Canalizado por Gillian MacBeth-Louthan
El Despertar Cuántico – Octubre 2011
En la quietud de todo lo que son reside la verdad del corazón. Es dentro de la quietud que encontrarán la bioluminiscencia que necesitan para llegar a ser. La Luz dentro de la estructura celular de su ser cambia de luminosidad como un pez de aguas profundas. Visualicen a su ADN volviéndose bioluminiscente, resplandeciendo en el centro líquido de sus células, fluyendo y refluyendo. La luz que tanto buscan se ha activado. Han limpiado los desechos del campo de aterrizaje de su alma y de su yo. Les han anunciado a todos que el contenido molecular de su ser será luz. Han entrado en el centro del Universo que representan, deslizándose a través de las cadenas que han usado como adornos.
Somos el Consejo de Ella. Venimos del pasado y del presente simultáneamente. Nos hallamos en la intersección del tiempo esperando un portal para recordarles que en su interior están tanto ella como él, el Dios y la Diosa. Cuando la diosa (Dios en Nosotros) se activa, no tiene género ni especificaciones. Los portales del pasado ahora se cierran con gran rapidez. Ustedes miran hacia atrás (esperando no convertirse en sal) para descubrir quiénes fueron, pero todo ha cambiado, el paisaje se ha despejado mostrando una nueva orilla.
Cuando vinieron a la Tierra, le dijeron al Universo que eran capaces y que no se preocupara, que harían el trabajo. Al ser terrenales, cayó una gran densidad sobre ustedes. Su luz cambió y sus contratos se convirtieron en una carga. En esa carga, perdieron sus ansias. Perdieron su pasión. Perdieron su empuje. Descubrieron que muy pocas cosas terrenales los satisfacen. Quieren ser felices en su trabajo de luz. Quieren ser felices en su trabajo de sanación. Quieren ser felices en su vida, pero perdieron el entusiasmo. Han perdido su pasión. Estos contratos y cargas que llevan sobre sus hombros son como baldes sépticos de una vida oriental, llenos de lo que hay que eliminar.
Tratan de nacer de nuevo todos los días y sin embargo nadie aplaude sus consumaciones cósmicas, sus revelaciones humanas y sus logros. ¿Dónde está el aplauso? ¿Dónde está el reconocimiento que busca su alma? Una Gran Depresión ha caído sobre la raza humana, una tristeza planetaria, una rendición antes de que cambien las mareas. Esta energía proviene de un recuerdo del ADN de un tiempo alineado con las tres caídas de la Atlántida. Un tiempo en el que se esforzaron tanto por elevar al mundo, elevar la luz, elevar a otros al punto de seguridad, y no lo lograron. Vida tras vida, existencia tras existencia, se entregaron al 100% y no han visto la culminación del contrato.
Nosotros, el Consejo de Ella, les pedimos que lo lleven al límite una vez más. Les enviamos cometas, asteroides, erupciones solares y energías provenientes de estrellas recién nacidas. Les enviamos postales desde Sirio, desde las Pléyades, desde Arcturus y Andrómeda. Les enviamos los grabados del pasto verde y las canciones características de los pájaros. Lo hacemos todo por ustedes, para evitar que se rindan, porque ustedes son la esperanza del planeta. Ustedes son los que nunca se rindieron, aunque lo quisieran. En esta vida vienen a limpiar a nivel celular las tres caídas de la Atlántida. No sólo de la Atlántida terrenal, sino la destrucción de la Atlántida estelar y las energías que le acontecieron.
Les pedimos que sean los capitanes de su barco, los amos de su alma. No se supone que se hundan con el barco en esta encarnación. Ésta es la hora y el lugar que esperaban. El universo está a punto de destapar sus limitaciones y abrirse para que ustedes vean exactamente qué es necesario crear. Las vibraciones que les llegan ya causan confusión en el cerebro. Están oyendo muchísimos niveles de comunicación, están viendo muchísimos niveles de luz, están experimentando muchísimos niveles del corazón, están derrotando muchísimos niveles de oscuridad, todos en una misma respiración, en un mismo día, en un mismo pensamiento.
Cada singularidad que son está dividida en millones de componentes. Ésa es la cantidad aproximada de componentes que tienen en cada pensamiento. Cada uno de sus pensamientos lo toca todo. Todo a través de su pasado, todo a través de su sangre y su historia familiar, todo a través de las estrellas, todo a través del universo y de todo tiempo, todo espacio y todas las dimensiones. Ustedes son el lugar donde la vida se cruza con la vida.
Si pudieran ver el tejido de luz del que provienen, si pudieran conocer la historia de cada uno de ustedes, comprenderían que no hay fracasos, que no hay defectos. Siempre han aguantado hasta el último minuto y nunca se han rendido, ni siquiera cuando el universo no se mostró ante ustedes, ni siquiera cuando su pueblo no se salvó, ni siquiera cuando no pudieron sanar a su tribu, ni siquiera cuando ocurrió el desastre. Ustedes creyeron.
Sabemos que están muy decepcionados y enojados con el Creador. Sabemos que a veces sienten que sus plegarias no han sido contestadas. Sabemos que se sienten como si los hubieran descartado y abandonado, pero eso no puede ocurrir. Saben que nunca están solos. Les pedimos que lo lleven al límite una vez más por todo aquello en lo que creyeron alguna vez y todo lo que no pudieron demostrar. Somos el Consejo de ELLA. Estamos contenidos dentro de ustedes y ustedes están contenidos en nosotros. Nosotros somos un océano y ustedes son los arroyos y los riachuelos y los ríos y las lagunas a los que abrimos nuestros brazos y nuestros corazones. Les pedimos que cada vez que se cansen y quieran abandonar la Tierra, sólo piensen por un momento en la creación y la vean como un océano y se sumerjan en ella. Por un instante nada más, déjense ir, vuelvan a casa. Los dejamos con un conocimiento más fuerte que nada que hayan encontrado.
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