1 abr (Astronomía para terrícolas).- La misión del MSL Curiosity se está convirtiendo en una incesante fuente de datos y noticias apasionantes casi a diario. Desde nuestro vecino Marte, el Rover está abriendo de par en par las puertas al conocimiento del pasado, presente e incluso el posible futuro del planeta rojo. En apenas unos meses su intensa labor geológica ha desvelado algunos de los secretos que han intrigado a los aficionados a la ciencia durante los últimos tiempos.
La semana pasada el Curiosity nos impactaba con las evidencias de que Marte fue habitable en el pasado, una de las noticias que más repercusiones puede tener en la fascinante búsqueda de vida fuera de la Tierra.
Actualmente el vehículo se encuentra explorando la “Yellowknife Bay”
una pequeña depresión dentro del cráter Gale y ha vuelto a traernos datos interesantes… En este caso una extraña roca brillante que destaca sobre el resto del suelo oscuro y basáltico de Marte.
El Curiosity descubrió esta roca el pasado 17 de enero cuando pasó por encima de ella lo que hizo que se fragmentara dejando a la vista su interior blanco y brillante. Aunque en aquella ocasión tan solo pasó por ella siguiendo su recorrido, los científicos han decidido volver a la zona para analizarla con más detalle… y su interés no ha caído en saco roto puesto que ha dejado alguna sorpresa inesperada.
Melissa Rice, del Instituto de Tecnología de California, el célebre Caltech en Pasadena, afirmó que “esta es una de las cosas más brillantes y más blancas que hemos visto con la Mastcam (la cámara instalada en el mástil)”
Esta brillante piedra revela la presencia de minerales hidratados, una nueva evidencia de que por la superficie de Marte fluía el agua en el pasado. Nos encontramos ante minerales acuíferos que indican que el agua se ligó a la estructura de la roca en una época húmeda pasada.
La casualidad hizo que la roca se partiera al paso de los casi 1000 kilos de peso del Rover Curiosity, un hecho fortuito que ha permitido descubrir su interior blanco y brillante que significa un proceso húmedo en la zona de Yellowknife Bay. En resumen podemos afirmar que en esta localización las rocas estuvieron expuestas a un periodo de agua que fluyó a través de ellas seccionándolas y dejando minerales hidratados en su interior.
Pero hay más, puesto que el Curiosity también ha analizado restos arcillosos en la misma zona lo que parece indicar que estamos ante los restos de un sistema de lecho de río en el cráter Gale, donde aparentemente el agua fluyó a un metro de profundidad y con mucho vigor.
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