HAY PERSONAS NOCTURNAS Y DIURNAS

Acerca de las personas ‘búhos’ y ‘alondras’

Liubov Kuriánova, 31 mar (La Voz de Rusia).- Las personas vespertinas (denominadas asimismo búhos) que tienden a realizar sus actividades al final de la jornada, tienen mayores posibilidades de enriquecerse que los sujetos matutinos (también llamados alondras) que concentran su actividad en las primeras horas del día.

Tal es la conclusión a que han llegado científicos españoles. La explicación es simple: los aficionados a dormir más tiempo tiene una mayor capacidad de trabajo.

El mundo está lleno de injusticias. Y si no tomamos en cuenta las fruslerías tipo trenes que llegan atrasados y la billetera olvidada en casa, la mayor parte de los disgustos se definen con un término muy conocido – “discriminación”. Se trata de la amarga suerte de los “búhos” en el mundo organizado para las “alondras”. Los aficionados a dormir más tiempo diariamente son discriminados en muchas instituciones importantes (bancos, clínicas, etc.) que cierran sus puertas a las seis o siete de la tarde y, por consiguiente, funcionan en beneficio de las personas que duermen menos tiempo. Pero la justicia triunfó. Científicos españoles decidieron comprobar el refrán “A quien madruga Dios lo ayuda”, y se convencieron de que en el mundo de nuestros días ese dicho no tiene gran actualidad.

Los investigadores de la Universidad de Madrid sometieron a test a un millar de adolescentes y llegaron a la conclusión de que los que más duermen con frecuencia superan intelectualmente a los que duermen menos y por eso pueden confiar en obtener un trabajo más prestigioso y, por siguiente, mejor pagado. Pero lo curioso del caso es que los pajaritos matutinos estudian mejor y también rinden mejor los exámenes. Este resultado se debe a que, según los especialistas, los estudios por la mañana no les caen bien a los que prefieren levantarse tarde. Los científicos explicaron asimismo por qué el nivel intelectual de los “búhos” es más alto. Ellos suponen que en la antigüedad a las personas curiosas les atraía todo aquello que pasa de noche, y sus descendientes heredaron la costumbre de acostarse tarde. O sea que resulta ser que hay un gen exclusivo de los “búhos”.

Este descubrimiento revolucionario fue hecho en 2001 por científicos japoneses. Y se denomina precisamente “el gen provocador del síndrome de fase heredada y prolongada del sueño”. Por eso está categóricamente prohibido acostumbrar a los “búhos” a levantarse temprano, ya que esto puede provocarles una depresión alargada. Simplemente hay que encontrarles una aplicación digna en la sociedad. De modo que todos los razonamientos sobre el tema “que malo es levantarse tarde” hay que trasladarlos al lenguaje de los mecanismos genéticos –estima el médico somnólogo, jefe de la sección de medicina del sueño de la Academia de Medicina Séchenov de Moscú, Mijaíl Poluektov:

Existe un cronotipo que probablemente esté determinado por los genes, o sea que el cronotipo está determinado por la jornada interna del hombre. Hay personas cuya jornada interna es de menos de veinticuatro horas, o sea que tal persona al anochecer o a altas horas de la noche ya consumó su giro de reloj. Su jornada interna terminó y él quiere dormir, y por eso se acuesta más temprano y se levanta más temprano, y empieza a trabajar activamente: es una “alondra”. Pero la mayoría de las personas son “búhos”. Su período de sueño-vigilia supera las veinticuatro horas, o sea cuando termina la jornada astronómica, las veinticuatro horas, su jornada aún no ha terminado y por eso no tienen nada en contra de seguir trabajando o divertirse.

Los científicos han hecho una observación muy interesante. Resulta ser que las personas vespertinas suelen ser mayormente extravertidas y de naturaleza artística – poetas, artistas e inventores, mientras que las personas matutinas son más bien funcionarios y contables. Cuando se habla de los cronotipos siempre surge una misma pregunta: ¿qué es mejor ser – una “alondra”, un búho, o la llamada paloma? O sea la persona cuyas horas activas transcurren de día. Suele considerarse que las “palomas” son las personas más equilibradas y adaptadas a las actuales condiciones de vida. Ellas pueden adaptarse sin perjuicio alguno para salud a cualquier horario –señala la somnóloga Elena

Tsariova:

En lo que se refiere a los jóvenes, ellos con frecuencia permanecen despiertos hasta altas horas de la noche, descansan de noche. Y esto deviene una costumbre y entonces se vuelven “búhos”, incluso si originariamente, de nacimiento, podían ser, por ejemplo, “palomas”. De ahí que sea difícil decir si el intelecto influye en el sueño o el sueño en el intelecto.

Hoy no sólo los científicos sienten interés por los cronotipos. Hace mucho ya que en Europa a la hora de ofrecer trabajo a una persona se tienen en cuenta los indicadores del biorritmo del potencial trabajador. Por ejemplo, para los turnos nocturnos intentan tomar únicamente a “búhos”. En este caso el porcentaje de errores que se cometen y de accidentes es sustancialmente inferior. En este sentido los rusos tuvieron menos suerte, pero no hay que desilusionarse. Por doquier se investigan los biorritmos humanos y, es muy posible que, en un futuro próximo, cada uno de ellos pueda cumplir el horario que más le convenga.

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