viernes, 30 de abril de 2010

10 – Enseñanzas del Padre Celestial

Canal: STARR

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Hola Padre Amado.

- Hola hija. ¿Puedes encender una luz?

¿Una luz Padre? Aún puedo ver, pues la tarde aún no ha caído.

- No hija, una luz en la oscuridad de las almas.

¿Cual es la luz que debo encender Padre?

- La misma luz que les dice que cada uno son chispas divinas, por o tanto únicos e irrepetibles, pero al mismo tiempo, uno con Dios. El problema hija es que nadie sabe de esa luz que lleva dentro, hasta que no se la enseñan, hasta que no se la hacen ver, mientras tanto caminan maldiciendo la oscuridad, cuando tal oscuridad no existe en realidad, pues solo existe la falta de claridad en el espíritu. Aún no han sentido latir dentro de ellos la fuerza espiritual.

Padre, cuesta encontrar esa chispa, a nosotros también nos ha costado descubrir esa luz, también hemos caminado por la misma oscuridad, y también hemos maldecido en más de una ocasión esas tinieblas.

- Hija el único propósito de vuestra vida es experimentar la gloria plena y lo maravilloso de la gloria que descubrís cuando la experimentáis es que nunca termina, no tiene fin.

Sí Padre, a veces piensa que es tan inmensa y pienso en ese momento que tal vez exista luego de esta gloria una más grande aún.

- La gloria que os guarda no tiene límites, no existe dentro de vuestra mente nada que pueda representarla, ni explicarla, es el infinito antes de la creación del mundo, es aquél principio, el alfa, el principio de todo principio, cuando despertáis a la vida, os despertáis a una escuela, que solo recreáis lo que ya sabéis, pues nacéis con la sabiduría plena, en la vida del hombre, aquél conocimiento que ya trae dentro, se hace experiencia de vida, se hace experiencia de Dios.

¿Padre que es experimentar a Dios, que es tener experiencia de Dios?

- Hija mía es experimentarme a Mí mismo a través de vuestras experiencias, conocéis experimentalmente lo que ya poseéis conceptualmente dentro vuestro, creando dentro vuestro la experiencia de Dios en sí mismo, dejando que yo me experimente a mi mismo a través de vuestras experiencias, vuestra experiencia de vida es la experiencia de vida en Dios.

Padre me parece tan grande que…..

- Sí ya lo sé, te cuesta pronunciar la palabra, la digo Yo, para que la comprendáis bien, sois Dios.

Es un concepto que deben incorporar dentro vuestro, capaces de crear nuevas cosas, capaces de sanar, capaces de resucitar muertos si lo deseáis, el problema es la falta de fe. Acaso le has contado a tu esposo lo que sucedió el primer día que pudiste dialogar conmigo.

No pues lo soñé.

- No lo soñaste.

¿Fue cuando levité?

- Estabas despierta, no fue un sueño, no, no lo fue. Ves que no has tenido suficiente fe, estabas levitando y no has sido capaz de darte cuenta por ti misma, si tuviera fe como un granito de mostaza.

Padre a veces me cuesta separar las visiones, las sensaciones, las experiencias.

- Sí lo se. Pero debes acelerar tu espíritu, es como cuando vas a emprender la cuesta, esa que subes todos los días, cuando estas frente a ella te preparas, la encaras y pones todas tus fuerzas, aceleras los pasos a fin de que el impulso te leve hacia arriba más fácilmente. Lo mismo hijos míos deben hacer ahora en este tiempo, tomar todo el impulso de vuestro interior a fin de que al llegar el momento de la cuesta final, vuestros pies tengan alas, las alas que les da la fuerza de Dios, vuestra experiencia de Dios.

Sed la luz del mundo y sal de la tierra, cuando la luz sea ya una sola en vosotros entonces será el momento, ser sal y dar sabor a Dios a todas las cosas que hagáis, condimentar con el sabor celestial la vida de los hombres, ese sabor especial que solo se esparce cuando una vida es vivida permanentemente en Dios. Recordad siempre la trilogía:

Mente, cuerpo y alma

Pensamiento, palabra y obra.

Padre, Hijo, Espíritu.

El mundo es como es, hija mía, porque no puede ser de ninguna otra manera, va e una polaridad a otra movida por vosotros mismos, todo lo decidís vosotros, estar bien o estar mal.

Padre entonces el infierno….existe?

El mal existe hija mía para ser equilibrio con el bien, ahora os he hecho libres, libres de elegir mal o bien, pero si os he creado libres a mi imagen y semejanza ¿Cómo puedo castigar vuestra libertad? ¿Que clase de libertad os daría yo si luego cuando eligen no me gusta vuestra elección? ¿Qué clase de amor os tendría entonces? Yo amo verdaderamente, por lo tanto no castigaría nunca vuestra elección. Solo habrá ausencia de Dios, no castigo de fuego y llamas como alguna vez se ha dicho, eso es ridículo. Acaso existe mayor castigo, hija mía, que aquél que os proporcionáis vosotros mismo, sabiendo que habéis hecho mal, pues aunque nadie os diga nada, os he dicho que sois Dios, entonces crees que dentro del hombre no existe la conciencia natural, aquella que grita a cada instante que ha hecho mal.

Yo hija mía os amo, y quien verdaderamente ama, no castiga, instruye, enseña. Y regreso a la palabra fundamental, enseñar, no hay nada que no pueda ser, hacer o tener, esa es mi promesa, la promesa de un potencial sin límites que depende solo de vuestra decisión y mi amor.

¿Ves hija mía?

Si veo Padre, veo una gran cascada de agua y mucho vapor alrededor.

¿Hija que crees que significa el agua?

¿Tu amor Padre?

Sí mi amor es esa catarata de agua que se derrama sobre la humanidad toda y ¿el vapor lo ves hija mía?

Si Padre veo nubes de agua.

Es mi espíritu que todo lo envuelve, es mi espíritu que renueva la faz de la tierra, que renueva la vida de los hombres, el que hace nuevas todas las cosas. ¿Y ahora dime que ves?

A Pedro y a mi Padre, en la cima de la cascada, tomados de la mano.

Así es hija mía, el principio de todo, el principio de un nuevo tiempo, sois vosotros ahora quienes habéis de renovar la faz de la tierra, quienes de habréis de renovar los corazones de los hombres.

Veo algo más Padre.

Sí hija mía son vuestros hijos, mis hijos, mi esencia, mi germen debajo del agua, pues hoy han sido revestidos de mi poder, están siendo bañados por mi Espíritu, el mismo que os reviste a vosotros mis amados hijos.

Padre Mío veo un arco iris muy bello que nos abarca a mi amor y a mí.

Esa es la señal de mi alianza, he sellado con vosotros una alianza eterna de amor y servicio, pues si vosotros que sois mis hijos me servís a Mí, Yo que soy vuestro Padre, os sirvo primero. Aquél que desee el primer lugar que aprenda a ser servicial, quien no sabe servir hija mía, simplemente no sirve para vivir. Así sea.

Simplemente recordar quien y que pensáis que sois, y quien y que deseáis ser, de vuestra decisión depende todo, eso debéis enseñar, allí radica toda la sabiduría es el centro de la sabiduría y del conocimiento.

Entonces ya sabiendo el camino de que deseáis ser y hacia donde deseáis ir. Solo os resta emprender el camino. Amén.

Hijo mío tan amado, vuestros hijos son un don de Dios, nada hay imposible para Dios, Mi Palabra es tu palabra, y Mi Germen es tu germen, en ti ha sido depositada la gloria celestial y en tu esposa, la madre del amor.

Que nada te turbe pues yo estoy contigo hasta el fin de los tiempos.

Os bendigo en mi amor.

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