domingo, 23 de octubre de 2011

CICLO DE LAS EDADES. EVOLUCIÓN DE LA CONSCIENCIA

Vinimos a este plano a aprender y a lo largo de nuestra vida vamos recorriendo diferentes etapas divididas en en períodos de siete años.

El cuadro que se muestra a continuación lo arman los orientales a partir de las sensaciones.

Yo actúo, Yo siento, Yo pienso, etc. Cada uno de ellos coincide con la incorporación de cuerpos. Las aperturas mentales más importantes se dan a los 7, 14, 21 y 33 años, siendo esta última la más importante de todas.clip_image002

El cuerpo físico se renueva cada 7 años, el emocional y el mental probablemente a intervalos más cortos.

Cuando un niño nace, y hasta los 7 años, predomina el cuerpo físico (Yo actúo); es la época de aprender y experimentar con el cuerpo. Por eso los chicos a esa edad necesitan moverse, correr, trepar, etc.  En esta etapa los chakras activados son el básico y el esplénico.

De los 7 a los 14 actúa el emocional (Yo siento); es la época de aprender a relacionarse con la familia, los maestros, los amigos; también hay tendencia a lo religioso, a querer saber y/o participar. Los chakras que se activan en esta etapa son el plexo solar y el cardíaco.

De los 14 a los 21 se incorpora el mental (Yo pienso), y es un ciclo básicamente de estudio y de elección con respecto a la vocación o a lo que le gustaría desarrollar más adelante como profesión o actividad. Los chakras activados son el laríngeo y el tercer ojo.

De los 21 a los 33, diríamos que es una de las etapas más importantes donde se consolidan el matrimonio o la pareja y al mismo tiempo la actividad y la forma de generar bienes materiales. A los 33 años, sería como haber incorporado todos los cuerpos y ya, asumir la plena responsabilidad con nosotros mismos y con los demás, tomar conciencia de que estamos aquí para hacer algo para nosotros y para los otros.

Durante toda nuestra vida podemos tener aperturas mentales, digamos que en la primera etapa, es donde los cambios se manifiestan más notablemente y de acuerdo a cómo se haya vivido la misma, será también nuestra vida como adultos.

Algunas veces, cuando nos acercamos a una nueva etapa, podríamos entrar en una pequeña crisis como, por ejemplo, a los 40 años donde generalmente nos vemos obligados a reacomodar o a hacer algunos cambios en nuestra vida.

A partir de los 60 años pueden ocurrirnos dos cosas:

Por un lado podría empezar a producirse una suerte de "cristalización". Esto ocurre cuando reiteradamente nos hemos negado a resolver conflictos que se nos presentaron y que formaban parte de nuestro aprendizaje.

Por ejemplo, una persona a la que le costaba mucho aceptar que no solamente su forma de pensar era válida, sino que podía haber otras tanto o más justas y efectivas; en la vejez seguramente, no solamente estará convencida de que es la dueña de la verdad, sino que se negará a escuchar cualquier otra opinión.

Se hace como un acento en los patrones mentales. O sea, si yo fuera inseguro, esta inseguridad podría acentuarse en la vejez.

Por el contrario, si se ha vivido más abiertamente, animándonos a enfrentar, a veces situaciones difíciles, entendiendo que cada cosa que nos pasa en nuestra historia es para ser cada vez mejores, nos convertiremos en viejos sabios y felices y con algo importante para enseñar a cada ser que esté a nuestro lado.

Se puede ver claramente que hay dos grandes períodos bien marcados en nuestra vida:
El primero corresponde a "la siembra" y el segundo a "la cosecha"

http://www.mantra.com.ar/contreconociendonos/clase7.html

¡¡¡¡La Vida es una Ceremonia Sagrada!!!!! ¡¡¡¡Descubre que cada momento es un altar... trae tus alas... porque es urgente volver a volar!!!! La Vida es un regalo maravilloso... Crece buscando la Luz... crecer es lo que le da sentido a nuestra existencia... SOLO QUIEN CRECE ENCUENTRA LA LUZ.... BIENVENIDOS a CELEBRAR la Vida...

Con mucho cariño, Isolda

1 comentario:

  1. Buenas tardes, me parece muy interesante la teoría de la evolución en ciclos de 7 años, ¿me podrías ayudar orientándome de qué corriente de conocimiento proviene? Muchas gracias. Sergio Ortiz.

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