Por Ngari
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Amados hijos
Un día triste el de hoy, en apariencia. Muertes que lamentar, en función del tsunami en Japón. Vidas truncadas en todo el norte de África. La gente se está rebelando en contra de sus gobiernos. El mundo musulmán asumiendo la responsabilidad por su propia libertad. Un cuadro caótico, dirán los más pesimistas. Pero ¡ah! Hijos míos… Si pudieseis ver la inmensa Luz que está sobre toda la Tierra ahora mismo… ¡Como nunca antes!
No temáis, mis amados. Muy pronto ya no habrá lágrimas en ese planeta. El sufrimiento ya no tendrá lugar. La enfermedad y la hambruna desaparecerán para siempre. Serán extirpadas de la Tierra. Solo habrá amor, alegría y risas. Todos ustedes serán libres para SER. La fraternidad y el servicio a los demás será la tónica.
Así que sequen esas lágrimas, hijos míos. No os dejéis caer en las bajas vibraciones en ese momento tan especial. No todo es tan negro cuanto quieren haceros creer. No os dejéis llevar por las noticias manipuladas de su televisión. Si que hay mucha luz al final del túnel. Os lo puedo asegurar.
Aguarden serenamente, con mucha tranquilidad, el desenlace de todos esos eventos. Pero sabiendo de antemano que la victoria está asegurada. No os preocupéis. Os doy mi Palabra de Padre Creador y os dejo cubiertos por mi Manto de Protección y Amor Divino.
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