por lo tanto, he expuesto el marco de los eventos proféticos últimos, sobreviniendo en este mismo momento en la superficie de vuestro mundo, pero también en los cielos. Donde los ejércitos de Miguel, mis Ángeles, el conjunto de los Ancianos, y el conjunto de los Pueblos Libres de la Confederación Intergaláctica de los Mundos libres están en concierto, en la misma alegría, en la misma Revelación de la Luz, poniendo fin a la opresión, a la tiranía, al sufrimiento y al error. No tienen ustedes nada que corregir. No existe ningún daño a corregir por ustedes mismos, la Luz está a cargo, y se encargará cada vez más. Velen y Oren. Reúnanse en vuestro Templo ese que proviene del Vaso sagrado. Recuerden esto. Todo es simple. Todo se volverá cada vez más simple si ustedes mismos son simples y mantienen en ustedes este principio de Plegaria del Corazón, este principio de recibir y acogida de la Luz Una.

Por lo tanto los convido a todos a mi Regreso. Los convido a todos a los Anuncios, diversos y variados, que esto sea de aquella que fue llamada mi madre, que esto sea los Llamados del Cielo y de la Tierra, que han ya sonado en numerosos lugares de esta Tierra y que ahora, han sonado en vosotros de manera cada vez más importante. Respondan al Llamado, ábranse, no arriesgan nada. Ábranse a la Verdad, Ábranse a la Belleza, ábranse a la Luz. Ya que ninguna entidad, ninguna sombra puede de ahora en adelante nada contra la Luz, oponerse a la luz, alimentarse de Luz, o lo que sea. Existen por supuesto otras enseñanzas en diferentes niveles, y de otras maneras de percibir las cosas, que se apoyan esencialmente sobre lo que es llamado el mental, el afecto, el ego, en resumen, todo lo que concierne a lo limitado y a lo efímero. Recuerden simplemente de vuestro ilimitado, de vuestra Eternidad, de vuestro Absoluto, de vuestra Presencia. Esto bastará ampliamente para mantener en ustedes el Fuego de la Alegría y del Amor en un nivel suficiente, para que esta Luz progrese cada vez más, que ella se convierta suya, que sea encarnada en su carne a fin de elevar vuestro cuerpo y este mundo hacia su Ascensión.

Todo está cumplido, les han dicho algunos mensajeros desde hace muchos años. Muchos entre ustedes no han podido percibir la Realidad de lo que se decía. Hoy, si esto no ha sido hecho, lo será.

Los queremos de pie, los queremos Humildes, los queremos conscientes de vuestra Eternidad, bien más que de los roles y funciones que juegan en este cuerpo. Los queremos amantes y apacibles. Los queremos fuertes e incorruptibles, por la Gracia del Amor y no por la voluntad personal. Sean Libres. No opriman a nadie, Liberen a todo el mundo. Respeten lo que Son, respeten lo que Es el otro, incluso si sus elecciones no van en el mismo sentido que ustedes. Allí está la Libertad. Ella debe ser la más total, en el momento de mi manifestación.

En definitiva, en este Tiempo de mi Regreso, solo les es pedido Ser ustedes mismos, solo les es pedido ser simples y humildes. Y solo les es pedido Ser el Amor que Son.

No busquen mas a corregir lo que sea, no importa lo que sea en vosotros, como al exterior de vosotros. Ustedes son vuestra propia Fuente, estableciendo mi Reino en vuestro pecho. Convirtiéndose Ki-Ris-Ti completamente, constatarán muy pronto que todas las gesticulaciones que los animaban anteriormente, cualquiera que sea el nivel, independientemente de la intensidad, no tendrán más curso. Porque no tendrán ya nunca sed, serán abrevados, y vuestra sed desaparecerá definitivamente. Sé que muchos entre ustedes están muy próximos de este momento, y han comenzado a vivirlo, desde el período intermedio llamado el mes de diciembre de vuestro año precedente. Este trimestre esencial les ha permitido refinar la Paz, refinar la Alegría y descubrir la Realidad del Amor, más allá de toda contingencia material, social, moral, legal u otra. Es hoy que les pido presentarse a mí porque me presento a ustedes. A fin de liberarnos, y de recobrar la Eternidad.

Recuerden también que muchos de los Ancianos, las Estrellas les han dicho que podían entrar en contacto con nosotros. Algunos entre ustedes, cada vez más numerosos, me han llamado. Ellos han sentido el Fuego de mi Presencia, el Fuego de mi Amor, y la Gracia que inunda vuestros días ante mi venida. Esta fue la sorpresa de nuestro Encuentro, pero pronto, no habrá más sorpresa, porque esto se convertirá habitual, y Eterno. Poniendo fin a lo efímero sin ninguna dificultad, poniendo fin a los errores, y a todo sufrimiento.

Ha sido dicho que las tres Virtudes más importantes eran la fe, la caridad y el Amor, pero la más importante es el Amor. Y el Amor no viene más que de ustedes mismos. Algunos eruditos les han hablado de la ilusión de este mundo, que todo existe al Interior de vosotros. Es una cosa saberlo, es una cosa entenderlo, es una cosa hacer la experiencia, pero toda otra cosa establecerse allí. Es esto a lo que les es prometido.

Hermanos y Hermanas en humanidad, Hermanos y Hermanas en Ki-Ris-Ti, Hermanos y Hermanas mas allá de toda forma, somos la Esencia, somos la Verdad, somos la Vida Una e indefectible, que jamás puede desaparecer, contrariamente a lo efímero de este mundo. Que la Paz los acompañe. Que la Alegría sea vuestro alimento. Que la sonrisa sea el reflejo de vuestro Amor. Yo soy Cristo. Bendecimos por estos instantes Eternos, y que se reproducirán a perpetuidad en lo infinito de los Mundos, en lo infinito de las Dimensiones, en lo infinito de los Universos, en el corazón del Corazón de cada uno, como del Padre, como del Amor.

Así pues, para nuestra próxima cita, me comprometo a encontrar y encontrarnos después de este día, cada día, a cada momento, a cada Llamada, a cada risa, a cada sonrisa, a cada alegría, a cada prueba como a cada evento, feliz para ustedes o desafortunado para otros. Mantengan presente en vosotros lo que ustedes Son, irradiarlo, demostrarlo, probarlo, por vuestra Irradiación, por vuestro Amor, por vuestra Humildad, por vuestra Simplicidad. No hay otra manera de salir de la dualidad. No hay otra Vía que la del Corazón. Todo el resto solo son las vías desviadas que a menudo los alejan, incluso con la mejor de las voluntades de ustedes mismos. Vuestra sed nunca será saciada en los juegos de la dualidad, en los juegos del conocimiento, en los juegos del estudio, cualesquiera que ellos sean. Ya que como esto ha sido dicho, absolutamente todo está en vosotros. Vivir esto, es poner fin a la ilusión, es poner fin a toda dualidad, es poner fin a toda historia para recobrar la Historia verdadera, la que no tiene tiempo, ni espacio, ni principio, ni fin.

Los invito por lo tanto en esta primavera que comienza, a estar lo más próximos a vuestra Eternidad. De tomar a bien lo que la vida les pida en este mundo, pero colocarse en esta Alegría. No hay nada a hacer, solo a Ser. Esto se les ha repetido, demostrado de diferentes formas. Es la hora ahora de demostrar la Realidad de lo que Son.

Terminaré por estas palabras: Ustedes Son la Gracia, Son la Verdad, y sobre todo, Son la Vida. Que mi Aliento y mi Fuego penetren vuestro Templo, que vuestro Aliento y vuestro Fuego me penetren.

Les agradezco de tomar conocimiento de lo que vine a entregar, y de mi Anuncio. El ritmo de lo que se desarrolla es, de ahora en adelante, totalmente guiado por la Inteligencia de la Luz, por vuestra Presencia irradiante y cariñosa. El hombre no puede controlar nada en este mundo. Sin embargo lo ha creído, a través de la servidumbre, a través del sufrimiento, a través de las privaciones. Esto formaba parte de las experiencias. No hay que juzgarlas como felices o infelices, sino simplemente aceptar verlas como las experiencias, y solamente como experiencias. Aquellas que ha llevado la Consciencia aquí y en otra parte. Lo que traigo de vuelta a ustedes, es vuestra Eternidad, más allá incluso de la Conciencia y de su manifestación. Todo allí Está, nada puede ser excluido, incluso este mundo.

Que la Gracia y la Paz, que la Libertad sean vuestra Morada, para la Eternidad.

Yo soy Cristo. Yo Soy lo que ustedes Son, y ustedes Son lo que yo Soy.

Digo por lo tanto a cada uno de ustedes, en ustedes, a vuestra manera y a mi manera, para cada uno de vosotros, como para el conjunto de la Tierra. La Espada de la Verdad es una espada que corta, a fin de poder vivir este Renacimiento, esta Resurrección, esta Ascensión o esta Revelación, según donde estén. Estará, muy exactamente, de acuerdo con vuestro propio sentido de la Libertad, vuestro propio sentido de la Autonomía.

Yo los Bendigo. Y yo los Amo, ya que ustedes Son el Amor. Y sobre todo esta será mi palabra final, no miren más detrás de ustedes, lo que va a ser enterrado y va a desaparecer. Esto no tiene ninguna importancia para lo que ustedes Son. Fuente: El CRISTO en el CORAZON de cada uno y cada una de NOSOTROS.

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