lunes, 12 de octubre de 2009

¿QUÉ ES EL MIEDO? - PARTE 2

De: Emilio

emigalla2000@yahoo.com.ar

12 de octubre, 2009

Antes de leer esta segunda parte, es importante asegurarse de haber leído la Parte 1, para entender en su sentido correcto el escrito. En esa Parte 1 se pueden hallar las actitudes que conviene disponer ante la presencia del Miedo, para contrarrestar sus efectos negativos.

Acordé en esta segunda parte hacer un analítico examen del Miedo utilizando argumentos exclusivamente “mentales”, pues para algo se nos ha provisto de cerebro. Debemos saber reconocer la emoción llamada Miedo, debemos saber qué es, y al cabo de ello, entender que puede ser una energía valiosa o perjudicial, y que de la respuesta de cada uno depende.

¿QUÉ ES EL MIEDO?

El diccionario Espasa-Calpe nos explica:

“Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o mal que realmente amenaza o que se finge la imaginación. Recelo o aprensión que uno tiene de que le suceda una cosa contraria a lo que deseaba”.

Por lo general, uno está acostumbrado a leer rápidamente y quedarse con el “grueso” de la información que ha leído. Pero aquí debemos detenernos un momento.

El texto se vuelve un tanto serio y analítico, pero porque el tema así lo justifica. Sin embargo, vas a encontrar algunos párrafos algo divertidos que te van a llevar a detenerte y reflexionar.

MIEDO Y LIBERTAD, ENEMIGOS ACÉRRIMOS

El Miedo es el principal elemento que se esgrime contra la libertad de la persona. Si quieres ser libre, deberás entender cómo manejar tu Miedo. El Miedo es la cadena que se nos enreda entre los pies y nos impide caminar como deberíamos hacerlo. Y hasta puede hacernos caer.

Piensa en esto: tu Miedo... ES TUYO. Nadie te lo impone, nadie te ata esa cadena sino vos mismo/a y puedes desprenderte de esa cadena y tirarla a la basura cuando te pares de pie y decidas asumir tu libertad. La libertad que te corresponde por derecho natural.

Para comenzar, analicemos la definición que ofrece la enciclopedia Espasa-Calpe, que es muy interesante:

LA DEFINICIÓN DEL MIEDO

La enciclopedia citada expresa...”Perturbación angustiosa del ánimo...”. Bien, entonces el miedo es una PERTURBACIÓN, es decir, algo que interfiere, algo antinatural, una distorsión, algo que impide el normal desarrollo (en este caso) de la actividad natural de la persona. Es un parásito, no es un ente natural que necesariamente deba estar presente en nuestra vida.

PERTURBACIÓN ANGUSTIOSA... nos está diciendo que nos causa “angustia”, es decir (según la definición de la misma enciclopedia), cierta aflicción o congoja.

... DEL ANIMO... haciendo referencia clara al alma o espíritu de la persona; más entendible y sencillo, al estado emocional de la misma.

En resumen, el Miedo empezaría por ser “un parásito (quita fuerzas) que nos produce aflicción y desequilibra nuestro estado emocional”.

RIESGO: ¿QUIÉN ESTA EN CONDICIONES DE DEFINIR QUE ES RIESGO Y QUE NO LO ES?

Seguimos el análisis de la definición: “por un riesgo o mal...” . Bien, detengámonos a analizar estas palabras. “Riesgo”, para empezar. ¿Qué tipo de elemento es un riesgo?. Un riesgo (real o imaginario) es una estimación individual, personal, que la mente de cada persona evalúa como posible causa de daño.

Por ejemplo: un indígena tomará agua del arroyo cuando tenga sed (para él no es un riesgo, porque lo ha hecho toda su vida) mientras que un ciudadano “suelto” por el campo, no asumirá el riesgo de hacerlo pensando que las aguas pueden contener algo que puede hacerle mal... para eso, él se ha traído su botellita de agua mineral, en la que sí confía. No sabe de donde se ha obtenido, ni como se ha procesado y envasado, pero confía en la etiqueta de la botella.

Pongamos atención a esto, que parece ridículo y hasta provoca risa: en la botella alguien por error en el proceso (o deliberadamente) pudo haber introducido una sustancia venenosa o perjudicial para la salud, como por ejemplo, en todas las bebidas refrescantes del tipo Light y otras que no son Light (al fin expreso de crear adicción) se agregan edulcorantes (contienen Aspartame, que genera el Etanol que se acumula en el cuerpo y daña sobre todo a las articulaciones, o Ciclamato de Sodio, que es causante de cáncer –TODOS los fabricantes lo saben (porque todos los ratones de laboratorio terminan muriendo, pero los ingenuos que lo consumimos, no nos preocupamos en averiguarlo).

Bien, ahora consideremos el otro lado del ejemplo; el indígena confiará en el agua de su arroyo (no importa si la petrolera de aguas arriba contamina las aguas con hidrocarburos, azufre, cianuro y mercurio) pero no confiaría en la botella (puede contener algo que me haga mal, se dice). El ciudadano confiará en el contenido de su botella, pero no en el arroyo (puede estar contaminado, se dice).

EL MIEDO SUELE APARECER COMO UNA ACTITUD ANTE LO DESCONOCIDO

Ambos tienen Miedos inversos... ¿Miedo de qué? De lo desconocido.

El Miedo muchas veces se relaciona a lo desconocido; y si no entendemos QUE es el Miedo, acabaremos teniéndole Miedo al Miedo. Si logramos conocerlo y entenderlo, desaparecerá el Miedo, porque sólo es un fantasma que ha crecido alimentado convenientemente para algunos, desde la época de “Adán y Eva”, el Miedo al castigo, el Miedo a sentir culpa, el Miedo a Dios, por ejemplo.

¿CÓMO ESTIMAR LO QUE ES MALO?

“por un riesgo o mal...” reza la definición. ¿Cuál es el riesgo? ¿Cuál es el mal?. Depende de nuestra estimación, que como generalmente ocurre, (recordemos el ejemplo del indígena y del ciudadano) puede estar equivocada. O sea, nuestro juicio de “riesgo” o “mal” no es confiable; más que juicio, deberíamos hablar de “prejuicio”.

Prejuicio o creencia instalada por la tradición familiar, por las costumbres sociales, por algo que se han encargado de introducirnos subliminalmente...”no corra riesgos, mejor consuma nuestro veneno (perdón, me traicionó el prejuicio, “nuestro producto”, quise decir)”.

Recuerdo las narraciones del vendedor ambulante del Oeste de EE.UU. que vendía frascos de petróleo, ¡Si, petróleo!, para curar la caída del cabello y demás enfermedades de la época. Y tal vez en alguna de mis encarnaciones, ¡también yo le haya comprado...!, no me extrañaría...

Riesgo o mal... ¿Es que no vivimos permanentemente entre riesgos y males desde que nacemos hasta que nos morimos? Claro, no somos concientes de ellos: viajamos a 120 km por hora sin estimar que si una cubierta revienta a esa velocidad el RIESGO cierto es que nos podemos accidentar gravemente. Y sin embargo, no le tenemos Miedo porque ya nos acostumbramos. (Y ahora existe el Airbag).

Probamos un nuevo refresco y ni siquiera averiguamos quién lo produce y qué contiene. Tomamos los remedios que nos receta el médico y no leemos la parte que dice “Contraindicaciones”, porque claro, nos lo recetó el médico. Y menos, verificamos las fechas de vencimiento.

¿Y todos esos riesgos? No nos dan miedo, porque tenemos los ojos cerrados en la arena, como el avestruz (que se ha comprobado que no es cierto, por lo que entonces los únicos “avestruces areneros” somos los humanos). Sigamos...

LA IMAGINACIÓN INTERVIENE

“... que realmente amenaza o que se finge la imaginación.” Esto nos lleva inevitablemente a particionar en dos a los Miedos. Los Miedos a lo que creemos que es real (Miedo a lo conocido), y los Miedos a lo que imaginamos (Miedo a lo desconocido), y que entonces para nuestra mente, pasa a ser real.

El Dr. Bach, creador de las conocidas Flores de Bach, clasificaba distintos tipos de Miedos. El Miedo a lo conocido, que lo trataba con Mímulus (esencia de una planta llamada Mímulo), y el Miedo a lo desconocido, que lo trataba con Aspen (esencia del Álamo Temblón). Pero hay una enorme variedad de Miedos.

Ya los vamos a analizar en la Parte 3, pero en realidad, son todas variantes de lo mismo, que hemos desarrollado (para eso somos los seres más evolucionados de la Naturaleza,¿o no?) porque además somos seres muy creativos y especiales.

Y cada tanto, la genialidad humana descubre un nuevo tipo de Miedo, como el panadero que vende facturas con dulce de membrillo y con crema pastelera, aaahhhh.... pero con distintas formas, triángulos, roscas, libritos, etc. TODAS DISTINTAS aunque provengan de la misma masa y el mismo dulce. Consumimos LO MISMO, pero no sentimos que sean iguales, y hasta nos detenemos a elegir cual es la que vamos a llevar (¿¡¡¡?).

Hago fuerza por no sentirme estúpido, porque después de todo, la estupidez es un rasgo claramente humano de seres evolucionados, mentalmente superiores (los animales no son estúpidos –en un artículo de Internet leía que en un estudio demostraron que las probabilidades de engañar a un gato son las mismas que tiene el gato de engañar a su dueño).

En mi caso, hoy no me siento estúpido, pero probablemente mañana descubriré que hoy me he comportado como un estúpido. No se aflija, es naturaleza humana, nada más. ¡¡¡Pero cuidado, lávese bien las manos, que es contagioso!!!.

LOS DESEOS CORRECTOS Y LOS EQUIVOCADOS

“Recelo o aprensión que uno tiene de que le suceda una cosa contraria a lo que deseaba”.

“Recelo o aprensión que uno tiene”... digamos que se deduce que, Mi Miedo, es mío (“Uno” tiene). ¿Obvio, verdad? Y si es tan obvio, ¿porqué entonces dejo que MI propio miedo me controle? Yo diría que si ese manipulador de mi gato me controla, es porque es más inteligente que yo. ¿y PORQUÉ NO CONSIDERO DE LA MISMA MANERA A MI MIEDO?

“... que le suceda una cosa contraria a la que deseaba”. Bien, los deseos de la mente no siempre coinciden con los caminos más adecuados para el crecimiento, la mejora y el beneficio del individuo.

“La chica que nos tiene loco....”, “ese auto que nos fascina...”, “esa casa que me encanta...”, “ese empleo que llenaría mis aspiraciones...” todas SUPOSICIONES que se convierten en ambiciones delirantes hasta que las logramos, y luego que las logramos, allí comenzamos a ver que la chica no era tan maravillosa, el chico tiene tal o cual mala costumbre, el auto lleva un mantenimiento que nos exprime el bolsillo, el empleo es realmente esclavizante...

CREAMOS LA INFELICIDAD ANTES DE SER INFELICES

Imaginaciones de la mente, que no siempre coinciden con lo que el Ser interior de cada uno sabe que corresponde a su Plan de Vida (Contrato, diría Kryon), y que cuando no se dan, nos frustran, y entonces antes de que se den o no se den, nos producen ansiedad y angustia por el solo pensamiento de que no se nos den.

Por pensar que si no se nos da, vamos a sentirnos tremendamente infelices. Bueno... entonces... ¡anticipémonos, comencemos ya por las dudas a sentirnos infelices para que no nos tome de sorpresa!. O sea, que por Miedo, nos encargamos de volvernos infelices antes de sentirnos infelices. ¿Es para reir o para llorar? Creo que ambas cosas... (a la vez).

¿DE DONDE PROVIENE EL MIEDO?

El Miedo es una parte inherente al ser humano, está en su esencia. Pero no como Miedo, sino que está en su esencia pura como una disponibilidad. Como si uno va al casino con 500 pesos y compra fichas por ese importe. Uno tiene la disponibilidad. Uno puede hacer la elección de jugar a tal o cual número, o color, y poner la cantidad de fichas que estime prudente. Hay libre albedrío. Hasta que se le acaben las fichas.

Pero el dueño de las fichas es uno mismo, sólo que puede acertar a disponerlas o no. En definitiva, normalmente, uno puede disponer de lo que es de uno.

EL MIEDO ES UNA ENERGÍA VITAL

Sí, el Miedo es una ENERGÍA VITAL. Es como la energía de la libido. Está allí, es toda suya, hasta que usted disponga de utilizarla, para bien o para mal. Si esa energía la utiliza en forma de Miedo y ese miedo lo paraliza, entonces usted está usando mal su energía. Si ese Miedo lo potencia, entonces... ¡Felicitaciones!!! usted ha entendido que dispone de un potencial extraordinario. De la actitud de Perdedor ha pasado a la confianza del Ganador.

SATURNO, EL PLANETA DEL MIEDO

Los antiguos asociaban a los tránsitos del planeta Saturno, con hechos importantes, como por ejemplo, la muerte. Sí, Saturno mitológicamente dio muerte a su padre Urano, castrándolo. Y más tarde, Saturno daba muerte a sus hijos, por miedo a que ellos hicieran con él lo que él hizo con su padre, destronándolo.

Por eso, Saturno representa al Miedo, a la Castración (frustración), a la Muerte, a la Represión, a la Limitación. Saturno también representa a la piedra, a la cima de la montaña, a la estabilidad, a la inmovilidad que castra a la creación (Urano).

SATURNO, EL PLANETA DE LA COSECHA

Los antiguos respetaban mucho los tránsitos de Saturno (Saturno es la posición que implica Respeto), pero sin embargo, realizaban las Fiestas Saturnales. ¿No se entiende, no?... ¿Festejaban por miedo, para calmar al dios implacable –Saturno es significador de aquello que es implacable-?.

No, eran más inteligentes que nosotros hoy en día. Sabían que Saturno es aquella energía que otorga el premio (Saturno es la enseñanza, el profesor, el Karma, el diploma) cuando la tarea ha sido bien hecha. Es aquel profesor que te exige y que lo odias por eso, pero que es absolutamente justo a la hora de asignarte la calificación, y si has hecho bien los deberes, te otorga el Título – Saturno representa a los profesionales, que tienen un título.

Y por eso, le rendían honores porque al mismo tiempo le estaban pidiendo que les otorgara UNA BUENA COSECHA.

Ellos sabían que si hacían todo bien, entonces Saturno los iba a premiar con una buena cosecha, siento que en esos tiempos, una cosecha podía hacer la diferencia entre la vida o la muerte (Saturno).

BUENO, ENTONCES... ¿SATURNO ES BUENO O ES MALO?

Saturno no es ni bueno ni malo. Igual pasa con el Miedo, no es bueno ni es malo. O con un cuchillo; ¿si lo usas para comer, es bueno, si lo usas para matar es malo?. NO. Ni una cosa ni la otra: es una herramienta, depende de cómo lo utilices, para bien o para mal.

LO BUENO O LO MALO SON CONCEPTOS HUMANOS EXCLUSIVAMENTE

Como Astrólogo me ha tocado intervenir en casos de asesinato, para ayudar a encontrar al asesino. Me he visto en una posición muy incómoda, puesto que he comprendido que la carta natal del asesino y del asesinado estaban íntimamente relacionadas, “como si hubiera sido un arreglo previo”, mostrando las condiciones en que ocurrió el suceso, la hora del mismo, las emociones en juego, las relaciones kármicas entre ambos... teniendo entonces yo que intervenir en un proceso que evidentemente trascendía mi jurisdicción humana (¿Quién soy yo para juzgar el acuerdo entre ambos seres, hecho con anterioridad a sus nacimientos?). Sólo podía honrar a ambos y maravillarme de la Sabiduría de la vida.

Por lo tanto, por una convicción moral (Saturnina) decidí dejar de entrometerme en casos de esa índole. No me correspondía. Cósmicamente, no había bien ni mal en el proceso, era simplemente... el mecanismo Supremo de la vida. Aunque nadie me lo entendiera.

Pero en ésa, mi tarea fascinante, no pude dejar de intervenir en la política (Saturno representa a los gobernantes), analizando cartas de políticos famosos, que incluso llegaron a presidentes de la Nación, para predecir en esas jugadas previas a la elección, con quien convenía pactar el apoyo para obtener ventajas políticas.

Allí comprendí que es realidad eso de que “cada pueblo tiene el gobierno que se merece”. Es un proceso absolutamente karmático. En mis cursos explicaba a mis alumnos las cartas natales de Perón, Evita, Menem, Duhalde y otros más, relacionando la pauta kármica (Saturno es el Karma) del país en ese momento y la de la persona que lo dirigía. Pero volvamos al miedo...

EL BUEN O MAL USO DE LA ENERGÍA SATURNINA DEL MIEDO

El Miedo entonces, es inherente al ser humano. Es una energía que puede transformarse en Respeto y salvarnos la vida. Como Electricista y Electrónico de años (desde 1970) debí relacionarme con la corriente eléctrica. De vuelta al viejo mito: Urano es la Electricidad mientras que Saturno es el Respeto, el Miedo, el Aislamiento para que no pase la corriente. Son antagónicos.

Enseño a mis alumnos que no deben tener Miedo (Saturno) a la corriente eléctrica, sino que deben estar correctamente aislados (Saturno) y tratarla con los procedimientos (Saturno) adecuados y con el respeto (Saturno) que se merece. Así, evitarán su muerte (Saturno) o la de otra persona.

Es la misma energía, pero empleada de distintas formas, DEPENDE DE LA ÓPTICA DE CADA UNO y de su inteligencia para aprovecharla o ser víctima de ella.

Y eso les permite llegar a ser profesionales (Saturno) en el manejo de la Electricidad (Urano) y cosechar (Saturno) sus correspondientes ingresos.

EL MIEDO ESTA EN TODOS NOSOTROS

Cada Carta Natal representa la Impronta Planetaria, es decir, la “fotografía” tomada desde el lugar de nacimiento y en el instante del nacimiento, de la posición planetaria existente en el Sistema Solar. Y si miramos esa “foto”, inexorablemente vamos a ver la carita de Saturno. Todos, absolutamente todos, personas, animales, empresas, asociaciones, actividades, etc. tenemos una carta natal y en ella está Saturno, guiñándonos uno de sus anillos.

Lamentablemente, interpretamos esta energía sumamente poderosa y productiva, como Miedo, en lugar de Respeto. Es una energía que puede consumirnos e inmovilizarnos, o bien, sentar las bases (Saturno, la piedra) sólidas para nuestro beneficio y bienestar.

Cuando Saturno nació, su madre, Gaia, sabiendo que el padre Urano, mataba a sus hijos cuando no le complacía su aspecto, encerró una piedra en un paño y cuando Urano le exigió mostrar a su hijo, le mostró la piedra, y Urano, con desprecio, lo atomizó con uno de sus rayos (Urano, la electricidad). Por eso Saturno significa la piedra.

Mientras tanto, Saturno estaba escondido en una cueva (Saturno es el encierro) y salvó su vida gracias al amor de Gaia. Se considera a Saturno representando la base sólida sobre la que deben construirse todas las cosas.

EL MIEDO Y EL AMOR

Siempre los Mensajes canalizados de los Maestros nos hablan de que el Miedo es enemigo del Amor. En realidad, no se debe tomar tan así de sencillo.

Nosotros, con nuestra conducta humana inadecuada hacemos que el Miedo sea enemigo del Amor.

Tanto el Miedo (Saturno) como el Amor (Venus) están compartiendo la Regencia del Signo de LIBRA, la Balanza que busca el equilibrio. Están uno en cada platillo, uno en cada extremo.

Sólo que si nos dejamos llevar por el Miedo, la balanza se desquilibrará y no alcanzaremos al Amor. Pero si nos inclinamos hacia el costado del Amor y nos olvidamos del Respeto (Saturno), desequilibraremos la Balanza nuevamente y no lograremos los resultados esperados.

EL ENEMIGO DEL AMOR ES EL DESEQUILIBRIO

Por eso, es muy sencillo detectar quien nos ama en realidad y quien sólo dice que nos ama. Quien no te respeta, no te ama, aunque se rasgue las vestiduras y se arrodille suplicando que le creas. Este concepto, si se lo toma tal cual es, puede que lo deje solo a quien tenga el valor de aplicarlo. Es un problema de autoestima, si uno busca amor verdadero o se conforma con uno de segunda.

Quien intente hacer que sientas Miedo, no te ama. Quien te teme, tampoco te ama. Quien no te permita ser libre, sea quien sea, tu madre, tu padre, tus hijos, tu esposo/a, no ha aprendido a amarte. Te quiere, tal vez, pero no te ama.

UNA MUY DIFÍCIL ELECCIÓN

Por eso no se puede intervenir desde el exterior en los hechos de este planeta: el verdadero Amor nunca faltará a la norma de Respeto que impone estar viviendo en un planeta de Libre Albedrío.

Ninguna nave de Amor vendrá a buscarte; sólo estará allí, en amorosa espera a que solicites y permitas su intervención. Ninguno de tus Guías intervendrá en los sucesos de tu vida, (por Respeto y por Amor) salvo que se lo solicites, que los llames a tu lado para ser auxiliado. Porque pueden estar sintiendo morirse de ganas por ayudarte, de salvarte, pero no lo harán por Amor, hasta que los dejes entrar a tu vida, a tu corazón. Porque te respetan, y porque te Aman.

EL MIEDO FUNCIONAL Y EL MIEDO DISFUNCIONAL

Como hemos visto, el Miedo es simplemente una energía que empleamos equivocadamente. El Miedo se debe convertir en respeto, en consideración hacia los demás, en constancia, en determinación, en voluntad, en permanencia, en la intención correcta de hacer todo por el buen camino, en equilibrio, en basamento. Es una energía propia de la que se puede disponer, transmutándola, convirtiéndola en un valioso aliado.

Esa energía Saturnina no debe ser reprimida, porque es parte de nuestro caudal de vida. Al Miedo no se lo debe atacar, porque le estaríamos engrosando el caudal de energía y lo haríamos mayor aún. Y mayor el daño que nos haríamos a nosotros mismos.

No debemos estar pendiente del miedo, porque lo estamos alimentando. Debemos aceptarlo, porque es una parte nuestra, pero no darle más importancia de la que tiene, porque es sólo una distorsión, un fantasma. Si lo aprovechamos como energía de impulso hacia movilizarnos, entonces el Miedo, pasa a ser Funcional y se convierte en nuestro aliado, nuestro servidor.

Cuando dejamos que el Miedo nos controle, se convierte en Disfuncional, no sólo no nos ayuda, sino que nos debilita, restringe nuestra aura de Luz (por eso los animales saben que les tenemos miedo, porque “ven” achicarse al aura, no porque “huelen” el miedo ya que no es sensato creer que el miedo tenga olor). A veces, la perrita que tiene un vecino, me ve a más de media cuadra y se acerca menando la cola, porque “ve” en mi aura la alegría que me da verla venir y sabe que va a recibir caricias a cambio.

CONCLUSIÓN DE ESTA SEGUNDA PARTE

El Miedo es un fantasma creado por nuestra mente y engrosado con nuestra propia energía. El Miedo no es nuestro enemigo, siempre que lo sepamos utilizar como advertencia, como prevención, como hizo Gaia cuando escondió a Saturno, su hijo. El Miedo nos sirve para conocer nuestros límites, y convertido en Respeto, sirve para ubicar correctamente nuestros espacios y los de los demás, por amor.

Ponerle límites a un hijo sin inculcarle el miedo, con serenidad y firmeza (todos representados por la energía Saturnina), es tratarlo con amor. No importa que hijo lo entienda y lo valore, o no; cuando él sea padre, estemos a su lado o ya no, entonces lo entenderá. Le hemos dejado el mejor ejemplo.

El Miedo disfuncional (Saturno mal utilizado) bloquea nuestras posibilidades, mientras que un Miedo funcional, nos llevará por el camino prudente hacia la meta.

Y para finalizar, reconozcamos a nuestro Miedo, aceptémoslo como al hijo pródigo, busquemos de volvernos amigos con él, permitámosle existir dentro de los límites adecuados y entonces veremos que un día... ya no sentiremos Miedo a vivir ni a morir. Sólo sentiremos Respeto por la vida y estaremos en equilibrio con el Amor. Y estaremos bendecidos por la Energía de Gaia.

En la Parte 3, buscaré definir los distintos tipos de Miedos y cómo volverlos Funcionales.

Emilio

12 de octubre del 2009

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