MUY LINDOS CUENTOS CADA UNO TIENE SU MORALEJA ESPERO QUE LOS DISFRUNTEN...
De: Magdalena Crosa
Sabanas
Una pareja de recién casados, se mudó para un barrio muy tranquilo.
En la primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer reparó a través de la ventana que una vecina colgaba sábanas en el tendal.
-¡Qué sábanas sucias está colgando para secar!
-Está precisando de un jabón nuevo... ¡Si yo tuviera confianza con ella le preguntaría si quiere que yo le enseñe a lavar las ropas!-
El marido miró y quedó callado.
Algunos días después, nuevamente, durante el desayuno, la vecina colgaba sábanas y la mujer comentó con el marido:
-¡Nuestra vecina continúa colgando las sábanas sucias! ¡Si tuviera confianza con ella le preguntaría si quiere que yo le enseñe a lavar las ropas!-
Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina tendía sus ropas.
Había pasado un mes, la mujer se sorprendió al ver las sábanas siendo tendidas, y entusiasmada fue a decir al marido.
-¡Mira, ella aprendió a lavar las ropas! ¿Será que la otra vecina le enseñó...? Porque yo no hice nada.-
El marido calmosamente respondió:
-¡No, hoy yo me levanté más temprano y lavé los vidrios de nuestra ventana! -
Y así es. Todo depende de la ventana, a través de la cual observamos los hechos. Antes de criticar, verifiquemos si hicimos alguna cosa para contribuir. Aprendamos a ver nuestros propios defectos y limitaciones.
Soy ciego...
Dicen que una vez, había un ciego sentado en la vereda, con una gorra a sus pies y un pedazo de madera que, escrito con tiza blanca, decía: “POR FAVOR AYÚDEME, SOY CIEGO”.
Un creativo de publicidad que pasaba frente a el, se detuvo y observó unas pocas monedas en la gorra. Sin pedirle permiso tomo el cartel, lo dio vuelta, tomo una tiza y escribió otro anuncio.
Volvió a poner el pedazo de madera sobre los pies del ciego y se fue.
Por la tarde el creativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna, su gorra estaba llena de billetes y monedas. El ciego reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él el que rescribió su cartel y sobre todo... ¿qué había puesto?.
El publicista le contestó: "Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras", sonrió y siguió su camino.
El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía: “HOY ES PRIMAVERA... Y NO PUEDO VERLA”.
¡Cambiemos de estrategia cuando no nos sale algo, y veremos que de esa manera puede que resulte!
Depende de la forma
Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes.
Después de despertar, mandó llamar a un Sabio para que interpretase su sueño.
¡Qué desgracia Mi Señor!, exclamó el Sabio, Cada diente caído representa la muerte de un pariente suyo.
¡Qué insolencia!, gritó el Sultán enfurecido, ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!
Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.
Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado.
Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:
¡Excelente Señor! Gran felicidad te fue reservada. El sueño significa que vivira mas que todos sus parientes.
Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro.
Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:
¡No es posible! La interpretación que hiciste de los sueños es la misma que el primer Sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.
Recuerda bien amigo mío, respondió el segundo Sabio, que todo depende de la forma en el decir..uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse.
Lo que es divertido en el hombre
Un discípulo preguntó a su maestro:
- Quiero saber que es lo más divertido de los seres humanos
el Maestro comentó:
"Piensan siempre al contrario: tienen prisa por crecer, y después suspiran por la infancia perdida. Pierden la salud para tener dinero y después pierden el dinero para tener salud.
Piensan tan ansiosamente en el futuro que descuidan el presente, y así, no viven ni el presente ni el futuro.
Viven como si no fueran a morir nunca y mueren como si no hubiesen vivido.”
1000 perritos
" Se dice por ahí que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un perrito buscando refugio del sol logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa, el perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera; al terminar de subir las escaleras se topó con una puerta semi-abierta.
Lentamente se adentró en el cuarto y para su sorpresa se dio cuenta que dentro de ese cuarto había 1000 perritos más observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos. El perrito de nuestra historia comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco, los 1000 perritos hicieron lo mismo; posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos, el perrito se quedó sorprendido al ver que los 1000 perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él. Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para si mismo:
"Qué lugar tan agradable, voy a venir más seguido a visitarlo".
Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró en el mismo cuarto, pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros 1000 perritos del cuarto se sintió amenazado ya que, a su parecer, lo estaban viendo de una manera agresiva, éste empezó a gruñir y obviamente vio como los 1000 perritos le gruñían a él. Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros 1000 perritos le ladraron también a él; cuando este perrito salió del cuarto pensó:
"Qué lugar tan horrible es este, nunca mas volveré a entrar allí".
En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía:
"La casa de los 1000 espejos".
Hay veces que el mundo nos devuelve lo que damos, si decidis encarar las cosas con una sonrisa es probable que te devuelvan una sonrisa, si en cambio das tu peor cara seguramente, vas a ver lo mismo.
La rosa y el sapo
Había una vez una rosa roja muy hermosa y bella. Se sentía de maravilla al saber que era la rosa mas bella del jardín. Sin embargo, se daba cuenta de que la gente la veía de lejos. Un dia se dió cuenta de que al lado de ella siempre había un sapo grande y oscuro y que era por eso que nadie se acercaba a verla de cerca. Indignada ante lo descubierto le ordenó al sapo que se fuera de inmediato; el sapo muy obediente dijo:
-"Esta bien, si así lo quieres..."
Poco tiempo después el sapo pasó por donde estaba la rosa y se sorprendió al ver la rosa totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos. Le dijo entonces:
-"Vaya que te ves muy mal. -¿Qué te pasó?"
La rosa contestó
-"Es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día a día, y nunca pude volver a ser igual."
El sapo solo contesto
-"Claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la mas bella del jardín".
Muchas veces despreciamos a los demás por creer que somos mas que ellos, mas bellos, mejores, simplemente que no nos "sirven" para nada. Nadie sobran en este mundo, todos tenemos algo especial, que hacer, algo que aprender de los demas o algo que enseñar, y nadie debe despreciar a nadie. No vaya a ser que esa persona nos haga un bien del cual ni siquiera estemos conscientes.
Las estrellas de mar
Había una vez... un escritor que vivía en una tranquila playa, cerca de una colonia de pescadores.
Todas las mañanas iba a caminar por la orilla del mar para inspirarse y las tardes las concurría en su casa escribiendo.
Cierto día, mientras caminaba por la playa, vio una sombra que parecía bailar. Al acercarse a esa figura, se dio cuenta que se trataba de un joven que recogía estrellas de mar que estaban en la arena para tirarlas nuevamente al mar.
- ¿Por qué está haciendo esto? - preguntó el escritor.
- ¿Usted no ve? - explicó el joven - La marea está baja y el sol está brillando. Ellas se secarán y morirán si permanecen aquí, en la arena.
El escritor se quedó paralizado por lo que había dicho el joven, y él le dijo:
- Joven, existen millones de kilómetros de playa en este mundo y centenas de millones de estrellas de mar desparramadas por las playas. ¿Qué diferencia hay? Vos tiras sólo unas pocas estrellas al océano y la mayoría muere. ¿Qué diferencia hay?
- Para esa estrella, si hice una diferencia...
Aquella noche el escritor no pudo escribir, ni siquiera dormir. Por la mañana del siguiente día volvió a la orilla, buscó al joven y se unió a él, juntos comenzaron a arrojar las estrellas de mar al océano.
AHORA SON DOS LOS QUE QUIEREN HACER UN LUGAR MEJOR: ESA ES LA DIFERENCIA.
La Familia
Tropecé con un extraño que pasaba y le dije “perdón”.
Él contestó “discúlpeme por favor; no la vi...”
Fuimos muy educados, seguimos nuestro camino, nos despedimos.
Más tarde, al estar cocinando, estaba mi hijo muy cerca de mí. Al darme vuelta casi lo golpeo, "¡Cuidado!" le grité; él se retiró dolido, sin que yo notara lo duro que le hablé.
Estando todavía despierta al acostarme, una voz me dijo suavemente: "Trataste al extraño cortesmente. Pero gritaste del niño que amas.
Ve a la cocina y encontrarás unas flores en el piso, cerca de la puerta.
Son las flores que cortó y te trajo, rosa, amarilla y azul. Estaba calladito para darte la sorpresa y no viste las lágrimas que llenaron sus ojos."
Me sentí miserable y empecé a llorar.
Suavemente me acerqué, me arrodillé junto a su cama y le dije:
"Despierta, pequeño, despierta... ¿Son éstas las flores que cortaste para mí?"
Él sonrió y dijo: "Las encontré junto al árbol. Las tomé porque son bonitas como tú, en especial la azul."
"Hijo, siento mucho lo que hice, no te debí gritar"...
Él contestó, "Esta bien mami, yo te quiero de todos modos."
"Yo también te quiero, y me gustan las flores, especialmente la azul".
Esto me paso a mi y seguro les paso a ustedes alguna vez, pero tenemos que aprender que a los que mejores tenemos que tratar son a los que de verdad queremos. Tené en cuenta que si morimos mañana, en unos días la empresa donde trabajamos cubre el puesto. Pero la familia que dejamos, sentirá la pérdida por el resto de su vida.
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