María Cecilia Texeira
http://escritores-canalizadores.blogspot.com
21 de enero, 2010
Ha venido Saint Germain y me ha orientado sobre una meditación volcada para Haití.
Debemos:
1. Encender la flama violeta en nuestro corazón.
2. Expandir al máximo esa flama.
3. Enviarla a Haití.
4. Imaginar una nube de color violeta cubriendo todo el territorio de Haití.
5. Imaginar que esa nube se vuelve una lluvia de luz violeta.
6. Que cada gota de luz violeta se ancle en el corazón de cada ser vivo de Haití.
No hubo indicaciones adicionales.
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