domingo, 13 de junio de 2010

Los Cataclismos que vienen. ¿COMO VIVIMOS CON NOSOTROS MISMOS Y LOS DEMAS?

NOTA: Este mensaje lo tengo desde hace tiempo pero al ser tan actual lo

Vuelvo a enviar ahora. Con amor, Alexiis

De. Jorge Peña F.

Octubre 05, 2006 9:01 PM

Queridos Hermanos Buscadores de la Luz:

Es entendible y que la mente humana tenga ese fuerte instinto por evitar el dolor, el sufri-miento y lo que no le agrada en general, ya que es parte de nuestra humanidad material, es lo que nuestra adaptación a la realidad tridimensional nos enseña desde que ingresamos a ella De ese proceso se originan los miedos, que no son otra cosa que un pensamiento de in-seguridad frente a la probabilidad de tener que enfrentar una situación de dolor, de sufrimiento o de desagrado.

Es importante asumir que dicho mecanismo instintivo, no el miedo que origina, tiene un doble y fundamental propósito: El primero de estos, es ponernos en alerta que hay algún tipo de problema, ya sea en nuestro cuerpo físico o en espiritual, es decir que algo no está en armonía con nuestra naturaleza físico-espiritual y que por lo tanto debemos buscar la causa y resolverla, para volver a equilibrarnos. El segundo propósito y quizás el mas relevante, es que los dolores y los sufrimientos, sean estos físicos y/o del alma, como se dice, nos hacen salirnos del quehacer de la realidad material y entrar en el ser interior buscando respuestas que hemos postergado por tiempo, respuestas que principalmente giran alrededor del eje de lo que hemos estado haciendo con nuestras vidas en términos casi siempre del Amor que hemos sido capaces de dar y de recibir. Los sensores del dolor son entonces necesarios para nuestra integridad física y para nuestra armonía de nuestro espíritu contenido en un cuerpo humano.

El miedo que se puede originar de la probabilidad de dolor o de una situación de dolor, es un pensamiento netamente humano y fundado en la realidad material que tenemos y nos rodea, y tiene que ver con aceptar y creer que solo somos un cuerpo y que solo existe lo que vemos y tocamos. Es decir, el miedo, existe cuando nuestra conexión con lo trascendente de nuestra naturaleza espiritual, o no está o se ha debilitado. Cuando nos sentimos vulnerables material y físicamente. Cuando aun no descubrimos que al final de ese pozo de vulnerabilidad, podemos encontrar la invulnerabilidad. El miedo mas ancestral de los seres humanos gira en torno a la eventual pérdida de la propia vida o de los que amamos y muchas veces a la pérdida de cosas materiales. Paradigma que se funda en la Desconexión de nuestra verdadera identidad de seres espirituales y eternos. Una de tantas paradojas de la vida humana, sentimos mas miedos mientras más desconectados estamos con nuestro verdadero ser, sin embargo mientras mas miedos sentimos mas buscamos asegurar lo material de nuestras realidades, búsqueda que siempre resultará infructuosa.

Por lo tanto, esos maravillosos sensores, del dolor físico y espiritual, que nos avisan que algo anda mal con la naturaleza física de nuestro cuerpo y/o con la espiritual del ser que está con-tenido en el, para que busquemos la causa y la resolvamos. La respuesta está obviamente en el propósito que el cuerpo y el espíritu tienen y como ambos se relacionan en su propósito. En simples palabras, el cuerpo es un maravilloso vehículo o medio tridimensional que nos permite relacionar nuestro espíritu con dicha realidad para tener las experiencias que nuestras capacidades, tanto espirituales y eternas, como las adquiridas del mundo físico, nos permiten. Por lo tanto, si creemos que el cuerpo y todo lo que de su naturaleza tridimensional deriva constituye nuestra verdadera identidad y nuestro ser, habremos equivocado el propósito tanto el propósito de nuestro cuerpo o contenedor y con ello olvidado el propósito que nuestro espíritu tuvo para permitírsele estar contenido en el.

Ahora bien, cuando hablamos de propósito, estamos hablando del Como manifestamos por Libre Albedrío y según nuestro Nivel de Conciencia, usando nuestras capacidades físicas y espirituales, frente a cada una de las situaciones o los Que de nuestro Plan de Vida. En otras palabras, nuestra libertad reside en COMO actuamos y nos manifestamos, de pensamiento, palabra y acción en relación a nosotros mismos y a nuestro entorno, y lo hacemos con mayor o menor nivel de conciencia o conexión con nuestra trascendente naturaleza espiritual.

Por eso es tan relevante el Como vivimos y nos relacionamos, mas que los Cuando y los Que. Cada situación e información que enfrentamos estimula nuestra conciencia como humanos y como seres trascendentes y origina una reacción o manifestación interior de energía que puede o no llegar a una manifestación exterior o perceptible, dicha manifestación es permanente y va generando un cambio evolutivo vibracional como seres individuales y en el Todo del Colectivo de la Creación.

Mas allá, de que alguna información hable de cataclismos o no, o de otos temas, lo relevante es Como relacionamos nuestras Vidas con eso o cualquier otra cosa o situación. Y para ello hay una dirección matriz que el Maestro Jesús nos dio Amemos al Prójimo y a nuestro En-torno como a Nosotros Mismos, y le agrego, porque todos somos parte del Mismo Dios.

Si sentimos temor, esto es un síntoma o un indicador de que nuestra conexión con el Amor; Dios y La Totalidad está débil y tenemos que buscar dentro de nosotros como reforzarla.

De todo corazón espero que este humilde análisis pueda servirle a algún hermano para me-jor buscar y relacionarse consigo mismo y con los acontecimientos de la Vida.

Jorge G Peña, parte de la Red de Faros de Luz, desde Chile

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