8 de mayo de 2010 – Aura Arribas
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Ésta es una de las experiencias más importantes que he vivido a nivel espiritual con mi alma gemela. No sé realmente en qué plano sucedió, pero fue totalmente real. La viví en dos momentos diferentes. Fueron como dos partes de un mismo ritual.
Hace casi un año y medio una tarde me dispuse a realizar una meditación de limpieza con la llama violeta para purificar mi aura y la de mi alma gemela. Pedí que nos liberaran del dolor, sufrimientos y resentimientos provocados por las situaciones tremendamente difíciles que hasta el momento habíamos vivido juntos, aunque no como pareja. Nos visualicé uno al lado del otro, rodeados cada uno por un círculo violeta, y a partir de ahí, ya no fui yo quien “colocó” las imágenes en mi mente, sino que fueron sucediendo solas. ¿En qué lugar / plano/ dimensión ocurrió? No lo sé. Sólo sé que fue una experiencia realmente espiritual.
Nos colocaron uno enfrente del otro. Alguien empezó a hablarnos y a hacernos preguntas como si fuese a darse un compromiso, una unión, un matrimonio. No las recuerdo, pero eran similares a los votos del matrimonio eclesiástico. Se referían a unas promesas que mutuamente nos hacíamos. Eran promesas de ayuda, apoyo y amor mutuo, anteponiéndolo al ego y a las necesidades egoístas de cada uno. También nos preguntaron si nos comprometíamos a ayudar a la humanidad con nuestra Luz. Mientras hacíamos esas promesas, estábamos frente con frente, casi tocándonos el entrecejo y con las palmas de las manos unidas a la altura de los hombros. Ambos hicimos esas promesas. Yo sentí que eran muy fuertes y que estaban generando una unión y un compromiso muy fuerte entre nosotros.
Mientras todo eso sucedía, la llama violeta iba purificándonos desde los pies hasta la cabeza.
Después empecé a ver que me insertaban en el pecho, en la zoma del timo, un círculo o disco, como si fuese un medallón grande. Sentí que me quemaba de amor y dentro de ese medallón sentí a mi alma gemela. Me dijeron que me estaban poniendo el medallón de la esencia de mi alma gemela y que a él le estaban haciendo lo mismo con el mío. Yo sentía que era una especie de símbolo del matrimonio espiritual, igual que a nivel terrenal usamos los anillos. Dichos medallones tenían grabados unos símbolos o letras que no logré distinguir. Sentí mucha fuerza, mucha UNIÓN y mucho compromiso. Me dijeron que ahora ya nada podía separarnos porque habíamos adquirido un compromiso muy fuerte. Me dijeron que ese medallón sellaba nuestro amor, que a partir de entonces sería más fuerte, y que precisamente ése sería el motivo de que a ambos nos costase darnos en una relación con otras personas porque nunca las íbamos a amar como nos amábamos nosotros. Me dijeron que eso no era malo, sino diferente.
La segunda parte de esa experiencia ocurrió tres meses más tarde.
Me encontraba en un parque tumbada en el césped escuchando música de Mike Oldfield (Voyager). Me visualicé junto con mi alma gemela saliendo de nuestro cuerpo físico y elevándonos al cielo, dejando atrás el dolor y el sufrimiento. A partir de esa imagen, todo empezó a suceder por sí solo, no era yo quien lo imaginaba.
Estábamos abrazándonos. Había mucho amor. De repente, vi que en la zona de su pecho, en el timo, se encendía una Luz. Me di cuenta que esa Luz salía a través de los símbolos de los medallones que nos habían puesto la vez anterior. Era como si hubiese una Luz o una bola de fuego por dentro de ellos y como si los símbolos estuvieran grabados en el medallón dejando los huecos, las formas de las letras o lo que fueran. Vi lo mismo en mi pecho. Los medallones empezaron a girar hasta que se acoplaron entre ellos. No entendí exactamente el significado de que se acoplaran, pero sí supe que estaba relacionado con nuestra unión. Fue un momento sagrado, de éxtasis.
A continuación nos vi de pie, uno frente al otro. Había una Luz amarilla muy fuerte que salía de nuestros pechos y se unía entre el poco espacio que quedaba entre nosotros, formando un haz de Luz a la altura del corazón. Teníamos los brazos y las manos unidos y estirados hacia arriba. Esa Luz subió como si fuese un rayo hacia unas nubes, hacia el cielo, del cual a su vez salió una potente luz amarilla que bajó en forma de rayo hacia nosotros. Entonces nos dijeron: “La Conciencia Crística ya está en vosotros. La semilla ya está plantada. Ahora sólo debéis regarla.”
Permanecimos abrazados durante un rato y empecé a sentir como si fuera a salir de un trance. Al “volver” sentí mucha paz.
Aura
hola, que tal!!!! que bella experiencia yo también tuve una hermosa experiencia con mi "alma gemela". Tengo una pregunta ¿Fue una unión sagrada en la que entraron por dentro de una meditación guiada intuitivamente por cada uno de ustedes?
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