EL “ENLACE” ENTRE ESPIRITUALIDAD Y ENFERMEDAD MENTAL.

Enero 17, 2013 por Equipo Psicoloquio

Polémico estudio señala que personas espirituales son más propensas a trastornos mentales:

Un estudio de la University College de Londres dice que las personas espirituales son más propensas a sufrir problemas mentales.

Según los investigadores, una comprensión espiritual de la vida puede dar un significado más profundo, pero también puede hacerte más susceptible a enfermedades psiquiátricas.

Es recomendable cierto escepticismo cuando leemos sobre resultados de investigaciones en los medios de comunicación. En otras ocasiones hemos encontrado que estos resultados, al traducirse para consumo público, son malinterpretados o exagerados para volverlos más llamativos. En este caso, esa noticia nos hace pensar que una persona religiosa/espiritual está en riesgo de sufrir más trastornos mentales que una persona que no lo es.

El estudio original está acá, en una revista médica de prestigio. La conclusión de los autores es: “la gente que tiene una comprensión espiritual de la vida en la ausencia de un marco religioso es vulnerable a un trastorno mental”. Según los autores, sí hay vulnerabilidad, aparentemente, pero cuidan de hacer la distinción entre persona religiosa y espiritual, algo que no ocurrió en la noticia arriba citada y en otras similares (y que da pie a comentarios que equiparan directamente la religión con enfermedad mental).

Estudios tan grandes como este deben revisarse con sumo cuidado. Poca gente tiene el tiempo para ello, por supuesto, pero afortunadamente, ese es el trabajo de este blog (cuando sus autores tienen tiempo). Como siempre, nuestro interés es recalcar la importancia de cuestionar y cómo cuestionar lo que los medios de comunicación nos presentan cuando hablan de psicología y salud mental. No es lo mismo, por ejemplo, hablar de población británica que de población salvadoreña, o chilena, que es donde encontramos inicialmente esta noticia; el estudio en una población nos puede sugerir patrones existentes en otras, pero debe comprobarse si se dan o no y hasta qué punto.

Una revisión cuidadosa de la investigación está en el artículo “Enlace” espiritual a la enfermedad mental:

Es tentador concluir que tener una comprensión espiritual de la vida (sin un marco religioso organizado) de alguna manera causa más problemas mentales, potencialmente a través de la falta de apoyo social que incrementa la vulnerabilidad de la persona.

Sin embargo, es igual de válido concluir que los problemas de salud mental causan que las personas desarrollen una comprensión espiritual de la vida, potencialmente a través de respuestas y explicaciones alternativas a sus problemas (Como lo menciona la cantante estadounidense Bonnie Raitt, “la religión es para personas que temen irse al infierno. La espiritualidad es para personas que ya estuvieron ahí”).

Hay muchas limitaciones a esta investigación que deben considerarse al interpretar los resultados:

 Primero, como toda encuesta transversal, no puede probar causa y efecto. Por tanto, no es seguro si la enfermedad mental causa de alguna manera que las personas tome un punto de vista más espiritual, o si una comprensión espiritual de la vida causa lleva al detrimento de la salud mental. Por ejemplo, gente que ha experimentado problemas de salud mental a largo plazo puede encontrar consuelo en tomar un punto de vista más espiritual que racional.

 Otros factores pueden entrar en juego, por ejemplo, la gente que se describe como espiritual puede estar más abierta a utilizar medicinas complementarias o alternativas para tratar condiciones como la depresión, que pueden ser menos efectivas que la medicación convencional.

 A pesar de los mejores esfuerzos de los investigadores, los participantes en la encuesta pueden no ser representativos generales de la población británica. Por ejemplo, los “grupos religiosos” fueron sobre todo cristianos blancos de mediana edad, por lo que los hallazgos pueden ser menos aplicables a otros grupos.

 Los números absolutos en los diferentes grupos no fueron reportados, sólo las diferencias en porcentajes. Y sin saber el número de personas que sufren un trastorno mental o abuso de sustancias en la muestra, no es posible evaluar la importancia de estos resultados. Por ejemplo, los investigadores dicen que las personas religiosas tenían 27% menos de probabilidad de haber utilizado drogas… comparado con aquellos que no eran religiosos o espirituales. Sin saber cuántas personas en esta población usan drogas, no es posible decir qué significa esto en términos de cuánta gente menos eso representa: una disminución del 27% puede ir desde una a miles de personas.

Se necesita más investigación para explorar el vínculo potencial y establecer cualquier causalidad y su dirección. Basándonos sólo en esta investigación, no debemos concluir que tener una comprensión espiritual de la vida es malo para la salud mental.

http://psicoloquio.wordpress.com/2013/01/17/el-enlace-entre-espiritualidad-y-enfermedad-mental/

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