Mientras estamos creando el nuevo paradigma, oímos y usamos las palabras " Femenino Divino ", "Diosa interior", "Madre Tierra", "Pachamama", "Solar femenino", … muchas.
Estas representan lo mejor de las energías femeninas en nosotros mismos y en nuestro planeta.
Pero ¿qué pasa con el " Masculino Divino ", "Pachapapa", "Dios interior", "Padre Tierra", " Masculino Solar "?
La energía Masculina Divina ha sido secuestrada por nuestras decisiones colectivas en los últimos miles de años, para convertirse en el "chico malo" de la historia. No el "chico malo" acusado, que era lo femenino, sino el "verdadero" malo de la película.
Como sociedad, hemos proyectado sobre el Masculino Divino, la figura del Tirano, el Agresor, el Rescatador, el Mártir, el Salvador, Maestro, Dios Todopoderoso. En otras palabras, todos los "hacedores" del ciclo de víctima / agresor.
Durante los últimos miles de años, para experimentar el Patriarcado, hemos utilizado la cultura, la religión y la genética para establecer el poder sobre los hombres en una configuración que es corruptible. Una potente configuración de la jerarquía del poder sobre otros.
La jerarquía no es corruptible en sí misma, ni tampoco lo es el poder. Hay jerarquías de responsabilidad, por ejemplo, que son cualquier cosa menos corruptibles. Sin embargo, el poder sobre los demás sí es corruptible. Y, como especie, hemos utilizado el Masculino Divino para experimentar y promover el "poder sobre otros".
Entonces, ¿dónde nos encontramos hoy?
Tenemos, como individuos y como sociedad, una enorme cantidad de programas, creencias, doctrinas religiosas y patrones culturales, que colorean, filtran e interpretan el " Masculino Divino", a través de la energía del Tirano, Agresor, Salvador, Mártir, Maestro, Dios Todopoderoso. En todos se muestra potente, temible y cruel, maestro amable, mártir sufridor. ¿Te resulta familiar?
A los hombres que están trabajando en su ascensión, esto les resulta difícil e intentan compensarlo, a menudo de un modo excesivo, con el fin de reparar el daño hecho a la sociedad, a las mujeres de sus vidas, a sus niños, y a sus propias vidas.
Tratan de ser el salvador, el maestro, el guía para equilibrar el tirano, el agresor.
Sin embargo, estas configuraciones siguen dando poder al ciclo de víctima / agresor.
Como especie, la mayoría de nosotros SABE cómo volver a conectar con la salud, la energía pura y cristalina del Masculino Divino, sin proyectar que hagan algo por nosotros. Ya sea salvarnos, protegernos, amarnos ... y la lista sigue.
Sin embargo, al igual que nosotras SOMOS el Femenino Divino, que Gaia es la Madre Divina, que el sol es el Femenino Solar, también somos el Masculino Divino, Gaia, es el Padre Divino, y el sol es el Masculino Solar.
El poder, el chi, la energía, se han polarizado en femenino y masculino, pero en esencia son lo mismo. La única separación, y los programas, roles y creencias asociados a cada uno de ellos, vienen de nosotros. Tenemos órganos sexuales físicos e identidad de género que nos dan la posibilidad de filtrar y aprovechar esta esencia CHI, ya sea femenina o masculina, y usarla en consecuencia. También podemos acceder a la otra, la que no se corresponde con nuestros órganos sexuales o de género. Pero a menudo hay resistencia.
LLAMADA A LA ACCIÓN – Si, como hombres y mujeres, se hallan dispuestos, INTENTEMOS convertirnos en UNO y experimentar el Masculino Divino en su forma pura, sana, completa, sin contaminar, sin programar, sin cadenas. VEAMOS el Masculino Divino en su forma pura, sana, entera, sin contaminar, sin programar, sin cadenas en los hombres y mujeres que nos rodean.
Por ahora, la INTENCIÓN es suficiente. A medida que en los próximos días y semanas, vayamos progresando con esa intención y procesando los problemas que surjan, entonces empezaremos a avanzar hacia ser la encarnación del Masculino Divino. Recuperémoslo, limpiémoslo de programas, proyecciones y cadenas, y veamos qué pasa.
Anota todas las resistencias que surjan al leer esto. Y también los programas que se disparan. Y simplemente obsérvalos, deja que se expresen, no los juzgues ni los expulses. Simplemente permite que existan en tu campo, mientras los miras y los reconoces.
Si, a pesar de todo, éstos se encuentran atrapados en programas que se disparan con fuerza, utiliza el ejercicio para procesar el miedo, o busca otra herramienta útil para procesarlos y desprogramarlos.
¿Qué dices tú?
Este mensaje puede ser copiado y difundido siempre y cuando se conserven intactos los textos dando crédito al autor y al traductor, publicando sus fuentes de origen.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar